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martes, 8 de septiembre de 2020

En Septiembre Mes Del Patrimonio

De las Bibliotecas Tecnológico Comfenalco y la Asociación Chitiá
LANZAMIENTO OFICIAL DE «PALENGE MAKANEO KU BALO»

Miércoles  9 de Septiembre, 2:00 p.m. Por la Plataforma zoom 
Por Redacción La Calvaria Literatura
En tiempos de la pandemia la Cultura no se amedranta, todo lo contrario, saca lo mejor de sí. Y a eso le apuesta la Biblioteca Luis Carlos López de Comfenalco y la Asociación Chitiá, que entendiendo los momentos que atravesamos de confinación en casa, qué mejor oportunidad que llegar a la gente con eventos y programas culturales que contribuyan al sano esparcimiento y a la ilustración del individuo en sí.  
Teniendo entonces como antecedente el éxito de la «Gran Pijamada Literaria», en la que se leyeron poemas sobre los cien años del natalicio del gran escritor de Lorica Manuel Zapata Olivella, y se profundizó en la vida y obra del creador de «Changó, el gran putas», ahora la Biblioteca Luis Carlos López de Comfenalco y la Asociación Chitiá, se unen para presentarles el Lanzamiento oficial de PALENGE MAKANEO KU BALO del artista Plástico (Figuras en barro) Joaquín Valdez Fruto, ganador de la Convocatoria de Becas y Estímulos del Ministerio de Cultura 2020 este miércoles 9 de Septiembre, a partir de las 2:00 p.m. por la Plataforma zoom.
OTROS EVENTOS EN EL MES DEL PATRIMONIO 
Septiembre 10 Hora: 3:00 p.m. Por la Plataforma Zoom 
Lanzamiento del «Proyecto Creación De Un Libro»
 Una serie de podcast y Página Web de San Basilio de Palenque 


Septiembre 18 4:00 p.m 

II TERTULIA PIROPERA 
Teniendo en cuenta la riqueza de la cultura costeña en cuanto a expresiones, dichos, giros y jergas tan singulares en la región y Colombia, este 18 de septiembre a partir de las cuatro de la tarde se realizará la II TERTULIA PIROPERA, en la cual se resaltará lo ingenioso, lo irónico y lo representativo que encierran estas expresiones de la tradición Oral y, que en Cartagena de Indias, costeño que se respete tiene en su argot popular más de un piropo con que enamoró a su primera novia, ya sean de su autoría o copiados del «bacán» de la esquina.  
Los piropos son expresiones populares que se les dice a una persona con el fin de enamorarla, halagarla o resaltarle sus atributos físicos. Hay piropos de todo tipo, desde los que suenan como poemas por lo bello y tierno, hasta los vulgares y machistas que en ocasiones más que halagar ofenden a quienes se les dirige.


                                   
             Alfredo Alvear, Organizador                   














viernes, 4 de septiembre de 2020

Del Software De Una Mujer Robótica


¿Hay que Tener Cuidado con Sophía?

Por Rafael Eduardo Yepes Blanquicett

Sophia, es un robot humanoide creado y desarrollado por la compañía Hanson Robotics, con sede en Hong Kong, que fue diseñada para aprender a interactuar con los humanos gracias a su Inteligencia Artificial, lo cual le permite procesar datos visuales y reconocer características faciales. 

También es capaz de imitar gestos humanos y ciertas expresiones del rostro, lo mismo que contestar determinadas preguntas y sostener conversaciones sencillas sobre temas preestablecidos. 

Sophia ha sido diseñada con capacidad para aprender, ya que, su cerebro es una sofisticada computadora que le permite hacer muchas cosas extraordinariamente parecidas a las que realizan los humanos, aunque, finalmente, es solo un software programado por sus creadores a imitación del cerebro humano. 

Sin embargo, no deja de sorprender que, pese a que se trata de una máquina creada por el hombre, su software de inteligencia artificial le permita mantener contacto visual con las personas, retener información sobre ellas y reconocer sus caras, además de conversar y explicar chistes, entre otras cosas. 

No es de extrañar, entonces, que haya sido escogido el nombre Sophia para «bautizarla», por llamarlo de alguna manera, en alusión al término griego «sophia» que significa «sabiduría». Y es que esta mujer robótica se comporta, de tal manera, que ha superado a las novelas y películas de ciencia ficción sobre robots inteligentes que adquieren «vida propia» y terminan apoderándose del mundo.
Esta «nueva realidad» no ha sido ajena a controversias de toda clase. Desde las de tipo religioso, que afirman que el hombre se está acercando peligrosamente a pretender ser Dios, hasta las jurídicas, al serle concedida la ciudadanía saudita, pues, muchos se preguntan si Sophia podría votar o casarse, tener derechos y deberes como cualquier persona, o si una desconexión deliberada de su sistema podría considerarse un homicidio. De hecho, la pandemia que actualmente nos agobia, nos ha puesto frente a una «realidad virtual», en cierta forma, parecida al mundo de la inteligencia artificial de «Sabiduría».  
¿Será ese el caso de Sophia? ¿Llegará a tener vida propia, pensar por sí misma y tener alma? ¿Con quién podría casarse y formar una familia? ¿Con un humano u otro robot? En fin, los interrogantes son muchos y están a la orden del día, como todo lo que el ser humano ha creado y seguirá creando por los siglos de los siglos.
Rafael E Yepes Blanquicett










lunes, 31 de agosto de 2020

Naciste Para...

El Delirio de Los Viejos

Por Gilberto García Mercado

A uno lo asustan los años cuando en reminiscencias urgidas por unas cervezas comienzas a ver en tus acciones que lentamente te asemejas al viejo. Antes todo el mundo te decía, "cómo está joven" y, tú sonreías complacido porque lo de joven creías que te iba a  alcanzar para siempre. 
No obstante, no te acuerdas cómo poco a poco en la calle comenzaron a decirte señor. Y hoy, cuando te miras al espejo y ves la misma imagen de tu padre, quien retoza en el jardín despreocupado, quizás perdido en la demencia senil que poco a poco lo va minando, esa cara antes risueña, en la que no se advertía arruga alguna, sino solo arrogancia de joven creído, sintiéndose Dios, te asusta y comienzas a odiar a tu padre, aquel señor que en la esquina se acostaba con todas las vecinas, porque parecía un hombre de roble para el sexo por su musculatura. 
Jamas pensaste que lo de la piel vieja te abordara tan de repente. Tú,  tantas veces burlándote del viejo Jeremías, el pobre tipo que no podía  subir los muebles al cobertizo de carpintero del señor Tomás, tu padre, el siete mujeres y, entonces para humillarlo por su vejez le restregabas en su propia cara la frase aquella que hoy se devuelve en tu contra: "Hoy como que no desayunaste, Jeremías. ¡A ver déjame ayudarte!". Y en seguida le dabas un empujón apartándolo de tu lado.   
Ahora estás derrotado. Los años te han arrinconado en el jardín de esta casa vieja que se cae a pedazos como se caen los sueños y la vida, ahí, al lado de don Tomas, en otro tiempo el envidiado por todos los de la vecindad, quien tenía que hacerse el desinteresado ante tantas mujeres que caían rendidas a sus pies. 
En el viejo que delira en medio de esta construcción a prueba de fugas, adviertes que tu padre te lleva cierta ventaja en esa cuesta por la que ahora suben los dos rumbo a ninguna parte en que las carnes se deshacen y se caen a la intemperie de un polvo milenario que lleva siglos acechando.
Imagen de S. Hermann & F. Richter en Pixabay Imagen de Subham Shome en Pixabay     

domingo, 30 de agosto de 2020

La Pequeñez del Mundo Ante la Pandemia

Una Lección Ejemplar de la Naturaleza Para el Hombre  
 Por Juan Vicente Gutiérrez Magallanes

El mundo se hizo pequeño, y hemos logrado mirarlo y tocarlo con la seguridad de tener cerca al planeta Tierra, las voces se acercan a nuestros oídos y miramos a los que participan en una canción entonada por la otra mitad del mundo.

Volvemos al miedo por el rumor que se esparce por todos los continentes, rumores que llevan voces disolventes de partículas como las que prevalecieron en Sodoma y Gomorra, solo son detenidas por la valentía de los «Científicos del Bien», solo ellos pueden con el favor de Dios contener la proyección de las micropartículas.

Ellos ganarán la confrontación superior a todas las guerras que ha tenido la tierra, porque esta batalla no está localizada en una parte determinada, recorre el mundo fracturando todas las barreras de la naturaleza. Solo puede ser contenida por los que apliquen la ciencia en su exterminio.

Nunca en la historia hubo mayor participación de voces rogatorias para detener la trayectoria de las micropartículas que portan un mensaje violento y tanático.

Llegará la calma para que el hombre se reconozca como partícula que también puede afectar el equilibrio de la Naturaleza. Porque esa actitud lo separa de lo que es indisoluble en su condición de cuerpo constituido por los mismos elementos que forman a los demás seres vivos.

El pensamiento del hombre alejado del equilibrio de la naturaleza, necesario para el desarrollo de los demás seres vivos, se muestra en una carrera igualitaria con el recorrido que hace en estos momentos la micropartícula del terror, pero todo se detendrá por la fortaleza y entrega con que laboran los «Científicos del Bien» y, tendremos un mañana con la brillantez del sol y la alegría de la Flora y la Fauna, el hombre quedará asombrado al contemplar el esplendor de la tierra por la ausencia de la tala de los bosques y el abuso de las redes sobre los alevinos de los cuerpos de agua. 
Se terminará con la ejemplar lección de la Naturaleza para el hombre, porque de las entrañas de la flora se brindará el fármaco exterminador de la partícula fantasma que recorre el mundo.
Hemos aprendido, que el mundo es pequeño ante la patogenia de un ultra micro cosmos que asombra a la humanidad, ésta se vuelca en romerías ecuménicas dialogantes en un solo idioma de oraciones que se cantan con partituras originadas en el corazón.

Hoy el mundo es mas pequeño, las distancias se anularon a través de la palabra, solo la palabra, como en los tiempos de los grandes pensadores, bastaba la palabra para congregar a los oyentes del mundo.

Hoy una micropartícula ordena, ejecuta y colma de temor a la humanidad:

«Dio la orden con fortaleza para ordenar la retención domiciliaria, todos los humanos fueron sometidos a esa condena, que en Colombia imponen a los corruptos elitistas. Todos quedaron estáticos ante el temor de la muerte por contagio, y así predominó la palabra a través de los celulares. Solo los animales se adueñaron de la libertad y hablaron con la tierra, porque también ésta estaba sometida a la represión humana por «el trabajo constante» en la búsqueda de la savia de sus venas. Y la Tierra lanzó un grito que conmovió sus repliegues más internos, después se volvió a la calma y los peces surgieron a la superficie para buscar las costas y brindarse a los humildes».

El mundo se pudo envolver en una servilleta por la fragilidad de su consistencia, un microcosmos lo podía diluir, la vivencia se tornaba inverosímil y volvían los intelectuales a rescatar viejas lecturas para recordar cómo se había logrado salir ilesos de aquellas pestes y hecatombes que se habían dado en el mundo, los espiritistas hacían llamados de ultratumbas para escuchar las voces de Lot y El doctor Rieux .


Cuando Cese el Temor de las Naciones
Cuando todo pase volveremos a buscar la seguridad en la inocencia de los niños. 
Cuando vuelvan las cosas con rostro diferente, miraremos con otro rostro.  
Cuando vuelvan las nuevas sonrisas, iniciaremos una nueva lección. 
Cuando todo haya terminado, volveremos a caminar con los brazos abiertos.  
Cuando vuelvan a marcarse las huellas sobre la arena, nos afianzaremos a los que llegan.  
Cuando vuelva el viento lo acogeremos con la seguridad de la fraternidad de los adioses. 
Cuando vuelva a escucharse el tambor del sol, se habrá retirado el fantasma de la oscuridad.  
Cuando volvamos a mirar la totalidad de los rostros, podremos mirar la alegría de la sonrisa.  
Cuando volvamos a diferenciar los días, miraremos la brillantez del domingo y la tristeza de los lunes.  
Cuando cese el temor de las naciones, volverán a pensar en la búsqueda en las entrañas de la tierra. 
Cuando encuentren el antídoto, volverán a llenar los bolsillos las industrias farmacéuticas.  
Cuando haya pasado la pandemia, quedaremos comprometidos con exterminar la del hambre.  
Cuando se controle el Covid 19, el trino de los pájaros nos recordará mirar en el otro la imagen.  
Cuando haya terminado el aislamiento, creeremos más en el bien de la naturaleza.  
Cuando se haya retirado la pandemia, volveremos a ser más honesto en el cuidado de la salud y la educación.  
Cuando volvamos a salir con la libertad de los pájaros, seremos más atento con los cuerpos de agua. Cuando todo vuelva a la normalidad, buscaremos otra para cambiar la que teníamos. (Imagen 1 de Gerard Mak en Pixabay. Imagen 2 de Sasin Tipchai en Pixabay Imagen 3 de Gerd Altmann en Pixabay)
Juan Vicente Gutiérrez Magallanes, Escritor






sábado, 29 de agosto de 2020

La Vida No Es Una Línea Recta


Hay Siempre Una Canción en la Alegría y la Tristeza


Por Juan Vicente Gutiérrez Magallanes

La vida no es una línea recta, sino una trayectoria con cimas y valles en la búsqueda de un estado de frescura y sana tolerancia para continuar por los senderos del universo, que van marcando los días que nos toca vivir. 
Por lo anterior, después de escuchar un tango de vida pesarosa como «Cambalache», hago un  acto de sano esparcimiento y escucho a Celia Cruz, en  «La Vida es un Carnaval», quien me da un consejo sobre lo bueno y noble de la vida, y cuando ya me he reconfortado, vuelvo y busco ese tango en son de bolero de nostálgico lamento, «Las Cuarenta»”, en la voz de Rolando Laserie, quien me deja mirando lo gris que tiene la vida y lo desconfiado que debemos ser para con nuestro semejante. Pero de inmediato, bajo el telón y entro a los recuerdos para encontrarme con los boleros de Agustín Lara, y en la nebulosa evoco canciones, que son poemas románticos con un toque exquisito por la vida. Entonces me detengo en el remanso sonoro que nos hace reír en silencio con fruición espiritual. 
Salgo a la puerta para escuchar con mayor claridad los pregoneros que rompen la rutina de los que caminan con mayor libertad, los perros y las mariamulatas, porque estamos a la defensiva y predispuestos en esquivar la Pandemia que contagia el universo. 
Los pregoneros son anunciadores de diferentes objetos, ya sea para alimentar o permutar. Se unen y   originan la melodía de una canción que hace olvidar la presencia de la contaminación viral. 
         
Agustín Lara                     
En esa calle cercana a la playa, donde se logra escuchar la conversación de las Nereidas sobre las olas, narran las situaciones de otros lares, algunas veces se detienen para anunciar sus productos, pues venden colores transformados en limones, naranja, níspero y plátanos verdes; el que anuncia el tinto con un silbido muy sonoro deja disuelto el aroma en toda la calle Real del Cabrero, esa que fue seno de los momentos agónicos de don Rafael Núñez, atenuados por las últimas notas del himno que había creado; el vendedor de peces frescos portadores de los movimientos de las olas marinas; el vendedor de bolis orlados con sabores de frutas tropicales; el chatarrero, con misión de Aladino, quien toma las estufas escarchadas y deja la esperanza para reemplazarla por una reluciente, el cantador de las bondades del aguacate y el limón, deja esparcido el eco de la panacea contra la pandemia que amenaza; el tejedor de fibras moldea redes para el descanso; el anunciador de la sazón de otros lares, gastronomía que entra a hacer parte de la sal del mar disuelta en la Calle Real. 
Los pregoneros dejan en el eco voces que riman e inventan melodías que solo los residentes de la calle saben escuchar, y cuando no pueden hacerlo, esperan el asomo del músico de la Calle Real, para que escriba con las notas apropiadas las melodías que aquellos en su diario recorrido ofrecen a los residentes, sin que falte el trino de las mariamulatas, ni los graznidos de los alcatraces, como tampoco el ladrido profundo del perro Manolo, que sabe escuchar con paciencia a los demás cánidos de la calle. 
Rolando Laserie
En esta calle, no importa lo apartado que se esté de la periferia, a ella llegan y entonan sus melodías. Las canciones que llegan son alegres, sustituyen a la música clásica que escucha el melómano de la calle. Mas allá, un fantasma solitario trina y canta una melodía triste. 
Entonces volvemos a recordar los boleros del Poeta de América, quien jamás olvidó el aroma de esta tierra.
 Juan V G Magallanes  
 



viernes, 28 de agosto de 2020

«En Chimá Nace Un Santo»


Celebrando al Escritor de Lorica Manuel Zapata Olivella

Por Gilberto García Mercado

He leído «En Chimá Nace Un Santo» la novela corta de Manuel Zapata Olivella con una devoción que raya entre el asombro de un buen lector y, ese cuidado con que el escritor va colocando las palabras como si la novela fuera una gran construcción, una obra de arte valiosísima y, por ende, requiriera de su creador tal grado de sublimidad que, la menor distracción significara el riesgo de que «En Chimá Nace Un Santoi» se desmoronara y entonces no fuera una obra cumbre de la Literatura Colombiana. 
En Zapata Olivella hay un olor a literatura, el lector avezado hallará en las páginas de esta novela, la percepción de que está asistiendo a la trama de cuerpo presente y, por consiguiente, ya no podrá apartarse de la narración que implica seguir la hoja de ruta que plantea el gran escritor de Lorica hasta el final. Y en esto Zapata Olivella es un maestro. 
Conjuga con perfecta maestría la ironía con la franqueza que en ningún momento hiere susceptibilidades, al contrario, va atrapando al lector en ese universo en donde no se puede espabilar, so pena de perder el hilo del argumento y, desconectarse de una bella historia escenificada en Chimá, una población de Córdoba, sería una total y completa herejía.  
Alguna vez leí que en literatura los argumentos son los mismos. Esto que acontece en Chimá ocurre desde que el hombre halló en la oralidad un disfrute, un goce por querer conocer otras culturas y otras génesis, pero ahora narradas desde otras perspectivas, desde otros puntos de vistas o lenguajes. De tal manera que Zapata Olivella, al igual que otros escritores como García Márquez, Octavio Paz, Carlos Fuentes o Julio Cortázar no descubrieron al urdir sus obras nada nuevo, en cambio sí el elemento estético, cual artesano que moldea su obra colocando en cada rasgo de su iniciativa algo que va asociado con el espíritu y, como ya he dicho con ese estado de sublimación, algo así como el trance hacia el infinito, hacia otras deidades en que obra y autor se fusionan, pues una u otra no pueden existir y esa es la escenificación de «En Chimá Nace Un Santo».  
El Día de los Difuntos en esta población ribereña está plagada por supersticiones, creencias y mentes frágiles cuya ingenuidad resultan fácil presa de personajes cuya oratoria los lleva a enaltecer o maldecir a un ciudadano que colocado en la palestra pública sufrirá mitificación u odio, milagro o maldición. Y hacia esa dualidad, ese hibrido de santo y diablo, marcha Zapata Olivella manipulando la novela, al lector en sí, hasta conseguir una magistral narración. 
Cosas que suceden en los pueblos, que se repiten hasta la saciedad, no en cambio, el elemento minucioso como si acariciara del trance entre novelista, la palabra y, finalmente, el lector. 
Se cumple entonces la premisa de que no hay historias insignificantes si se narran con el tacto y la delicadeza de un Zapata Olivella. Porque el escritor se engrandece a partir de ese día bendito o funesto en el que la tormenta, como es costumbre en Chimá, arrecia hasta el punto en que un relámpago desata un incendio en la cabaña de Domingo Vidal, una criatura enferma y tullida, condenada a la inmovilidad de por vida que en adelante será el eje central sobre el cual girará la novela. Pues el padre Berrocal encargado de los responsos en el Día de los Difuntos, armándose de valor traspasa las llamas que envuelven la casa del tullido y, lo rescata ante el asombro del pueblo que al observar ninguna quemadura en la pobre criatura lo erigirá en santo que desde ese momento comienza a decidir en Chimá, porque ha nacido un bienaventurado.  
Es la literatura de Zapata Olivella nacida desde la diáspora en África, una búsqueda constante por la reivindicación de una etnia, que soportó hasta nuestros días las injerencias arbitrarias propiciadas por la esclavitud, su carácter díscolo y revelador lo llevó implícito en las universidades en donde se pudo enfrentar a las hordas de los hombres egoístas con la herramienta que sabia utilizar más que nadie: la novela y la poesía. 




           

sábado, 22 de agosto de 2020

Gran Pijamada Literaria Este 28 de Agosto a las 8: p:m

Visitas al Patio y Lecturas de Poemas Inéditos Homenaje
A los Cien años del Natalicio de Manuel Zapata Olivella 

Por La Redacción de La Calvaria Literatura

Este viernes 28 de agosto, a partir de las 8:00 pm la Fundación Universitaria Tecnológico Comfenalco, a través de la Agenda Cultural de sus Bibliotecas realizará una Pijamada Literaria: Visitas al Patio y Lecturas de poemas inéditos, aprovechando el homenaje a los 100 años de su natalicio del médico, antropólogo, folclorista y escritor, Manuel Zapata Olivella. Con esta conmemoración se busca reivindicar la importancia del aporte a la Literatura Colombiana y Latinoamericana de este escritor tan prolífico y avezado.  
Quienes sean amantes de la literatura podrán enterarse y participar en este conversatorio en el que escritores, docentes, estudiantes y comunidad en general podrán compartir y conversar desde nuestros dormitorios y, entre almohadas, de estos poemas inéditos del narrador que con su pluma dio a la luz obras como: «Chambacú Corral de Negros», «Chango, el gran putas», «En Chimá Nace Un Santo», «La Calle 10», entre otras.

Como es de público conocimiento en el ámbito cultural, Olivella legó a la Literatura Universal una vasta obra en cuyas paginas se halla el sentir y la revelación abnegada de una etnia que reclama mediante la poesía y la prosa unos derechos que a través de la historia se han ido conquistando con esfuerzo y tesón. 
 
         
Alfredo Alvear Medina, Organizador             
En «rebeldía» entonces se declara el escritor de Lorica que recorrerá el mundo dejando bien sentado su posición en contra de un sistema que pretende discriminar al negro y que en épocas pasadas conoció los sufrimientos perpetrados por la esclavitud.  
Este 28 de agosto es la cita para que los lectores conozcan y se asombren con la obra de Manuel Zapata Olivella.

En este link puedes conversar y opinar sobre el gran escritor de Lorica  meet.google.com/cte-ytyu-qtu

martes, 18 de agosto de 2020

Colombianadas

Los Desatinos del Presidente

 Por Rafael Eduardo Yepes Blanquicett 

Presidente Iván Duque M
El mismo día en el que se conoció la decisión de la Corte Suprema de Justicia de dictar medida de aseguramiento contra el senador y expresidente, Álvaro Uribe Vélez, consistente en detención preventiva cumplida en su lugar de residencia, algo que se conoce como prisión domiciliaria o casa por cárcel, el presidente de la República, Iván Duque Márquez, en su alocución diaria para informar sobre el estado de la pandemia, se refirió a dicha detención como un tratamiento injusto para alguien que lo único que ha hecho es servir al país, agregando que, personalmente, creía que Uribe no había cometido nada de lo que se le acusa y que debía respetársele el principio de presunción de inocencia, por lo que la Corte debería reconsiderar su decisión, no sin antes aclarar que era respetuoso de la ley y la Constitución y que solo estaba expresando su opinión personal como ciudadano colombiano.
La misma posición la dio a conocer en un tuit que publicó unas cuantas horas antes de su alocución, lo que generó numerosas críticas y comentarios a favor y en contra, convirtiéndose rápidamente en tendencia. 

Al día siguiente, en horas de la noche, en entrevista concedida a un canal nacional de televisión, ratificó su posición con el argumento de que era su opinión personal como ciudadano, sin desconocer que, como primer mandatario, debía ser respetuoso y acatar la decisión de la Corte. Esa fue su respuesta a la pregunta de la periodista que lo entrevistaba, «de que si no le parecía que se estaba extralimitando en sus funciones». 

Aunque no lo quiera aceptar y, tozudamente, continúe diciendo que es su opinión personal, el presidente Duque está transgrediendo la Constitución y la ley, en las que, expresamente, se garantiza la independencia de los poderes públicos, como requisito fundamental para lograr el mejor funcionamiento del Estado en condiciones democráticas de igualdad y equidad.
El primer mandatario se está extralimitando en sus funciones, en tal sentido, se asemeja más a un dictador que a un presidente de un país con un Estado Social Democrático de Derecho. 
Curiosamente, muchos de los simpatizantes del senador-expresidente no tienen claro qué es una dictadura y qué es una democracia, pues, a la pregunta que hiciera un reportero sobre el porqué de la marcha del viernes 7 de agosto, el simpatizante respondió, «porque Colombia es un «narcoestado». 
Ante la actitud del presidente, la Procuraduría decidió intervenir, haciéndole un fuerte llamado de atención, conminándolo a respetar la independencia de las tres ramas del Poder Público y, que no continuara cuestionando a la CSJ por la decisión tomada en el caso de Uribe, ya que, como Presidente, representante del Poder Ejecutivo, debe ser imparcial, absteniéndose de criticar las decisiones de las otras ramas del Poder Público.  
«Ningún servidor debe alentar a desconocer las decisiones judiciales», sentenció el Procurador.
Rafael E Yepes Blanquicett


 

domingo, 9 de agosto de 2020

Y lo Arrojaron Al Mar de Donde Había Venido


«Esteban»: El Ahogado Más Hermoso Del Mundo 

Por Rafael Eduardo Yepes Blanquicett

«El ahogado más hermoso del mundo», es un cuento corto de Gabriel García Márquez de solo cinco páginas, en las que Gabito, como cariñosamente lo apodaron sus amigos y contertulios más cercanos, cuenta la historia de un misterioso hombre que apareció ahogado en las playas de un pequeño y perdido poblado costero, semidesértico, enclavado en un acantilado a orillas del Mar Caribe, en cuyas calles, áridas y solitarias, reverbera el calor cuando no está soplando el viento marino que refresca las tardes de ese apacible pueblo en donde parece que nada extraordinario sucede. 

La mañana en la que fue encontrado «Esteban» por unos niños que jugaban en la playa, parecía una mañana cualquiera, rutinaria, como todas las cosas que se presentaban en ese lugar olvidado por el tiempo y por la historia.
El alboroto que se formó cuando se dieron cuenta de que el bulto con el que se divertían los niños en la arena, era el de un cadáver, más exactamente, el de un hombre y no de un hombre cualquiera, pues, era enorme, corpulento, agigantado e increíblemente hermoso. 

La noticia se regó como pólvora y, de un momento a otro, las secas y solitarias calles del villorrio, se convirtieron en un río humano, un montón de gente que llegaba atraída por la historia del gigante hermoso que había aparecido muerto en la playa, que nadie sabía quién era ni de dónde venía y que no se parecía a ninguno de los habitantes del pueblo ni de las poblaciones cercanas.  
 
Gabriel García Márquez
Su procedencia era todo un enigma y no faltó quien dijera que se trataba de un ángel que había caído del cielo accidentalmente.
En este cuento breve, García Márquez emplea casi todos los recursos propios del realismo mágico, típico de su vasta producción literaria, desde cuentos, relatos, novelas, crónicas y ensayos, hasta ese monumental coloso artístico que se denomina «Cien años de soledad», en los que se funde y confunde la realidad con la ficción y la ciencia ficción de una manera mágica, magistral y prodigiosa.  
Solo así, se puede explicar el origen de «Esteban», nombre dado al ahogado más hermoso del mundo que apareció de pronto flotando en el mar, muy cerca de la playa de ese pueblo reseco por el sol y la brisa salada: es que se parece a Esteban, tiene cara de Esteban, no puede ser otro, sino, Esteban. No le cabe otro nombre, decían encantadas las mujeres del pueblo que lo arreglaban para darle cristiana sepultura, aunque terminaron arrojándolo al mar de donde había venido.Imagen Tomada de https://www.isliada.org
Rafael E Yepes Blanquicett




miércoles, 5 de agosto de 2020

Del Libro Inédito de *Alexis Jattin Torralvo

LORICA. 1920 – 2020 
MANUEL Y ELÍAS: CIEN AÑOS DE HISTORIA 

ELÍAS BECHARA ZAINÚM: UN HOMBRE ETERNO

Hombre visionario, adelantado a su época y portador de la eterna sonrisa que solo puede esbozar quien está convencido de la nobleza de la obra que representa.  
Un ser único, a quien el creador les insufló la felicidad reservada a los espíritus libres; sempiterno, que se dio a los demás, a todos, sin medida, sin barreras, sin más aspiraciones que ver a sus semejantes encumbrados en lo más alto, realizados y orgullosos de su región, de sus logros y de lo que ahora representan para la tierra que los vio nacer.  
Empedernido en pregonar y demostrar que la palabra «Imposible» no podía pronunciarse en castellano porque no existía, era un creador de historias, moldeador de vidas, hacedor de miles de hombres y mujeres de bien, que a través de su profesión, reconocen en la educación el verdadero legado, el tesoro incalculable, que perdurará tanto como la memoria del fundador, de ese hombre que se impuso a las críticas y las devolvió enseñándoles a sus detractores la filosofía del amor y de las cosas bien hechas. 
Esposo, padre y abuelo ejemplar, que nunca se rindió en sus propósitos, que regalaba a todos el mismo afecto y la misma consideración y que hoy es el portador de la antorcha que iluminó y aún alumbra a miles de profesionales, que día a día se forman como personas de bien para su amado Caribe y para la sociedad colombiana. 
Ese era el Doctor Elías Bechara Zainúm, un hombre eterno, un nombre que perdurará para siempre, una obra viva en cada uno de esos muros que edifican los colegios y universidades que se refleja a diario en sus profesores, catedráticos y alumnos. Un profesional que se preparó a sí mismo y a su familia para portar el estandarte de la verdadera educación humanista y de calidad.  
Hoy se le reconoce como prohombre, pero en sus inicios era considerado apenas un «Loco», denominación que se ajusta perfectamente a la descripción de los espíritus elevados, de los grandes seres, que los anales reconocen luego como genios e iluminados, capaces de torcer la historia y reescribirla en letras doradas para orgullo propio, pero, sobre todo, para bien de la humanidad.  
Elías Bechara Zainum
Testigo de esa gesta fue el periodista Rafael Yances Pinedo, quien en marzo de 1965 escribió en Integración: «Sin embargo, la casi totalidad de los cordobeses ignora la existencia de la Universidad de Córdoba. Es más, la mayoría de los cordobeses ignora también que se trata de la obra material e intelectual del doctor Elías Bechara. Desde hace más de diez años, este hombre carismático andaba pregonando la necesidad de crear y organizar la Universidad de Córdoba. Por sus gestiones y sus impulsos, fueron expedidos acuerdos, ordenanzas y leyes, que permitieron este hecho de una Universidad».  
Amigo absolutamente entrañable del doctor Elías Bechara Zainúm por más de cinco décadas, fue don Hernán Gómez Pineda, hombre noble, probo y admirable, quien en 2009 escribió: «Elías digno y grandioso hombre de Córdoba y de la Costa Atlántica. Serio, culto, sencillo y generoso, dedicó su vida a la creación de la cultura y al amor por su mujer, sus hijos y la población cordobesa». 
«La Universidad de Córdoba le debe su creación y ejecución, por muchos años, para educar a la juventud cordobesa más necesitada. La Universidad del Sinú, su creación personal, producto de su experiencia, sabiduría y pasión por la ciencia, es hoy una Institución de primer orden en la Costa Atlántica y el país. Ya en el atardecer de nuestras vidas y en el silencio del tiempo, su espíritu mantiene encendida la luz en la creación de la ciencia, el conocimiento y la educación de su fuerza creativa».  
El capitán, ex piloto comercial, Don Pompilio Silva Marines, señala: «El doctor Bechara era un hombre de magnitudes inmensas, porque le dio cultura a Córdoba. Él fue contra viento y marea quien trajo la instrucción y el aprendizaje a todos los muchachos de Montería que no podían irse a otra ciudad a estudiar. Respecto a Doña Saray, es una mujer muy educada, que ha demostrado que tiene unas calidades envidiables como ser humano».  
Su amigo y compañero incondicional de toda la vida, el Medico Ginecólogo Don Eliecer Arrieta, dijo: «Personalmente pienso que el Doctor Elías Bechara es un símbolo de la educación en Colombia, especialmente en nuestra Región Caribe, porque fue un hombre muy visionario, con unos principios morales y una actitud siempre positiva. 
Claro, es que una persona que es capaz de fundar universidades, de por sí denota su altruismo y una cantidad notable de principios de conocimiento y de pensamiento», expresa Arrieta Arteaga, quien fuera el primer decano de la Facultad de Ciencias de la Salud en Unisinú.  
Cuenta Don Gastón Berrocal Canabal, que Don Elías fue el primero que lo llamó para decirle que iba a ser Gobernador, antes que saliera el Decreto Presidencial. Lo recuerda como un excelente alcalde de Montería, que empezó a transformar una comunidad pequeña que habitaba una aldea, en la sociedad que hoy integra una metrópoli. 
Don Gastón celebra con el mismo regocijo su constancia para fundar las universidades, como el talante y sentido del humor que lo caracterizaba. Exalta que, «para él no había obstáculo, se ponía a ejecutar un plan y ahí lo llevaba a cabo, era pacifista pero intensamente constante en su actuar». 
El presidente de la Cámara de Comercio de Montería, el Doctor Félix Manzur Jattin, no ahorra adjetivos para demostrar su admiración por el Doctor Elías Bechara Zainúm, su señora esposa y sus hijos: «Hago un breve recuento de un gran hombre, icono de emprendimiento y humildad: Elías Bechara Zainúm, hijo de inmigrantes fenicios, Don Elías fue un hombre dinámico, combativo, inteligente, académico, que dimensionó a su tierra natal, nuestro Departamento como un escenario de grandeza y fue así como fundó la Universidad de Córdoba y la Universidad del Sinú».
«Tuvo el soporte de una persona generosa e inteligente como lo es su esposa doña Saray Castilla de Bechara y con el apoyo decisivo de sus hijos: Rolando Bechara Castilla, que hoy regenta la Universidad del Sinú en Cartagena, de Mará, Use, María Fátima y Rosana. Hemos podido comprobar que con base a la cooperación mutua y al dinamismo y tenacidad de esta gran familia, han catapultado los escenarios académicos de la Universidad del Sinú no solo a nuestra región, sino también al Caribe y a Bogotá».
 El AUTOR
*Alexis de Jesús Jattin Torralvo, nació el 1 de mayo de 1958 en Lorica, Córdoba. Administrador de Empresas con especializaciones en Gestión Pública; Hacienda y Presupuesto Público de la Escuela Superior de Administración Pública - ESAP. Miembro Numérico de la Academia Colombiana de Genealogía y actual vicepresidente de la Academia de Historia de Córdoba. Miembro del Parlamento Internacional de Escritores y de la Asociación de Escritores de la Costa - con sede en Cartagena. Con una vasta experiencia de más de 30 años en el sector público. En la actualidad se desempeña como profesional especializado de la Universidad de Córdoba - Sede Lorica.

Es autor de los libros:  
«Hatem. Jattin - Una Familia Libanesa en el Mundo». Editorial Zenú- 2015. 

«Torralvo - Un Apellido con Historia». Editorial Zenú. 2016. Segunda edición aumentada y corregida. Editorial Zenú 2018.  
«Colonia Siria y Libanesa en Lorica y sus Cercanías». Editorial San Pablo 2017. Segunda Edición. 2019.  
«Lorica Bien Nacida. Genealogías de las Familias Loriqueras». 2019. Segunda Edición 2020.  
«Familias Cruzadas». Estudio Genealógico en la Sabana y el Sinú Lorica. 2020. 
«Partido del Sinú – Gobernantes y Personajes en la Historia. Lorica. 2020». 


jueves, 30 de julio de 2020

Todos Los Años Por Agosto

EL LAVADOR DE RECUERDOS

Por Gilberto García Mercado

Todos los años por agosto a mi padre le entran unas ganas irresistibles de viajar a Cartagena para solazarse con el mar. Desde que tengo conciencia, como hijo mayor de «El Clan de los Vásquez» no recuerdo que haya transcurrido un año en el cual el viejo haya dejado esta fecha de lado y, desistido de acudir religiosamente por verano a su entrañable cita con el mar.  
Él es una persona bromista todo el tiempo y nunca permanece callado sino lo suficiente. Sus casi dos metros de altura lo destacan y predisponen entre la multitud, hasta el punto que parece un ser irregular entre todos los humanos, algo así como un pájaro extraño sobre el cual no se le conoce afinidad alguna con otra ave de su especie, es decir, que el pobre tipo es único e irrepetible entre esta pléyade de aves que habitan el planeta.  
Los primeros días de agosto en que papá Jaime dejaba ver su singular alegría, una semana antes de su viaje a Cartagena, la familia ya sabía que aquellos excesos de simpatía se debían a una fecha irremplazable, solemne y, en la que nunca se sabía qué motivos propiciaban en el viejo tan particular conducta.  
—Hijo, ordenemos el sótano—decía con una voz que reflejaba su particular estado de ánimo—He de limpiar algunos objetos que siempre llevo conmigo en mis viajes.  
Entonces como si fuera un sacerdote en el sótano oficiaba la singular ceremonia. De un estante ruinoso desempolvaba un papel plástico envuelto y apretujado con cuerdas de nailon, el cual abría sobre el piso del subterráneo y, allí se aplicaba toda la mañana lavando con tal dedicación el papel plástico, como si con ello obtuviera alguna merecida recompensa hacia la eternidad.  
—Y no te olvides de las fotos—decía el hombre aparentando cierta indiferencia—Las de las dos chicas rubias, las más hermosas del grupo.  
Lo demás era contemplar en el coche montañas, valles y territorios fértiles y sórdidos algunas veces, hasta que por fin el vehículo hacía su entrada triunfante en la ciudad. Recuerdo que en las tres horas que duraba el recorrido, mamá había permanecido en silencio, como si su presencia en la vida de don Jaime no significara nada y, él simplemente fuera un extraño en ese ámbito de un Renault cuatro.  
—Simona, ¿por qué papá nunca falta un trece de agosto a su cita sagrada con el mar?—le preguntó Melissa, una de mis hermanas menores a mamá— ¿Qué hay tras de todo este despliegue de sábanas plásticas, sillas y fotos viejas tan de repente?  
Ni el padre ni la madre que la habían escuchado dijeron nada al respecto… 
Ahora en la playa se ha puesto en escena la función tanto esperada por el viejo. Con una devoción enfermiza papá afirma sus pasos como si la tierra no fuera confiable y en algún momento se pudiera resquebrajar por su peso y, entonces él se precipitara hacia la otra dimensión en dónde por siempre estaría perdido. Cuando ya recobrada la confianza gracias a su introspección, mira abriendo desmesurados sus ojos el cielo de este verano inmarcesible y, como pidiéndole permiso a una divinidad escondida en los cielos, eleva con las manos un beso a las alturas mientras grita:  
—Bienvenido agosto 13 a nuestras vidas. Nada será tan importante como la presencia de don Jaime en estas playas de mi juventud… 
Tal parece que en las anteriores palabras hubiera empleado alguna secreta energía que lo dejara exhausto, va recobrando la fuerza con lentitud, como si fuera un bebé al cual hay que ayudar a levantar mientras se repone del esfuerzo.  
— ¿Qué es lo que le pasa al viejo?—digo preocupado por el extraño desfallecimiento que ha amenazado con derribar a papá de bruces contra el suelo— ¿Tú sabes algo, madre?  
Simona no dice nada. Simula no haber escuchado mis palabras y ni siquiera ante aquellas aguas cristalinas de la bahía se despierta en ella algún urdido deseo de bañarse en las playas de Boca Grande o el Laguito.  
Pienso que tan solo basta un día en la vida, un absurdo día en muchos años, como este en el que el sol incandescente nos recuerda nuestra total fragilidad, lo inerme que estamos ante este mar furioso y tumultuoso en la distancia, allá en altamar, para que se descubra que no por haberse levantado y crecido veinte o treinta años, entre una familia que quizás algunos imaginen perfecta, necesariamente se llegue a conocer a plenitud a un padre o a una madre.  
Por lo pronto papá Jaime recuperado de su desmayo vuelve sobre lo que lo ha mantenido con vigor y optimismo irreconocibles cinco o seis días antes de este viaje a Cartagena de Indias. Ha desplegado el enorme papel plástico debajo de una palmera, ha colocado dos o tres sillas y, en una mesa ha colocado las fotos en sus marcos de las dos chicas rubias. 
        
Gilberto García Mercado, Editor         
En la mecedora en que se sienta se abandona al dulce sopor del trópico, la brisa que de tanto en tanto le llega de arrebato, me advierte que soy carne, piel y hueso de ese pobre viejo que es papá. Entonces soy sangre y arteria, oxígeno que viaja por sus pulmones, soy la retina que contempla el gran secreto de don Jaime Vásquez, amó tanto a aquellas dos chiquillas que por eso es que Simona se hace la indiferente cuando la verdad lo que quiere es gritar.  
Como hijo mayor de los Vásquez a mí me corresponde continuar con el legado de lo que ya algunos han calificado la extraña ceremonia de papá. Llegará el tiempo en que comience a parecerme a él, con una Simona envejecida y un papá contento de que lo entierren al lado de las dos chicas rubias. Ahora entiendo la conducta del viejo, sé por lo que ha debido pasar Simona, una vida de sacrificios por una familia sin amor y sin un esposo a lo largo de toda una vida.  
Imagen de andry noviandi en Pixabay 


  

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