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viernes, 7 de febrero de 2020

La Dulzaina y la Artesanía de Rafael Antonio


Una Gran Contribución a la Inmortalidad de Landero 

Por Juan Vicente Gutiérrez Magallanes 

Andrés Landero, Gran Juglar de San Jacinto

Eran los años de 1955, al colegio de La Esperanza, recomendado por el profesor Jaime Castellar llegó de la población de San Jacinto, Rafael Antonio. Matriculado para cursar el sexto grado de bachillerato, era un muchacho de baja estatura, de tez pálida, con ojos grandes que dejaban ver la avidez por las cosas que pasaban a su alrededor, fue encomendado a la señora Petrona, dueña de una casa de huéspedes de la calle del Porvenir, quedó entonces sometido a la autoridad de la mujer, quien le sirvió de acudiente, ya que era paisana de sus padres y de reconocida estima por los sanjacinteros. 

Rafael Antonio poseía una cualidad especial, a través de su dulzaina podía interpretar las canciones de Landero, lo hacía con especial afinamiento causando admiración entre sus compañeros, muy a pesar de cierta crítica que le hacían por sólo interpretar las canciones de Adolfo Pacheco Anillo, y, en especial, por Andrés Landero, con este último se embelesaba con «La Pava Congona», siendo capaz de repetirla durante toda una noche de sábado en que se quedaba a dormir donde la tía. 

Cuando la nostalgia lo envolvía acudía a la interpretación de las notas de «Marta Cecilia», evocando momentos de la belleza de una niña que había conocido en el pueblo cuando tenía diez años, terminaba como a las tres de la mañana con el trino de «La Pava Congona», después de haber provocado la presencia de algunos vecinos con la interpretación de la cumbia «Las Miradas de Magaly». 

Adolfo Pacheco Anillo, Compositor
Cuando Rafael Antonio volvía al pueblo en las vacaciones, combinaba el toque de la dulzaina con la ayudantía en el tejido de las hamacas que elaboraba su padre, en esos momentos con admirable destreza, al tiempo que hilaba tocaba su dulzaina interpretando «el Mochuelo de Adolfo Pacheco», llegando en algunas ocasiones a realizar un popurrí entre las canciones de Andrés Landero y Adolfo Pacheco, aquello era algo maravilloso, cómo se iban entretejiendo las canciones como los diversos colores de los hilos de la hamaca que se tejía, eran momentos que no cambiaba por ningún otro. Todo esto daba razón para entender la tristeza que embargaba al estudiante cuando tenía que abandonar el pueblo rumbo a Cartagena. 

Rafael Antonio, era conocido como el sanjacintero que a través de la dulzaina interpretaba las canciones de Landero y, una de las canciones preferida era «La Pava Congona», lo que no impidió para hacerse a un premio en un concurso en Emisoras Fuentes, interpretó la cumbia «Martha Cecilia», aquella canción cumbiambera la repitió por seis veces, finalizando con «La Pava Congona». 

Cuando iba por el noveno grado, se embargó de nostalgia por los sones y olores de su pueblo, no le bastó la admiración de sus compañeros, ni los elogios que hacía Lucho Argaín, el director de la Sonora Dinamita, que lo buscaba para escucharlo, por lo dulce como interpretaba las cumbias de Andrés Landero, era tanta la admiración que una vez la orquesta ofreció llevárselo para Méjico. 

Nada valió, Rafael Antonio tenía enterradas las fibras de su corazón en las tierras de San Jacinto, lo que materializaba en el amor de aquella niña que conoció a los diez años, ahora tenía diecisiete, con su delicado cuerpo tallado en noble madera, cubriéndose con las serenatas que él le brindaba con las cumbias de Landero. 

Folclor de San Jacinto
En las vacaciones intermedias, Rafael Antonio se despidió del colegio para no volver y quedarse tejiendo las hamacas con la melodía de las Cumbias de Landero. Se perfeccionó en el tejido, adquirió gran habilidad en la forma como escribía con los hilos las letras de las canciones del juglar, sus hamacas adquirieron gran renombre y eran solicitadas por el Ministerio de Cultura para ser distribuidas por algunos países del mundo. 

Se daban tres variedades de hamacas, las que tenían la letra de «La Pava Congona», las de «Martha Cecilia» y, la de «Las Miradas de Magaly». 

Las de «El Mochuelo» las hacía por encargos especiales. 

Toda esa labor de música con artesanía contribuyó a la inmortalidad de Landero, la música de este gran juglar se constituye en un Patrimonio Inmaterial de la música colombiana.  

      
        Juan Gutiérrez Magallanes, Escritor




domingo, 2 de febrero de 2020

La Reunión de los Memorables


 Y El Medio Sábalo Que Cayó desde el Cielo en Chambacú

Por Juan V Gutiérrez Magallanes

El 2 de febrero del 2020, es la fecha para recordar lo que aconteció en el histórico barrio de Chambacú: Se reunieron en la plaza principal los que habían estado en las primeras asambleas de los que conformaron la Diáspora de los barrios del Boquetillo, Pekín y Pueblo Nuevo. 

En aquella reunión se encontraba: Boyeyo, interpretando los mejores boleros cantados por Daniel Santos, Antonio Carlos Del Valle, evocando los pasillos con los que enamoró a Alejandrina, en los primeros meses del gobierno de Enrique Olaya Herrera, momento que aprovechaba para congraciarse con el líder liberal, ya que él era un conservador admirador de Laureano Gómez; Juan Gómez, haciendo lectura de sus mejores discursos elaborados para la futura campaña del hijo del Dr. Misael Pastrana Borrero. 

Juan Gómez, llevaba un vestido de lino blanco con chaqueta de cuello alto, lo que se consideraba como un cotón, asegurado en el cuello con un botón de oro que le había regalado Laureano Gómez en los salones del Palacio de la Proclamación; Juana Cabrera, lavandera liberal, vestida de rojo con un cintillo que llevaba el nombre del presidente Olaya Herrera, pregonaba con alegría la canción compuesta por Juan Arteaga Gutiérrez: 

«Se acabaron, se acabaron los conservadores /nos lavaran los pies y las partes oscuras/ en este oficio de dudosa acción / vendrán los copetudos bendecidos por el cura de la ocasión…

Juana Prada, «La Liberal», residente de la calle del Jardín del barrio Sandiego, hacía acto de presencia, vestida como siempre de rojo y enarbolando una bandera del partido liberal, ese día alcanzó a hacer una pequeña proclama: 

«Copartidarios, hoy debemos demostrar lo unido que somos, a partir de este momento debemos caminar como una sola persona. ¡Adelante, Copartidarios!». 

La percusión del tambor de Toribio, no permitía que el eco del toque se diluyera en las aguas de la Ciénaga de Chambacú, parecía avivar el aleteo de los peces por la vistosidad de los presentes en aquella reunión de los memorables chambaculeros. 

Ese día la señora Ángela Pautt, reconocida por su tendencia a la invocación de espíritus, solicitó a los presentes la necesidad de tomarse de las manos y pedir a las ánimas de los difuntos un bien para la comunidad, todos aceptaron y se concentraron en un silencio, en el que solo se escuchaba el sonido de las hojas de los mangles. Terminada la concentración sucedió lo más increíble que han presenciado los viejos chambaculeros. 

Cayó del cielo Medio Sábalo, de inmediato Valeriano que estaba allí, aseguró que, «ese es el otro Medio del que cayó en el Parque Centenario». Todos se regocijaron y acordaron celebrarles el cumpleaños a las nietas gemelas de Antonio Carlos Del Valle, que ese 2 de febrero cumplían 20 años. 

La celebración se inició con la lectura de un poema que había elaborado Manuel Zapata Olivella, cuando tenía diez años, lo había leído en la Plaza de la Trinidad, como un homenaje al triunfo del Liberalismo, con la presidencia de Enrique Olaya Herrera. 
El poema en sus inicios dice: 

«Hemos vuelto a romper las cadenas que nos oprimían/ha vuelto a florecer el pensamiento liberal…./».
          Imagen de Johannes Plenio en Pixabay P

Juan V Gutiérrez Magallanes


 







sábado, 18 de enero de 2020

El Umbral del Presagio

¿Será El Fin del Mundo Este 2020
Como Predijo ISaac Newton?


Por Gilberto García M
No sé si al hombre en su sombría impotencia le encanta profetizar sobre el fin del ser humano, precisamente por eso, por seguir con las manos cruzadas e impotente, pues a pesar de develar misterios, diseñar inteligencia artificial, tener el mundo al alcance de un clic y, a punto de erradicar enfermedades como el cáncer, el VIH Sida, el Alzheimer, etc. no ha podido conocer, a pesar de todos los esfuerzos desplegados, «qué pasa más allá de la muerte, cuando el cuerpo deja la existencia terrenal y reposa finalmente en ella».

A pesar de los innumerables estudios psicológicos y psiquiátricos, las teorías de grandes personajes y enormes avances científicos que se hayan hecho, siempre las deducciones de los más suspicaces se estrellan con lo mismo: No hay forma de probar qué pasa más allá de la muerte.

Estamos en pañales frente a la muerte, ante ella claudican reyes y emperadores, presidentes de la más alta ralea y linaje.

Algunos ante las crisis existenciales se devanean el cerebro en busca de respuestas de por qué la vida se acaba, si es tan hermosa y dura lo que un parpadeo de ojos.

Parece que fue ayer, hace veinte años que asistíamos a la famosa Profecía del Milenio. Entonces afloraron libros y cineastas que predecían el futuro, recreaban en las cintas la debacle del Planeta Tierra en el año 2000.

Entre esas, las Predicciones Mayas estuvieron a la orden del día. Fueron muchos los ríos de tinta que pasaron bajo los puentes, mucha literatura que se volvió obsoleta por los desastres no cumplidos.

Mucha la intromisión de periodistas asistiendo a templos perdidos en alguna parte en busca de una respuesta, de alguna explicación.
Pero nada, la satisfacción del pobre y el rico es descender a los Hados en paz, con la convicción de haber tenido una bella esposa, muchos hijos y, ceder ante los afanes de la muerte en otoño con la convicción de dormir tranquilos, algo así como caer rendidos por el cansancio…

Y la Humanidad se asusta, puede que los incendios en Australia sea el Principio del Fin, (el famoso Armagedón profetizado por Nostradamus en el 2009 no se cumplió). 
Sin embargo, en el ambiente hay «pasos de animal grande», que se arrastra resbalando despacio y sigiloso por doquier…

Según la revista científica «Nature», un asteroide impactará la Tierra el próximo 16 de marzo de 2880 y la destruirá.

Al final de año y al comienzo de otro, se hacen especulaciones de todo tipo.

Los astrónomos han bautizado a este inmenso asteroide como «1950 DA» y, se estima que el impacto ocurriría el 16 de marzo del año 2880.

Además el potencial bélico y nuclear almacenado en países como Estados Unidos, Rusia, China, Japón, Corea del Norte, etc. apunta hacia el desencadenamiento de un conflicto a nivel continental y de proporciones apocalípticas. 
Ojalá que los vaticinios del físico Isaac Newton, basándose en las predicciones de San Juan el Divino, sobre el fin del mundo en este 2020 sea puro cuento, pues la vida es muy bonita con una mujer rubia al lado escuchando una melodía de Roberto Carlos.
           Imagen de Thomas Breher en Pixabay 

miércoles, 8 de enero de 2020

De Lo Cotidiano

   LA EXTRAÑA RELACIÓN ENTRE EL 
AMOR Y EL CALENTAMIENTO GLOBAL


Por Gilberto García M


Si pudiera regresar en el tiempo y poderme quedar para siempre anclado a mi época de estudiante lo haría. 
Creo que el mejor regalo que Dios podría otorgarle al ser humano es que esas épocas de estudiante jamás desaparecieran de nuestras vidas, que fueran eternas así como lo es ese cielo que el hombre tanto hiere con sus cargas de humo y gases invernaderos que tienen a este planeta tierra pendiendo de un hilo a punto de desprenderse rumbo a la última hecatombe de los siglos. 
Hay profundas diferencias entre los años de juventud con los de este Siglo que nos ha impuesto entrar en la onda del Calentamiento Global, porque no hay de otra. 
Ya es imposible disfrutar un octubre con las delicias que implicaba quedarse todo el tiempo en cama. En verdad uno se gozaba el invierno porque era una lluvia real, sutil, que debajo de las cobijas se hacía más rica y placentera mientras de fondo sonaba «Detalles», una melodía de Roberto Carlos. 
Jamás entonces sospechábamos que el uso indiscriminado de algunos recursos naturales como el petróleo y otros elementos químicos desencadenara en esta era apocalíptica, un desastre ambiental de proporciones inimaginables afectando en su camino a la propia criatura que los descubrió y les ha dado un uso continuo: el Hombre. 
Con el alma sospechosa de los escritores siempre hice alarde de mi juventud. Llegué a Cartagena de Indias con esa vanidad que se me salía por los poros, fingida y algo presumida, cuando el interlocutor que me hablaba se dirigía a mí como, «el joven de Aracataca…» 
Estas palabras producían el efecto de las brisas de enero, y yo reía indiferente, suspirando por la vecina de enfrente sin imaginar siquiera que en 1995 en esta urbe que jamás pensé conocer se desarrollara en mi cuerpo unos ataques de calor que a más de un Doctor consulté. 
Algo estaba sucediendo a mí alrededor. Unas olas de calor me envolvían a cada rato, era algo tan inexplicable que pensé en ideas pesimistas como que la ciudad se hallaba sobre un enorme volcán a punto de entrar en erupción y que cualquier mañana despertaríamos sobre un mar de lava. 
Diez años atrás, por 1980 las campañas publicitarias que hablaban sobre la conservación del planeta estableciendo algunas normas para que nuestro entorno siguiera el camino normal de un ambiente sano y compatible con el hombre, eran tomadas como una forma absurda de botar el dinero cuando debían emplearse para aliviar el hambre de los niños de África o de la India. 
No sé en qué momento transcurrieron treinta años, la vecina de enfrente se fue con un tipo que negociaba con narcóticos. Por las calles por donde transito a menudo ya no me dicen el joven de Aracataca, unos me tratan de Señor y los más atrevidos que desconocen la ira acumulada que me brota al escuchar hablar del paso vertiginoso del tiempo me llaman viejo o abuelo de mierda. 
Hoy he aprendido que el significado de la frase «uno no valora las cosas hasta que las pierde» es literalmente cierta. 
Con los años te vuelves un poco prudente, los tropezones te hacen levantar la frente, pero ya el daño está hecho y, es imposible volver a construir un edificio limpio, sin las energías contaminantes por entre las que hemos aprendido a deambular. 
Gilberto Garcia M, Editor
Cuando no hay nada que hacer el ser humano se acostumbra a vivir entre sus miserias. Tengo que agradecer al médico que vio mi extraño caso de calor y me desestimó para que no estuviera a punto de consultar un psiquiatra. 
—¿Has oído hablar del calentamiento global?—me interrogó el facultativo—Es lo que pasa contigo. Adonde vayas no podrás escapar de la calor. Hay que adaptarse. 
Con los días me hice a una pequeña toalla y ella fue la solución para esa temperatura exacerbante. También entre aquellas oleadas de calor descubrí un día por casualidad a la vecina que en mis años de juventud había sido una criatura bella y fascinante. El cambio climático había dejado sus profusas huellas en ella. ¡No podía ser verdad!    
Imagen de engin akyurt en Pixabay  arriba primera imagen

viernes, 3 de enero de 2020

Cinema Árbol

De Efraím Medina Reyes y su Literatura de Vanguardia 


Por Rafael Eduardo Yepes Blanquicett

A propósito del viejo y recordado Teatro Variedades, uno de los más antiguos teatros o cines al aire libre de nuestra ciudad, hoy inexistente, el escritor cartagenero de 52 años, Efraím Medina Reyes, residenciado en Italia desde hace varios años, publicó, en el año 2006, una novela intitulada «Cinema Árbol», considerada por la crítica literaria especializada como «un hito que marcó nuestro ámbito literario», continuando con la exitosa senda que Medina Reyes inició con sus novelas «Érase una vez el amor pero tuve que matarlo», «Técnicas de masturbación entre Batman y Robin» y «La sexualidad de la Pantera Rosa». 
En Cinema Árbol, Medina recrea las peripecias y aventuras de un niño de doce años para ver, desde las ramas más altas del árbol de una casa vecina, ubicada en la parte posterior del teatro, las películas que más le gustaban y emocionaban como buen cinéfilo que era, junto con su amigo el Chacho, «dueño y señor» del árbol desde donde se apreciaba lo más selecto de la época, entre las que se contaban películas de acción y aventuras, pasando por las románticas, las de «miedo» y las de Semana Santa, hasta los inolvidables filmes de vaqueros o del lejano oeste norteamericano, en las que siempre ganaba «el chacho». 
Efraim Medina Reyes, Escritor Cartagenero
Medina Reyes ha incursionado en el cine como guionista y director de musicales, además de ser periodista, músico y compositor musical. Su obra, que ha sido traducida a varios idiomas, es considerada como literatura de vanguardia, influenciada por el cine "underground" estadounidense, el rock, el jazz, y por los autores Cesare Pavese, John Fante, Juan Carlos Onetti y el colombiano Andrés Caicedo, autor del libro «¡Que viva la música!». Efraím, a pesar de su larga estancia en Europa, no olvida sus raíces caribeñas y siempre visita a sus amigos, aquellos con los que compartió sus vivencias entre los barrios de El Espinal y Torices.



lunes, 16 de diciembre de 2019

Réquiem Por Don Antonio Botero

«En Magangué ya hay algo seguro: las atenciones de don Antonio»

Por Gilberto García M

Había escuchado hablar del maestro en las reuniones ordinarias que nuestro presidente de la Asociación de Escritores de la Costa, Joce G Daniels G, convocaba los sábados en la mañana con el propósito de organizar un encuentro general de los escritores que como ya era costumbre en una fecha determinada se reunían en Cartagena de Indias para hacer de la Literatura una fiesta. 
Y mientras los miembros de la Junta Directiva entregaban sus informes con sus respectivas funciones y responsabilidades, cuando se tocaba el tema financiero, de calidad y de la logística de la Convocatoria que con el tiempo derivaría en el Parlamento Internacional de Escritores de Cartagena, siempre el nombre de don Antonio Botero Palacio se escuchaba en la sesión no solo por sus reconocidas dotes como poeta y escritor, sino porque en Magangué, según palabras de Daniels, con «el autor de obras como «Desde los Lagares del Alma», «Al final de la Inocencia», novela autobiográfica, «La Batalla de Magangué en la Guerra de los Mil Días»,El Himno de Magangué, la Asociación de Escritores de la Costa en el benemérito maestro tienen a un defensor a brazo partido de los escritores».
De ahí, que sobre la figura de don Antonio Botero Palacio llegara a circular una frase que con el tiempo engrandeció las calidades de Gran Señor que tenía el Maestro: 
«En Magangué ya hay algo seguro: las atenciones de don Antonio». 
Pero nada que podía conocer al narrador antioqueño. 
Supuse que por querer tanto a Magangué nuestro personaje jamás saldría de esa ciudad y por consiguiente yo me quedaría sin conocer al prolífico narrador sobre el cual todos los miembros de la Junta Directiva habían escrito un «cuento» que no necesitaba que don Antonio Botero lo defendiera, porque su vida y obra se defienden solas. 
Hoy nos hemos levantado con la noticia triste de su muerte. De él tengo la mejor estimación, una vida fraguada desde las penurias de la pobreza, en la que fue profesor, administrador de finca, dueño de gasolinera hasta el fundador de la Casa de la Cultura en Magangué y el Centro de Historia de esa población. 
Cuando por fin pude conocerlo—gracias a los milagros de la Literatura—en un encuentro de escritores de la Asociación, me resistía a creer que en aquel personaje quizás sacado del universo literario de la pluma de Balzac, confluyeran vicisitudes y dramas que contrastaban del cielo a la luna con el perfil mesurado y reposado del maestro. 
Quien lo viera entrar de repente, con el séquito de ángeles que lo seguían a todas partes en el salón en donde sesionaban los narradores, seguro que se negaría a aceptar que aquel hombre de 90 años jamás en su existencia hubiera sido un sobreviviente de la guerra entre liberales y conservadores. 
Que salió ileso a dos o tres atentados contra su vida. Y que su cojera al caminar fuera la prueba inexorable y fehaciente de su espíritu valiente y gallardo contra las incidencias de una vida dura. 
El destino quiso doblegarlo en una esquina pero gracias al tesón de su familia consiguió echar para atrás el concepto final del médico que le dijo que gracias a la complicación en una de sus rodillas había que amputar una pierna para evitar la gangrena y por consiguiente la muerte. 
De aquella obstinación familiar le quedaría una cojera permanente, pero también un parte de victoria que lo llevarían a ser un ejemplo para las nuevas generaciones de que con perseverancia y trabajo dignos, se pueden alcanzar los sueños. 
La primera vez que lo vi, lo asocié a un personaje europeo, a un protagonista que desfilaba por una gran corte y cuyo bastón le daba un cierto aire aristocrático. 
En la medida en que el hombre exponía sus textos, con el peculiar vozarrón con que denotaba una vitalidad asombrosa en el salón atestado de escritores, por fin entendí la magnificencia de don Antonio Botero Palacio:El gran escritor paisa se jugó toda una vida por la Cultura. 

jueves, 5 de diciembre de 2019

Sábados Felices

¿EL MAL HUMOR QUE ENGRANDECE LA MISERIA?

Por Juan V Gutiérrez Magallanes

¿Por qué en Colombia se mantiene un programa como Sábados Felices? 
Este programa que se transmite por Caracol Televisión a partir de las nueve de la noche, es el espacio más destructivo de la labor educativa que desarrolla un país. 
En esa emisión televisiva se hace el elogio más sublime de la miseria, siendo ésta endosada a los componentes materiales e inmateriales de una nación, lo que no corresponde a un país como Colombia, donde sobran recursos materiales que no son aprovechados por sus gobernantes para beneficio de sus nacionales. 
Sábados Felices, así como se proyecta es un acto que va en contra del proceso evolutivo en la formación de la personalidad, este es un programa que deben modificar, así como se emite es un mal humor que engrandece a la Miseria, la elogia para tratar de provocar una risa forzada por la presencia de la diosa griega Ezis, divinidad de la miseria, angustia y tristeza, que hace escarnio de las personas que presentan cierta deformación o diferente concepción de la vida. 
La proyección de este mal llamado «espacio de humor» se ha constituido en una ofensa para el televidente. No pueden alegar que tenemos amplia libertad para escoger nuestro canal televisivo, es que no hay derecho para mantener una presentación destructiva por el carácter de minusvalía con que muestran al colombiano. 
Yo creía que era el único en presentar esta apreciación, pero he encontrado que antes de mí lo hizo Fernán Avid Medrano Banquet en mayo 21 de 2017: «Sábados Felices: el programa más malo y triste de la televisión colombiana. Con casi cincuenta años al aire, a la creación de Caracol ya le llegó la hora de apagarse o reciclarse». 
Es una creación sosa y deprimente que busca divertir o provocar una risa con la acción más indigna que se puede mostrar en un medio televisivo. 
¿Por qué se atreven a poner al colombiano como el ser más estúpido, más inútil, más miserable del universo? 
El colombiano no es ese que buscan presentar en ese «Sábados Infelices» programado por Caracol, cuando este es un canal que tiene programas muy buenos tales como «Yo Me Llamo», o la histórica novela sobre el Libertador Simón Bolívar. 
Solicitamos que Caracol, modifique la proyección de Sábados Felices, debe desprenderse de esos narradores de «chistes insulsos y de ínfima valía».
Juan V Gutiérrez Magallanes

lunes, 11 de noviembre de 2019

¿Pataletas de Ahogado?


SE QUIERE EMPAÑAR EL TRIUNFO DEL ALCALDE
ELECTO DAU CHAMATT DE MANERA SUCIA Y DESCARADA

Por Rafael Eduardo Yepes Blanquicett

El ex-candidato a la alcaldía distrital, William García, que quedó tirado en la pasada contienda electoral, se resiste a aceptar y reconocer que William Dau le ganó en franca lid el solio del Palacio de la Aduana, negando en todo momento que Dau sea el alcalde electo de Cartagena, aduciendo fraude electoral porque el número de votos depositados en las urnas no cuadran, según sus cuentas, con la cantidad de recursos invertidos para lograr el favor popular y llegar, de cualquier manera, al primer cargo público de la ciudad, en un intento por desacreditar la lícita y transparente campaña de Dau, empañando el triunfo de su rival de manera sucia, deshonesta y descarada. 

García Tirado, que contó con el respaldo de casi todos los partidos, movimientos y "casas políticas" locales, recursos millonarios para invertir en su campaña a la alcaldía y una maquinaria bien aceitada que lo daba como ganador absoluto, fue el gran perdedor en las elecciones del pasado 27 de octubre. 

García ya había intentado llegar al solio aduanero, en una ocasión, con la propuesta de agua gratis para los estratos 1 y 2, propuesta que volvió a presentar, pero que no le sirvió para convertirse en el primer mandatario local, como era su deseo y el de los que financiaron su campaña a la alcaldía del Distrito de Cartagena, 2020-2023.
García Tirado, Ex candidato a la Alcaldía
Su última pataleta, ante la decisión de las autoridades electorales de proclamar a "el Tractor" como el nuevo Alcalde Mayor de la ciudad, con una diferencia de once mil votos entre el William ganador y el William perdedor, fue la instauración de una denuncia penal ante la Fiscalía Regional por un supuesto fraude electoral organizado desde la misma Registraduría Distrital, que dio como vencedor a Dau Chamatt, quien, sin maquinarias ni recursos para conseguir electores, logró vencerlo en las urnas limpiamente, con un voto de opinión que demostró el hastío de los cartageneros por la corrupción político-administrativa que tiene sumida a la ciudad en un marasmo total.  
Rafael E Yepes Blanquicett

miércoles, 6 de noviembre de 2019

Confesiones de Dagoberto González Pájaro

«NOSOTROS LOS DEPORTISTAS SOMOS ÍCONOS DE
EXCELENCIA PARA LAS NUEVAS GENERACIONES»

«Uno de los atletas más grandes que ha dado Cartagena de
Indias. Hoy lo recordamos con mucho aprecio y cariño».
Por Juan Vicente Gutiérrez Magallanes

«Eran los años de 1961, Colombia, mi patria grande, estaba gobernada por Alberto Lleras Camargo, en su segundo período presidencial, durante «El Frente Nacional». Para ese año, le correspondió a Colombia ser sede de los IV Juegos Bolivarianos, los cuales se realizaron en Barranquilla, capital del departamento del Atlántico». 
«Los juegos Bolivarianos, se inician en 1938, en los cuales participan Chile, Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela, en honor al Libertador Simón Bolívar». 

«Para esos juegos de 1961, fui seleccionado para representar a Colombia en el Lanzamiento del Disco y en el Impulso de Bala. Debo hacer una aclaración: el Impulso de Bala, muy a pesar de que esta especialidad, me había abierto las puertas en el Atletismo, no era de mucho interés para mí. Lo que me atraía y dedicaba el mayor tiempo posible en su práctica, era el Lanzamiento del Disco». 
«En las prácticas de esa época, los lanzadores de disco, se dedicaban a lanzar el implemento, de manera repetitiva, hasta llegar hacer entre 20 y 30 pruebas, con las cuales el deportista quedaba cansado, mientras que en el Impulso de Bala, lograba realizar entre 10 y 15 impulsos, los cuales eran suficientes para darse el cansancio. La conclusión era que llegaba a rendir el que más los dominara». 

«Hoy día un lanzador, tiene que realizar diferentes ejercicios: correr, saltar, trabajar con pesas, la finalidad es conformar muy temprano un físico corporal. Antes el lanzador de Jabalina, practicaba de manera rutinaria, hasta cansar por completo el brazo. Ahora se hace con mayor conocimiento de la capacidad muscular». 

«Mi primera competencia en los Juegos, fue con el Impulso de la Pesa, en esta participación, me gano la primera Medalla Bolivariana. Estuve muy contento con la Medalla de Bronce, aunque ocupé el tercer lugar, esto, me permitió montarme en el Pódium de la Premiación. Para mí fue una bonita experiencia, que recuerdo con mucha grandeza. Porque, en aquel sitio se elevan a los tres mejores del evento. Éstos fueron mis primeros Bolivarianos y dejo en el campo mis huellas». 

«Al siguiente día, de haber ganado la Medalla de Bronce, me corresponde participar en el Lanzamiento del Disco, evento al cual le había entregado el mayor tiempo para su preparación, porque era mi fuerte, me gustaba y me sentía con la inspiración de un deportista que se prepara a conciencia». 

«Creo que es bueno recordar que yo gané dos Medallas en el Campeonato Nacional, donde se escogía el equipo que representaría a Colombia en los VIII Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1959». 

«A mí me correspondía participar en aquel evento. Pero parecía que se olvidaban de mi persona por estar en Cartagena. Donde los dirigentes no movían un dedo en favor de lo que me correspondía. Tomé la resolución de viajar a Bogotá, pagando yo mismo el pasaje. Iba a reclamar la casilla que me correspondía». 
«El presidente de la Liga, me citó en el estadio Alfonso López de la Universidad Nacional, para que repitiera el evento del disco y confirmara las marcas que hacía, las cuales eran superior a las alcanzadas en los Centroamericanos. Este presidente de papel, nunca llegó, pasé todo el día esperando. Me tuve que regresar a Cartagena, triste». 

Bueno cuando llego al estadio de Barranquilla, para hacer mi segunda intervención. Oí, cuando alguien dijo: 

—Acaba de llegar el Campeón Centroamericano de disco y viene por el título Bolivariano. 

«Yo comencé a calentar y me aparté de todos, para concentrarme, porque me dije: «Tengo una Medalla de Bronce en Bala y el Disco es donde tengo mis esperanzas, así que no puedo darme el lujo de distraerme». Puse toda la atención en mí, desde ese momento el único que estaba en el evento era yo. ¿Sabes una cosa Magallanes?, ¿cuándo recordé que el Campeón Centroamericano estaba allí? Cuando nos fueron a premiar, él subió, para ubicarse en el puesto número dos y yo lo hacía en el número Uno, yo le gané, le gané los Bolivarianos y le gané al campeón Centroamericano». 
«Al día siguiente, busqué en la prensa, y ésta no hizo ningún comentario que correspondiera a los Juegos Bolivarianos. Aquello era algo increíble, doloroso, ¡cuándo estaba compitiendo en mi país! Esto me llevó a la conclusión, de pensar que las estadísticas, son nulas, no hay quien lleve un historial estadístico sobre lo acontecido en el deporte. Únicamente se vive el momento, al pasar el tiempo, se echa al olvido. Es una tristeza, al ver cómo un deportista se esmera al máximo en sus prácticas, pasando calamidades, desde hambre hasta estados de extremada angustia. Con el paso del tiempo queda en el olvido, nadie lo recuerda». 

«Hay una reflexión, para una persona del común, que cumple tres etapas en la vida: La Primera está comprendida desde el momento en que nace, hasta cuando se educa, siendo esta fase muy importante para la que sigue: La Segunda: en ésta se deben disfrutar los resultados, por lo que logró alcanzar en la primera etapa, aquí se vive en la conformación del estado más productivo. Estas son cortas, porque la Tercera, si es larga, sobre todo en Colombia, donde una persona de 45 años, ya es vieja, y de allí, hasta que pasamos a mejor vida, el camino es largo, llega el momento en que estorbamos, ya sea que se pare o se sienta en cualquier parte. Esta persona no deja huellas en el paso por la vida. Ahora una persona que ha hecho deporte y ha ganado títulos nacionales e internacionales, hace Historia y por lo tanto, hay que tenerla en cuenta, porque son íconos de excelencia para las nuevas generaciones». 
«En el año de 1956, llegué por primera vez a Bogotá, nos hospedamos en el Hotel Savoy, de la calle once con carrera cinco. Cuando salía a dar un paseo, con la intención de conocer un poco aquella urbe, que se me hacía tan grande. Llegaba hasta la carrera siete. Procuraba siempre pasar por el frente del Palacio San Carlos, donde se encontraba el Presidente de Colombia, para esa ocasión, estaba gobernando el teniente general Gustavo Rojas Pinilla, quien por el Golpe Militar contra el gobierno del Presidente Laureano Gómez, asumió la Presidencia» . 

«Siempre me preguntaba, ¡cómo serían los interiores del Palacio Presidencial! ¡Nunca pasó por mi mente entrar allí!» 

«Ya para los años de 1965, conocía ampliamente la ciudad de Bogotá, mi carrera como deportista estaba en pleno desarrollo, y había alcanzado algunos títulos nacionales e internacionales. Recuerdo que estaban en sus mejores momentos, las competencias hípicas. Se usaban los formularios, en los que uno colocaba los nombres de los posibles caballos ganadores. Era el Juego del 5 y 6, en el Hipódromo de Techo de la calle 53. Los premios eran muy bien pagados». 

«Los empresarios del 5 y 6 llegaron a ofrecer dinero a los atletas que participaran y ganaran en las Olimpiadas Bolivarianas. Estableciendo la premiación de la siguiente forma: 

5000 mil pesos para cada Medalla de Oro ganada. Aquello para la época era un dineral. Yo recuerdo que gané dos Medallas de Oro, una en Bala y otra en Disco, ¡qué alegría! Hice cuentas alegres y tenía para mi haber 10.000 pesos, me sentía rico en ese momento. Pero todo fue flor de un día. Aquellos diez mil pesos, se transformaron en una irrisoria cantidad de 3.500 pesos que me entregaron. Ahora me pregunto: ¿Quién se quedó con los 6.500 pesos restantes. ¿Sería el Presidente de la Federación de aquel entonces?, porque la verdad, no supe nada». 

«Con motivo de estas dichosas Olimpiadas, donde Colombia le gana a Venezuela por primera vez unas Justas Atléticas. El señor presidente de Colombia, Doctor Guillermo León Valencia, invita a los atletas al Palacio de San Carlos. ¡Era para mí la gran oportunidad de realizar mis sueños! Conocer el Palacio. Allí estaba Dagoberto González, haciendo parte de la delegación. Hoy te cuento que aquello fue para mí de mucha significación». 

«Volví a recordar, las veces que pasaba por el frente del Palacio y veía a tantos soldados de la Guardia de Honor, y me preguntaba: Cómo sería el interior de aquel recinto. Cuando me recibió el Presidente, me sentí feliz, aquella experiencia me impactó mucho. Hoy después de tantos años, la recuerdo como uno de los mejores episodios de mi vida». 

«Para ese mismo año, el equipo de fútbol los Millonarios, que en ese entonces, era todo un equipazo, me envió una invitación para que hiciera el saque de honor, en el partido que jugarían contra el Unión Magdalena, esto fue de ataque, yo no lo creía, como les digo nunca fui una persona creída, yo era el mejor lanzador de Disco, pero para los demás igual a cualquier parroquiano, de allí que esa alegría que me proporcionaba el equipo de los Millonarios, era grande». 

«Recuerdo que cuando me llega la invitación de los Millonarios, me sentí asombrado, ya que como cartagenero, no era aficionado al Fútbol, en mi ciudad el deporte que mandaba la parada era el Béisbol, estando en segundo lugar el Boxeo. Cuando llegué a Bogotá, el Director Técnico del equipo de los Millonarios, era el Doctor Gabriel Ochoa y el preparador físico era el entrenador Lamper, quien a la vez era mi entrenador. Algunas veces, por orden de éste, yo marchaba a la cabeza del equipo, lo cual fue despertando en mí, una gran admiración por los Millonarios, hasta llegar a convertirme en uno de sus hinchas, cada vez que podía, me iba al Campin, para hacerle barra». 
«Cuando llegaron para el equipo los Millonarios, los momentos de pérdida, de «slom», de decaimiento, continué siendo su hincha: ¡Viva mi equipo!», entonces gritaba. 
«Existe una foto, donde estoy haciendo el saque de honor, allí reflejo lo complacido que me sentía en ese momento, porque para llegar a ese acto, trabajé duro, pero estas situaciones nos hacen olvidar los sufrimientos. ¡Bueno, eran otros tiempos! Hoy día dan algo material. Fuera del país se consigue mucho, en los Estados Unidos, un Atleta gana dinero hasta proyectando propagandas. Por eso digo que en el exterior se gana mucho». 

«Para los años de 1962, en Kingston, Jamaica, a la ciudad le correspondió la Sede de los IX Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe, uno de los más antiguos del mundo». 

«Esta vez fui seleccionado, al mirar la lista y hallar mi nombre allí, me alegré mucho, este evento es muy significativo para mí, me dije, ya que en el pasado, no me habían tenido en cuenta, a pesar de haber hecho y logrado muchas cosas. Ahora contaba con la oportunidad de demostrar que el presidente de la Federación, no había tenido ninguna razón para no haberme seleccionado en los pasados juegos de Caracas. Pero ahora era otro el momento». 

«Llegamos a Jamaica, y de inmediato fuimos abordados por la Prensa, iniciaron sus entrevistas con los Corredores, los periodistas pasaron al lado mío y ni siquiera me miraron, según ellos, yo participaba por primera vez en estas justas y me miraban como novato. «Y los novatos son eso, novatos», manifestaban. Yo no les di importancia, me dediqué a practicar en el tiempo que me correspondía. Los entrenadores de la delegación, también miraban en mí al novato, por tanto tampoco les interesaba lo que yo hiciera o dejara de hacer. Como tenía un disco y con él me pasaba haciendo lanzamientos mañana y tarde, no me sobre entrenaba, lo hacía con el fin de pasar el tiempo; no había un día en que la Prensa no llegara a la concentración y pasaran por mi lado sin ni siquiera saludarme. ¡No sabía cómo interpretar aquello! Pero en fin, dejémoslo de ese tamaño». 

«Llegó el día del evento, mi primer lanzamiento salió fuera del ángulo, por lo tanto fue nulo, pero en la expresión de los competidores, se adivinaba un, «¡Bárbaro , ¿de dónde sacaste ese lanzamiento?». Yo era el último de los competidores. Cuando comienza la segunda ronda, todos hacen su lanzamiento. Y cuando me toca a mí, me organicé mejor dentro del círculo. Con el lanzamiento entonces impongo una nueva marca Centroamericana». 

«Debo aclarar que por las Islas Holandesas, estaba un participante que en su tercer intento hizo una marca mejor que la mía, cuando me tocó el tercer intento volví a mejorar el record Centroamericano en Disco».
Guillermo León Valencia, Presidente 1962-1966
«En los eventos de lanzamientos, como en los de Salto Largo y Triple, el evento se detiene tan pronto el último competidor hace su tercer intento, aquí se escogen los mejores ocho y los demás son eliminados. Los clasificados se dan a conocer al público, y se da comienzo a la Ronda Final, con tres lanzamientos por deportista para escoger al mejor y declararlo ganador». 
«Aquella vez, cuando dieron el anuncio, lo hicieron del Octavo al Primero. Y escucho: ¡Dagoberto de Colombia con nueva Marca Centroamericana! Todos los colombianos aplaudieron y formaron tremenda Bulla y alboroto. Llegué cerca de las gradas y grité, todavía no gano, faltan tres lanzamientos para que esto termine. La noticia cayó como un «balde de agua fría». Y aún más cuando el holandés, impone una nueva marca Centroamericana en su cuarto lanzamiento. 
Ese señor estaba decidido a no aflojar. Pero yo, que no pensaba, sino en hacer las cosas bien en mi cuarto lanzamiento. Vuelvo a hacer nueva Marca, el holandés, hace su quinto lanzamiento y mejora la marca, estábamos en una dura competencia, todo mostraba que no íbamos a ceder tan fácil. Pero yo estaba muy motivado, y en el quinto lanzamiento, lo supero. Ahora a cada uno le quedaba una ronda, es decir, la última. Entra nuevamente el holandés y supera la marca, esto me preocupa un poco. Yo era el último, tengo tiempo para recuperarme. Me toca el turno, entro al círculo, el juez me anuncia como el último lanzador».
«Era la última oportunidad. Me vienen pensamientos, como si fuera la primera vez que participo en unos Juegos Centroamericanos. Ya tengo una medalla de Plata ganada ¿Qué tal si me relajo y salgo un poco más rápido? Puedo cambiar la de Plata por la de Oro. Así dije. Inicio mis movimientos, solté el disco y de inmediato me di cuenta que este lanzamiento era superior a los demás contrincantes». 

«Gané con nuevo Record! Nunca más tuve una competencia, tan disputada como esa. Sí, me costó trabajo, pero Gané». 



 


domingo, 3 de noviembre de 2019

Tras la Derrota del Uribismo

«LOS COLOMBIANOS YA NO SE CREEN 
EL CUENTO DEL CASTROCHAVISMO»
Por Rafael Eduardo Yepes Blanquicett

Resultado de imagen para castrochavismoLas elecciones del 27 de octubre han dejado varias lecciones a los diferentes partidos y movimientos políticos que participaron en este evento, uno de los más esperados después de la consulta anticorrupción y de las elecciones presidenciales del año pasado, habida cuenta, precisamente, de que con los resultados de la consulta se pretendía obligar al Congreso a darle trámite a una serie de propuestas para acabar de raíz con el que está considerado el mayor de los males que aquejan al país: la corrupción político-administrativa que ha desangrado a Colombia durante décadas. 

Para nadie es un secreto que muchísimos dirigentes políticos, han utilizado la compraventa de votos para lograr sus propósitos de llegar al poder y no precisamente para servir a los demás, sino para llenar sus arcas y enriquecerse a costa de los dineros públicos, a través de la repartición burocrática de carteras y secretarías que les ha permitido manejar la administración pública a su antojo, año tras año, sin que, hasta ahora, haya habido una respuesta del electorado como la que ocurrió en las elecciones del 27 de octubre. 

Los resultados de estas elecciones dejaron a más de un títere sin cabeza. A lo largo y ancho del país la contienda electoral se caracterizó por las alocuciones agresivas, amenazas y asesinatos de líderes sociales a manos de fuerzas extremistas de derecha e izquierda, opuestas a la consolidación del proceso de paz con las Farc, firmado en el gobierno anterior y al que el partido de gobierno, el Centro Democrático, junto con su máximo líder, el expresidente-senador Álvaro Uribe Vélez, había declarado una guerra a muerte, haciendo hasta lo imposible por alcanzar sus malévolos propósitos.
Resultado de imagen para castrochavismoDentro de los grupos más afectados por la decisión popular de asestar un duro golpe a las mafias politiqueras, se encuentra el partido que maneja los hilos del poder en Colombia, máximo representante de la línea uribista, derrotada en capitales y departamentos más significativos, que se parece más una secta religiosa que un movimiento político, pues, su nombre oficial, Centro Democrático, lleva el apelativo de "Comunidad Oficial", como para que no quede duda de que se trata de una comunidad político-religiosa presidida por su máximo líder, "el Gran Hermano". La derrota del uribismo en Antioquia y Córdoba, sus fortines políticos más preciados, incluyendo las capitales Medellín y Montería, reconocida por el propio Uribe, es un campanazo de alerta para esa colectividad, muestra fehaciente de que muchísimos colombianos ya no se creen el cuento del "castrochavismo" y han perdido el miedo al "jefe" y a sus seguidores que repiten como loros #loquedigauribe, que fue el eslogan de la campaña virtual de todo el Uribismo. 


sábado, 2 de noviembre de 2019

No hay que ser un Donald Trump

La Rebelión de Los Árboles


Por Gilberto García Mercado


No ha quedado nada de aquellos tiempos de robles y cipreses gigantes en los senderos que conducen al pueblo. Primero comenzaron con el almendro centenario testigo de declaraciones de amor y encuentros furtivos entre amantes debajo de sus ramas frondosas.  
Después desviaron el curso del río y levantaron muros enormes para evitar inundaciones y desastres en el invierno.  
Al almendro lo talaron indiscriminadamente para dejar paso al progreso e instalaron para siempre el sol sobre el rostro de cada parroquiano.  
Y esta costumbre de preferir el dinero del progreso mejor que la perpetuidad de los cipreses volvió a los ciudadanos seres fríos e inexpresivos. Sin sombras ni follajes en donde refugiarse la piel del hombre se fue incendiando. Se curtió adaptándose al fenómeno climático dejando bien en claro que de aquellos días de fructíferas sensaciones tan solo quedarían nostalgias y suspiros.  
Fue como una pandemia maldita y contagiosa que poco a poco se fue incrustando en los territorios de nadie. En donde se tenía noticias de selvas y vegetación exuberante, hasta allá llegaba el hombre con su ambición desproporcionada a sustituir árboles por enormes construcciones artificiales.  
Talaban un árbol y erigían otro artificial con las mismas funciones del desaparecido: ofrecían sombra y un follaje fresco alimentado por máquinas, cuando el sol derramaba lengüetas de calor insoportable, entonces, los árboles artificiales tenían la facultad de refrescar los alrededores con la fuerza desproporcionada del run run de las máquinas.  
Pero un día la tierra cansada de tanta horadación en sus entrañas reclamó por las raíces frescas de los árboles, por los pájaros que revoloteaban en las ramas.  
Pidió explicación al hombre por la ausencia de mangos, robles, cocoteros y por las selvas tropicales.  
—¿Qué has hecho con los árboles y flores?— interrogó el planeta.  
Los devastadores no respondieron, llevaban días de sufrimiento soportando un aire enrarecido y a veces totalmente ausente que tenían que demarcar con sorprendentes avisos a un lado de la carretera:  
«¡No acercarse!».
«¡Peligro!».
¡Zona sin oxígeno!». 
…Dicen que en alguna parte de la tierra un pueblo ha sido desplazado por sequías y tsunamis e inmensas borrascas y terremotos.  
Y entre los intervalos que permiten los gemidos, de un planeta en ebullición, algunos hombres claman a Dios porque les devuelva a los árboles milenarios.  
Pero los cipreses se fueron, hasta donde alcanza la vista solo observamos ruina y desolación.
Imagen de Couleur en Pixabay Foto del árbol. Imagen de Trump Maret Hosemann en Pixabay

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Hojas Extraviadas

El Anciano Detrás Del Cristal Por Gilberto García Mercado   Habíamos pasado por allí y, no nos habíamos dado cuenta. Era un camino con árbol...