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sábado, 23 de marzo de 2019

¿Qué Hay Más Allá De La Muerte?

EL INTERROGANTE QUE NO HEMOS PODIDO RESPONDER

Por Gilberto García Mercado


Desde sus orígenes el hombre ha intentado dar respuestas a ciertos interrogantes que hacen de la especie humana, la más privilegiada con un Dios Creador para algunos, y el ser producto de la evolución del Homo Sapiens hasta nuestros días, para otros.  
En ambos casos, el individuo se presenta como un ser pensante, capaz de resolver conflictos, de adecuar el entorno con las bondades para la buena vida: amor, salud, riqueza y esplendor.  
Sin embargo, en esa travesía que ha significado la transición del individuo: desde el Homo Sapiens más de 200.000 años si nos acogemos a la Teoría de la Evolución. O más de 2000 años si aceptamos la Era Cristiana, es mucha el agua que ha corrido debajo del puente.  
Es meritorio y digno que entre todos los seres vivos, el hombre es el único que piensa, razona, y tiene la facultad de adquirir conocimientos, construir atmósferas para el bienestar de los suyos y sus descendientes.  
Si esta «generación de la Internet», con su confort de manejar todo a partir de un clic, de poder comunicarse en facebook, reducir trabajos de meses a días, la tecnología al servicio de la salud, la enfrentáramos a algunos episodios de la Era Prehistórica, sería algo catastrófico volver a intentar encender el fuego frotando dos maderos.  
Nadie entonces podría «sobrevivir» sin la energía eléctrica de nuestros días, sin la invención del automóvil, del avión, sin los avances en la genética, sin los viajes a la luna y la exploración de planetas remotos.  
Seguiríamos cayendo ante la tuberculosis, la lepra, la demencia y la infertilidad en las mujeres. Veríamos las grandes obras de ingeniería como el Canal de Panamá, Palm Islands, La Gran pirámide de Guiza, la Gran Muralla China, y otras maravillas en ciudades como Nueva York, París, Londres o Barcelona, como simples utopías que el hombre jamás contemplaría al menos emprender.  
Porque en este siglo el hombre ha ido alineándose a la ciencia, tiene respuestas para todo, se ha vuelto especialista en lo bonito, la cirugía corrige narices chatas, se hace inseminación artificial y los granos y la carne de consumo para los humanos comienzan a intervenirse. 

Tal parece que con el calentamiento global, la tierra no tuviera algo que ocultarle al hombre. Pareciera que lo que obsesionó al individuo, los secretos del planeta hubieran sido desentrañados, nuestros orígenes ahora se direccionan hacia otros destinos, hacia otro planeta por descubrir ante la inminente devastación del nuestro.  
Asombra entonces las conquistas del hombre. Hemos llegado a un punto en que parece que lo sabemos todo, el otro día hicieron el primer trasplante de cabeza en China. ¿Se figuran?  
Sin embargo, aún continuamos muriendo. Desconocemos qué hay más allá de la muerte. A veces me figuro que todos nosotros somos dioses. Aunque sigamos envejeciendo, la verdadera conquista del hombre sería descubrir si en alguna parte de este «misterioso universo» hay alguna oportunidad para el ser humano, si Dios en verdad existe, porque si hay universos paralelos, cabe la pregunta: ¿Será que cada planeta tiene un Dios? ¿Es igual de misericordioso como el nuestro? ¿Estamos solos en el universo? ¿Nos vigilan los alienígenas?  
En la actualidad todo se circunscribe a la problemática derivada por el uso inescrupuloso de gases de efecto invernadero, hay cierta ofensiva en la búsqueda de un planeta con las mismas características de la tierra, cada quien anda en su afán, y ya casi nadie cita a Dios. Si es así: ¿Qué lugar ocupa Dios en su vida? ¿Cuál es su rango y carácter si ya sabemos que Él no tolera gloria ni exaltación compartidas? Qué se abra el debate. 
Gilberto García M, Escritor

lunes, 18 de marzo de 2019

Poemas de La Desesperanza



                              
          
                           

            ME DUELE LA CIUDAD


                  Por Juan Vicente Gutiérrez Magallanes

         Ahora no salgo a la calle
No quiero escuchar
oraciones de manos extendidas
Pregones de un dios exterminador
Senos mustios de adolescentes
mostrados por un caramelo 
                                                                                                                                





Si salgo lo hago como invidente
Guiado por su lazarillo

Estoy cansado de la llaga
Implorante de caridad
Estoy cansado del performance
de la adolescente prostituta

Ya no quiero sentir el hambre
De los niños, acompañada
de risas aprendidas bajo la
Férula de adultos prostituidos

Cartagena se ha convertido
en una galería de miseria

Alarcón, como pintor de la desdicha
muestra un aquelarre de adolescentes
Copuladoras con pastores y policías











¡Me duele la ciudad!

Venden las risas de los niños,
la lozanía de los rostros,
la mujer que se aproxima
en el nacimiento de sus senos

La ciudad muestra el llanto de mujer
violada por filibusteros y piratas!
                                                    
Juan Vicente Gutiérrez Magallanes, Escritor                                                          


                                            

   

viernes, 15 de marzo de 2019

OBJECIONES A LA JEP


"No Hay Una Verdadera Justicia 
Reparativa Para Las Víctimas"

Por Rafael Eduardo Yepes Blanquicett
  
El pasado domingo 10 de marzo, en una breve y contundente alocución, el presidente Iván Duque presentó y explicó públicamente sus observaciones a seis artículos de la ley estatutaria de la Jurisdicción Especial para la Paz, aprobada por el Congreso de la República mediante la Ley 1922 del 18 de julio de 2018, acogiendo los cuestionamientos de su jefe político, Álvaro Uribe Vélez, de su partido político, el CD, y del Fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez Neira.

Según el Fiscal General, que fue el primero en pronunciarse al respecto, los apartes cuestionados no garantizan que haya una verdadera justicia reparativa para las víctimas del conflicto armado, ni una verdadera garantía de no repetición de los hechos que dieron lugar a este prolongado conflicto de más de cincuenta años. A estos señalamientos se sumó el expresidente-senador y, luego, los integrantes de su partido, el Centro Democrático, por lo que Duque tomó la decisión de objetarlos por "inconveniencia nacional". 

Para algunos expertos constitucionalistas, la objeción a estos seis artículos es un verdadero golpe mortal para la JEP, ya que, estos constituyen la columna vertebral de este tribunal especial de justicia transicional, lo que significaría, en la práctica, "hacer trizas" el acuerdo de paz con las Farc, tal y como lo anunciara el exministro uribista, Fernando Londoño, en la última convención nacional del partido de gobierno. 
Por otro lado, en caso de que el Congreso tramite y apruebe las observaciones presentadas por Duque, en opinión de los mismos analistas, estas tendrán que pasar nuevamente por la Corte Constitucional para que analice las reparaciones hechas al articulado de la ley en comento, evento en el cual la Corte terminará desestimándolas, declarando exequible, de nuevo, la citada ley estatutaria.
   
No obstante, la JEP continuará funcionando, estudiando y analizando cada uno de los casos que le alleguen, independientemente de que sean aprobados o no los artículos refutados por el Gobierno Nacional, en su afán por desvertebrar el acuerdo de paz logrado con las Farc por el gobierno anterior. 
 
Rafael E Yepes Blanquicett, Abogado y Docente 




De Cartagena y los Performance en la Periferia


«¡DE CORAZÓN,  COLABÓRENME CON UNA MONEDA!»

Por Juan Vicente Gutiérrez Magallanes


Voy midiendo los pasos y relacionándolos con los encuentros de las niñas de senos descubiertos que amamantan a otros niños. Nos muestran un cuadro de un performance por el cambio de una moneda, algunas veces se elimina la obra maestra por un simple caramelo, para permitirle a la madre adolescente extraer leche de los mustios senos que expulsan lamentaciones, están extenuados, exangües y parece que se negaran al duro juego de la vida. 
El eco de las manos extendidas, continúa recorriendo las calles de Cartagena:  
«De corazón colabórenme con una moneda». 
Los niños en competencia extienden sus manos, tratando de recoger la caridad que vende indulgencias para alcanzar la calma de las conciencias.  
Los niños se olvidan de la seriedad de sus juegos, ríen como niños y piden con la seriedad de los adultos mostrada por Jorge Zalamea en El Sueño de las Escalinatas.  
Las niñas de senos mustios al sol, cuajan sus lágrimas para implorar la piedad, se convierten en madres percusionantes, golpean permanentemente el corazón de los transeúntes, sin alcanzar la melodía de la canción de la misericordia olvidada.  
«Dame para un pan», «Sólo te pido una moneda», «Dame una moneda tengo hambre», «Por amor a Dios, una moneda».  
Se rompe la onda del eco y las voces se van acumulando hasta llegar a ser confundidas por el pregón que predice la salvación para los que dan un diezmo a cambio de indulgencias.  
Los prestidigitadores anuncian un Apocalipsis diferente al que viven los niños en las calles de la ciudad.  
El pregón del predicador del dios castigador, muchas veces se confunde con la perorata del cochero, que, ante la audiencia de cuatro extranjeros, inventa una Nueva Historia de la ciudad, sin que se interrumpa el mapalé desenfrenado que baila una pareja, ante la majestuosidad de la efigie de Bolívar. 
Al volver el silencio, se escucha:  
«De corazón colabórenme con una moneda». «Un caramelo por la muestra gratis de una madre adolescente en intención de amamantar…»  
Los niños extienden sus brazos y cantan una canción que ya no taladra los corazones de los transeúntes, se convierte en un sonsonete que deja caer una maldición de los que detentan el poder, queriendo convertir el mundo en una finca bien alambrada, que se tapiza con frases de variados sabores:  
«Por Amor a Dios Colabóreme»; «Colabóreme con una galleta»; «Colabóreme con una moneda».  
El suelo se siente duro porque adquiere mayor resonancia y la numeración de los pasos dados se ha perdido. Los niños distraen el hambre con la risa del Mimo que gana la Caridad que brinda el turista. Estos niños han aprendido a jugar con el hambre para ganarle a la tristeza el olvido. El saxo bota una melodía que deja escuchar en la otra acera la oración del oficiante de la miseria:  
«De Corazón, por amor a Dios regálenme una moneda»; «hoy no he comido, regáleme una moneda»; « ¡Tengo Hambre!».  
Vuelven las manos extendidas en el juego de los que ponen a prueba la caridad pregonada por la maestra que se olvidó del mundo que está viviendo. El Pastor que vocifera desesperadamente la llegada del Apocalipsis, como una forma de lavar sus culpas, señala la melodía de los que compiten en el logro de la caridad:  
«!De corazón, una moneda por el amor de Dios¡»; «¡Tengo Hambre no he comido!»; «¡Una moneda por el amor de Dios!».  
La melodía, no deja eco, se nubla y se pierde entre el pregón que prestidigita los números de la lotería. 
Juan Vicente Gutiérrez Magallanes
 



martes, 12 de marzo de 2019

De Cervantes, a Unamuno, Cela y Lorca


PURA LITERATURA MODERNA

Por Gilberto García Mercado

No hay duda que El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes Saavedra, es un referente si se quiere abordar los aportes de la Literatura Española a los Clásicos Universales.  
Se podría decir que El Quijote rompe con el esquema tradicional de lo que en ese tiempo se consideraba novela, (el modelo de literatura greco-romana). Cervantes ofrece una estructura circunstancial según un propósito fijo adredemente unitario. Es a partir de esta gran obra que la Literatura adquiere la importancia trascendental de contar historias, cuyos argumentos capitalicen las pasiones humanas hacia una interpretación muy específica.  
En estos intentos el escritor va soslayando, asociado a la estética el retrato de una sociedad, la belleza del lenguaje va develando historias cuyo tratamiento, es decir, entrando ya en los terrenos de la poesía, logra transformar, quizás una historia superficial en una gran novela que termina fijando los derroteros de la literatura moderna hasta nuestros días.  
Es evidente que el narrador novel si quiere ver sus obras editadas con la mesura para atraer las buenas críticas e inducir en los lectores a comprar libros debe posar sus ojos, con «devoción y religiosidad» en El Quijote.  
Unamuno con la Tía Tula ofrece el sacrificio por la familia, ya con un lenguaje asociado a la condición humana.  
Camilo José Cela con La Familia de Pascual Duarte nos ofrece la calamidad vista a través de la prisión y los manuscritos del protagonista.  
Y la poética de Lorca también es un bastión de influencia entre los contemporáneos narradores. 

                               
                  Gilberto García M, Escritor                  
   

miércoles, 6 de marzo de 2019

Adaptarse Es La Clave


EL ESCRITOR TROGLODITA
VERSUS EL ESCRITOR MODERNO

Por Gilberto García M

Jorge Luis Borges, Escritor Argentino
Los jóvenes de hoy en día, pilas en todo el sentido de la palabra, son afortunados por pertenecer a una generación cuyo mayor prodigio ha sido venir a este mundo untados de tecnología, de telefonía móvil, PC, tablas, ordenadores e internet.
Ha sido un salto desproporcionado que ha dado la Humanidad en esto de los avances científicos y tecnológicos. Jamás los de nuestra generación pensábamos que íbamos a tener acceso a un cúmulo de conocimientos e información en las redes que no nos alcanzaría la vida para siquiera pasar una página de esa vasta indagación. 
Y lo más sorprendente es que todos los días surge un software, una aplicación o un programa que te facilita la vida, te guía, vigila tu tensión arterial, te recuerda fechas y cumpleaños y monitorea tu hogar, por lo que se hace indispensable ir a la par con los avances tecnológicos si no quieres ser un troglodita en medio de la modernidad.  
Pero si a alguien ha favorecido considerablemente esta avalancha de progreso en la comunicación y en la distribución de la información y el conocimiento, eso ha sido a la «tropa de los escritores». Porque si a García Márquez le llevó 20 años escribir Cien años de Soledad, a los escritores jóvenes de hoy en día les llevará solo seis meses escribir también una buena novela. 
Además con el advenimiento de Amazon y el monopolio que ejerce sobre el mundo editorial, al escritor novel se le facilita publicar y su obra en un instante puede estar aquí o en cualquier otro lugar del mundo lista para ser leída. 
Es tal la avalancha de ofertas de libros que algunos emprendedores en esto de la tecnología se han dado a la tarea de diseñar estrategias de marketing para que el interesado sepa qué debe leer y qué no, porque el tiempo no le alcanzaría para informarse sobre las ofertas de libros.  
Sin embargo, no todo es como lo pintan. 
         
Juan Gabriel Vásquez, Escritor Colombiano   
El escritor que escribe un ebook debe saber que para que su libro sea promocionado debe invertir en publicidad. Además nadie le garantiza que su novela se convierta en un betseller, nadie le asegura que alguien siquiera la hojeará. 
Se han visto casos de escritores que han publicado cuentos y novelas en la red, pero en dos años nadie ha visitado esas páginas. Además, con el ánimo de explotar económicamente el mercado, algunas editoriales han dejado el filtro o la calidad de la obra a un lado, es decir, se concentran únicamente en que el autor asuma los riesgos y manifiestan que están frente a una gran obra cuando en verdad no es así.  
En un tiempo los grandes medios y editoriales pronosticaban la muerte del libro impreso. Hoy el ebook convive entre la mayor camaradería con la novela o el cuento impreso que es su hermano gemelo.  
El escritor antediluviano debe sobrevivir a estas épocas de cambio, aprovechar de la mejor manera este invento de la tecnología y verter toda su narrativa sobre el ordenador antes de que llegue el apocalipsis.  
Entonces quizás su obra sea un betseller en Amazon.
Gilberto García Mercado, Escritor

sábado, 23 de febrero de 2019

En La Calle Del Pescado

"Goya Jamás Imaginó La Prohibición De Comerse Una Simple Empanada En Chambacú"

Por Juan Vicente Gutiérrez Magallanes

Vivíamos tiempos de abundancia en las aguas del Caño Juan Angola, donde al golpe de la superficie de aquellas, se aglomeraban peces de diferentes especies, para vendimia de los chambaculeros, estábamos en los años de 1950, donde todavía se sentía el eco del grito por la muerte de Gaitán. 
Allí donde hoy está el Edificio “Inteligente” (Una Mole atosigante de la memoria del chambaculero), estaba la calle del Pescado, allí vivían Martín Magallanes, Antonio Carlos Del Valle, Pedro Vallejo (El Cachaco), Francisca Ricardo, Pabla Magallanes y Gregoria Fernández. 
En el dintel de la puerta de la casa de Martín, se hallaba un pescado grande labrado en madera, pintado con los colores plateados del sábalo, por este hecho el lugar fue llamado así: Calle Del Pescado. Antonio Carlos era el único alfabeto de esta calle, además de su bohemia, leía mucha Literatura Griega especialmente Mitología, quizás por esto siempre estaba buscando explicaciones mitológicas a los hechos que se daban en este sector y, para Gregoria buscó la explicación de su nombre, argumentando que se derivaba del griego “Egrégorien”: que significa “que vela, vigilante”. 
Para él Gregoria y las que llevaban el hipocorístico de “Goya”, se hacían partícipes del dios Penates, ese que vela por la conservación de los alimentos, y Las Goyas, tanto las del barrio de Getsemaní como las de Chambacú, eran mujeres que vigilaban al pie de un fogón, en la elaboración de fritos hacían de oficiantes ante esos altares,donde se trabajaba sobre la masa de maíz, percutían sobre ésta para transformar sus golpes sinfónicos en múltiples figuras, ya sea en empanadas, carimañolas y arepas. 
En aquella Casa de la Empanada, como la llamaban sus vecinos y los residentes de San Diego, especialmente los de la Calle del Jardín, donde el Chino Paternostro las saboreaba con Kola Román, y en sus momentos de bohemia, se atrevió a cantarle los versos:
Oh,las empanadas de Gregoria
Se comen con gusto y dulzura
Untadas de sabrosa asadura
Dándonos sabor de gloria.
Goya ponía su mesa en la bajada del puente de Chambacú, donde llegaba gente de diferentes sectores a comprar los fritos que aquella señora de manos gloriosas preparaba, sobretodo las empanadas de diferentes sabores: las de picado y salpicón de tollo (revoltillo de tiburón pequeño). Las de salpicón de macabí y las de huevo y carne. 
Tenían mayor solicitud las de salpicón de tollo.  Sin que por esto, no se vendieran las de huevo y carne, se acompañaban con la asadura, fiel compañera de las arepas de dulce y de los panes fritos con picado de huevo y papa. 
En la Calle Del Pescado todos los vecinos desayunaban con las empanadas de Goya y en las tardes acompañaban el arroz de coco con empanadas de picado de tollo. Se establecía una sana competencia entre el arroz amarillo por el achiote, que preparaba Pacha, cocinera del colegio La Esperanza del profesor Irisarri, y las empanadas de Goya, llevándose siempre los galardones las de la vieja Goya. 
Para los años de  1955 se realizó para un miércoles Santo de la Semana Mayor, un pequeño Festival de la Empanada, en el que participaron fritangueras de San Diego, Getsemaní y Chambacú. El jurado estaba conformado por varios cocineros que trabajaban en el ANDIAN, estos señores, luego de catar los diferentes sabores, sacaron como conclusión, premiar por igual a todas las participantes, entre ellas estaba la señora Amada González, famosa en todo San Diego por la elaboración de sus pasteles. 
Antonio Carlos Del Valle, solía declamarle a su vecina Goya el poema de Daniel Lemaitre Tono:
Cosa vieja, cosa buena
Con que no podrá “lo nuevo”
Es la empanada con huevo
Oriunda de Cartagena.
Si alguna dicha terrena
Entre los mortales anda
Es esa cosa admirada
De masa y de huevo frito
Nacida en el corralito
Una noche de parranda.

No hay adjetivo sonoro
Que apologice fielmente
Una empanada caliente
Con su encajito de oro.
Y si bien yo rememoro,
Su fama llegó hasta Europa
Pues con el “Campano” topa
Quien abra ese diccionario
Que tal frito extraordinario
Es de tierras de la Popa.                                            
Y siendo una maravilla
Autóctona y singular
Se le deben dispensar
Honores de historietilla
Pues Bogotá, Barranquilla,
El Norte, el Sur y el Oriente
Vienen aquí expresamente
Para saber a qué sabe,
Con la mano y con cazabe,
Una empanada caliente. 
En cuanto al “Campano”, advierto,
No recuerdo la edición,
Fue en el colegio Patrón
Donde lo vi y es muy cierto.
Brillat-Savarin ya muerto
Si volviera de la nada
Diría ante una empanada
Si oyera la Eterna voz:
-Espérate papa Dios
¡Que tengo una empezada!
Goya al escuchar el poema del poeta Daniel Lemaitre, se le aguaron los ojos y después rió a carcajadas por la bondad de sus manos y por los recuerdos de las satisfacciones recibidas. 
Goya acostumbraba ver a la gente caminar hacia el Centro de la ciudad triturando una empanada con el goce de un Once de Noviembre o de una Nochebuena en diciembre. Ella jamás llegó a imaginar la prohibición de la degustación de una empanada en una esquina de la ciudad.
Juan Vicente Gutiérrez Magallanes, Escritor




domingo, 17 de febrero de 2019

Por Nueva Norma en Ley 1882 de 2018

Estado Pagaría Compensación a Odebrecht

Por Rafael E Yepes Blanquicett

Según información de la revista Semana, del 2 de enero de 2019, por un "articulito" que se aprobó en la Ley 1882 de 2018, el Estado tendría que pagarle a Odebrecht una billonaria suma por concepto de compensación "en contratos corruptos que tengan que terminarse de manera anticipada". 
La nueva norma establece que, "cuando autoridad administrativa o judicial declare la nulidad absoluta del contrato por causa ilícita, en la liquidación deberán reconocerse: el valor actualizado de costos, las inversiones y los gastos ejecutados por el contratista, incluyendo los intereses, menos la remuneración y pagos recibidos por el contratista, en virtud del cumplimiento del objeto contractual", con el ingrediente adicional de que ésta tiene carácter retroactivo. 
Rafael E Yepes Blanquicett
Ante tal exabrupto, el primero en reaccionar fue el excontralor, Edgardo Maya Villazón, quien interpuso, de manera inmediata, una demanda de inconstitucionalidad ante la Corte Constitucional, por lo que la Procuraduría General de la Nación, en cabeza de Fernando Carrillo Flórez, un poco antes del inicio de la vacancia judicial de final de año, radicó una "solicitud de urgencia nacional" ante la misma Corte, pidiéndole, a través de una carta, prioridad para el estudio de la demanda del excontralor, la cual tiene enfrentados a varios sectores por un "articulito", cuya aplicación retroactiva podría terminar beneficiando a Odebretch y a otros contratistas privados que hayan incurrido en corrupción. 
Como se puede ver, todo un "mico" legislativo que se "coló" en la ley, aprobada por una subcomisión accidental, luego de varios enfrentamientos en intensos debates en el Congreso. 



jueves, 14 de febrero de 2019

Agarré la mano que me extendía, y sellé el pacto, «adonde vayas tú, iré yo».


EXTRAVÍOS
Por Gilberto García Mercado
Eva y yo habíamos llegado al final de nuestro itinerario. El tipo a quien nos dirigimos en la estación de servicios en la carretera dijo que una vez que bordeáramos aquellos riscos, después de recorrer algo así como tres kilómetros y las montañas desaparecieran, tropezaríamos con el convento. Sus palabras nos reconfortaron pues el coche y nuestra paciencia habían llegado a sus límites. Adoptamos una postura endeble, como si las ráfagas de los vientos que soplaban aquella mañana pudieran enviarnos a cualquier parte. 
–­Tienen suerte–dijo el tipo de la gasolinera–Otros días el tiempo es insoportable. 
Luego que el hombre revisara el vehículo y lo acondicionara para nuevamente proseguir el viaje, Eva volvió a tener en sus facciones aquel mismo entusiasmo de antes. La idea de visitar el convento surgió por tener algo qué contar luego de nuestro retorno de las vacaciones de verano. Habíamos dejado atrás, nuestra condición de nuevos en la universidad, y nos sentíamos con la experiencia necesaria para poder contar también nuestras propias historias. 
Secundado por Eva, a quien amaba hasta la locura, decidí acompañarla solo para que el entusiasmo que brillaba en sus ojos no se apagara con una negativa mía. Agarré la mano que me extendía, y sellé el pacto, «adonde vayas tú, iré yo». Preparamos el viaje para el miércoles por la mañana, pero desde el lunes la joven estuvo visitándome con un entusiasmo enfermizo. Agosto regalaba unos días tranquilos y diáfanos pero la temperatura sobrepasaba los treinta grados. No obstante, esto en nada la afectaba, al contrario, la mancha de sudor en la blusa, las perlas de sudor en la frente, «ni el calor recalcitrante hará que desista de su empeño». 
El miércoles muy de madrugada, Ezequiel, el hermano de Eva, detuvo el coche enfrente de mi apartamento, y hasta que la joven no entró en «mi guarida», no pisó el acelerador. 
–Cuídamela–gritó entre el estrépito del coche en marcha–Eva es lo único que tengo. 
Ella desplegó un mapa sobre la cama, y no pareció interesarse por mi casi total desnudez. Actuó con naturalidad pero al localizar en el atlas el convento se apoderó de la mujer una vehemencia extraña. El silencio que sobrevino fue tan conmovedor que hasta creí gozar con él, mientras que la contraparte, Eva, se despachaba con fruición su discurso. 
Hasta entonces yo creía conocer a la joven. Trigueña como las mujeres de la costa, su belleza se traslucía desde el momento en que asomaba por la Plaza de la Aduana. Su figura era sorprendente, lo confieso, sus rasgos dulces, y las caderas bellamente delineadas. 
Era la única que decía mi nombre con aquella cadencia en la voz….«Marcos, te quiero…» 
No fue hasta que se interesó por el convento que comencé a notar una lucecita loca en el fondo de sus ojos miel. Decía que la paz que se respiraba era tan fascinante, que cualquier mujer abandonaría todo con tal de vivir en el monasterio. 
–¿Y Dios, dónde está?–le pregunté a modo de burla. 
Ella no respondió. A lo mejor, por ese silencio que se impondría en mi vida y del cual yo gozaría hasta enfermarme, no formulé la pregunta. O quizás, perdida entre la vehemencia de sus palabras, a lo mejor no me escuchó. 
Estuvo errática y confusa por la habitación, desplegaba y cerraba el mapa sobre la cama, una y otra vez, preparaba la ropa y útiles de aseo en las valijas, y volvía a desempacar al caer en cuenta de algo que no podía faltar en el viaje. Así que me exhortaba a que telefoneara a Ezequiel, para que éste fuera a la pensión donde ella vivía y recogiera lo olvidado. 
En aquella confusión, no supe si llamé o no a Ezequiel. De un momento a otro todo cambió en la habitación, Eva se hallaba tranquila y a nadie se le habría ocurrido imaginar que minutos antes reinara el caos en la habitación. El viento frío de la madrugada rozó nuestros cuerpos, cuando abordamos el coche hacia el convento, temblábamos. 
–Ya tendremos de qué hablar en la universidad–dijo la mujer instándome a que pisara el acelerador. 
Y ahora teníamos a un lado de la carretera el convento. Una construcción en ruinas, un castillo colonial escondido en alguna parte, con su mutismo enloquecedor, cayéndose a pedazos y, por donde se desplazaban espectros purgando sus culpas por los males infringidos a la humanidad. 
Desde que el coche asomó en la carretera y, a nuestro paso se erguía aquella mole fantasmal, observé en Eva cierta complacencia, es como si ya antes hubiera estado allí, como si fuera el hijo pródigo que regresaba de nuevo a casa… 
Sobre aquel monasterio había escuchado algunas historias que el interlocutor no tomaba en serio por lo irónico cómo se narraban. Además, existía una especie de embrujo o fascinación sobre el lugar. Solo cuando atravesó el umbral comprendí lo distanciado que Eva había estado de Dios. Ella sonrió con dulzura al tiempo que recorría el convento. 
–Yo pertenezco aquí–dijo levantando poco a poco la voz–Lo siento por ti, Marcos. 
Cuando tuve noción de la realidad, la mujer había desaparecido. Esto conté, una y otra vez a las autoridades que me indagaron por mis comentarios. Guié a los agentes de la policía hasta el convento y con sorpresa noté que en el lugar donde se alzaba la sombría edificación ahora se extendía un campo estéril. Fui el sospechoso número uno por la desaparición de la mujer. Hasta el sol de hoy no sé si ella existió o solo fue una invención mía.Traté de investigar por mi cuenta pero en la universidad nadie dio señales de Eva ni de Ezequiel. 
Gilberto García M, Escritor


martes, 5 de febrero de 2019

De la Promoción de 1962


"FRATERNIDAD  ENTRE LICEÍSTAS
POR LAS LECCIONES OLVIDADAS"

 Por Juan V Gutiérrez Magallanes

Eran momentos neurálgicos para Colombia, había regresado Laureano Gómez del exilio planteando que el liberalismo colombiano era un monstruo, un basilisco de cabeza comunista y cuerpo liberal, y había que destruirlo. A los pocos días el conservatismo lo eligió candidato a la Presidencia, ganando las elecciones en 1949, sin la participación del Liberalismo, ya que Darío Echandía se retiró. (Jorge Orlando Melo: Colombia). 
El país estaba gobernado por Laureano Gómez, atraído por el Falangismo de Francisco Franco en España (op.cit). En medio de toda esta ardiente situación, donde todavía a través de  «La Oración del Silencio», se escuchaba el eco de los lamentos del magnicidio de Jorge Eliécer Gaitán. 
El 31 de enero de 1950 se crea por decreto 49, el Colegio Liceo de Bolívar. Estaba de gobernador del Departamento de Bolívar el doctor Alfredo Araujo  Grau, se nombró como rector al profesor Moisés Melo Gutiérrez  y secretario  Ernesto Padrón Guzmán. El Liceo nace de la matriz de la Universidad de Cartagena, donde funcionaba como  Facultad de Bachillerato. De esta sale en 1952 aproximadamente, para establecerse en el Edificio del Cuartel del Fijo.

GENERACIONES 
          La existencia del Liceo de Bolívar podemos dividirla en tres etapas:
   La primera de 1950 a 1965
    La segunda de 1966 a 1981
             La tercera de 1982 al año actual 
Esta división no es rígida, está sujeta a diferentes opiniones. En estos tres momentos se pueden analizar la contribución de las diferentes Generaciones Egresadas del Liceo, en los aspectos sociales, políticos, deportivos, académicos, económicos y culturales. (Entendiendo que la Cultura es una categoría muy amplia). 
Lo que si debemos tener bien definido son los diferentes aspectos filosóficos sobre los cuales pasaron esas Generaciones, en la que podemos ubicar la primera etapa, como promociones de enseñanza escolástica, bajo los textos de Farías, donde prevalecía el dogma y la aseveración del clérigo -maestro, lo que nunca fue impedimento para la fraternidad y la igualdad  en la comunidad estudiantil. 
         
  Revolución Francesa, Factor Determinante                 
En la segunda etapa, el Liceo ha salido del Centro de la ciudad, el colegio se nutre de una nueva generación de docentes, especialmente analizadores de la situación que vivía el mundo, aquí en América Latina los ecos de la Revolución cubana se reflejaban en los encuentros estudiantiles, el docente aprovechaba para establecer analogías entre la Revolución Francesa, el Mes de Mayo del 68 y la situación cubana. 
Se hacía análisis de la situación colombiana con fundamentos en principios filosóficos de orden materialista, la condición del hombre era mirada como un ser social  y político con derechos de Libertad, Igualdad y Fraternidad. 
Esta última categoría continuó prevaleciendo, los estudiantes se caracterizaban por velar por el que necesitaba ayuda. 
Organizaban brigadas para alfabetizar en los sectores de mayores riesgos de analfabetismo. 
La Fraternidad es una de las propiedades que más ha caracterizado al Liceísta, cualidad que se proyecta en las diferentes promociones salidas de este plantel.  Sobra decir del deseo, la voluntad y la resiliencia que muestran para  surgir intelectualmente. Muy a pesar que en estos últimos años la tercera etapa se encuentre con cierto decaimiento. 
         
          Juan V Gutiérrez M, Escritor Promocion 1962
Es admirable el espíritu de congregación que experimentan las diferentes promociones. 
Cada año se reúne una determinada promoción para recordar las lecciones olvidadas, en las que se expresan, como aquel condiscípulo que estuvo en determinada situación de enfermedad, y recibió palabras de aliento para hacerle frente a la vida. Son promociones que se reconfortan y vuelven a sentir el goce de haber pasado por las aulas de aquel gigante de buenos momentos.  



domingo, 3 de febrero de 2019

Prólogo de La Muñeca de Getsemaní


PERIÑÁN Y LA NOVELA DE LOS SESENTA


Por Gilberto García Mercado

Por fin Orlando Periñán Lombana ha terminado su novela. Y lo expresa con ese entusiasmo que guardamos para momentos especiales como cuando el ser humano contrae nupcias, se recibe de profesional, le nace un hijo y tantas cosas exclusivas que llevan implícito la realización y el éxito personal. Pero él ha terminado su novela, y al leer «La Muñeca de Getsemaní» uno comprende el por qué la importancia de la Memoria y la Literatura. Sin la complicidad del escritor y los argumentos que andan por ahí, esas historias que despliegan todos sus recursos y artimañas para enamorar al literato, y que éste les dé vida, de seguro que se perderían. 
Pero él no quiso que la atmósfera, la gente y sus costumbres, las calles y las iglesias de Getsemaní, una Generación de la cual formó parte, se eclipsen en el tiempo como si al ciudadano contemporáneo esto poco le importara, desconociendo que con la narrativa de Periñán Lombana, nada muere, al contrario, el barrio en donde se gestó la Independencia de Cartagena de Indias, trasciende en el tiempo, y en la narrativa del escritor surge el umbral en donde sus personajes se recrean como si estuvieran en el paraíso pero en realidad habitan la novela de Periñán. 
Por eso, la importancia de esta novela que hoy ve la luz, de personajes tristes que hoy se han rebelado contra el olvido. Y aunque el autor ha declarado que no tiene ninguna pretensión literaria, que trata simplemente de fomentar en los lectores y sus amigos, y en especial en su familia, ese estado del alma en que ellos puedan sonreír con la lectura de esta novela, en el fondo «La Muñeca de Getsemaní» es una gran historia de amor en donde la protagonista es la víctima de unas conductas gobiernistas cuyas acciones nunca han contemplado la fraternidad entre los pueblos. 
         
Orlando Periñán Lombana           
«La Muñeca de Getsemaní» es la historia que con su rigor ha golpeado a la nación por más de cincuenta años. Es el desplazamiento y el desarraigo familiar, es la degradación del individuo que asiste sin protección alguna a los desafueros de la droga, a la inercia de una sociedad indiferente, que ni siquiera advierte del peligro, ni llega a inmutarse ante el extravío y los designios adversos para jóvenes como La Muñe. 
Con la lectura del relato de Periñán, el lector asiste no solo al rescate de una generación olvidada de la Getsemaní de los años sesenta, sino a una bella semblanza de cariño y amor, erigida en una niña, cuya belleza despierta en quienes la contemplan una admiración demasiado recurrente. Pero que las vicisitudes de la existencia la llevaron a explorar unos terrenos escabrosos y vedados, y ya sin orientación alguna, despojada de la belleza que bien pudo representarle la conquista de un universo más benigno y contemplativo, la llevó de la pobreza a la droga y, viceversa, hasta conducirla de tropiezo en tropiezo a un final demasiado triste y dramático: su muerte. 
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Gilberto García Mercado, Escritor 

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