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martes, 8 de julio de 2014

UN CUENTO DE LA NARRATIVA LOCAL

ACCIDENTE EN LA CAVERNA CHILIBRÍ
                                                                 Por María Antonia Guerra Vergara                                

El misterio de las Cavernas, tema de debates en todo tiempo  
—Debo darme prisa, sólo queda una hora de luz, —Pensó Samuel–. Esa cueva es la  última, la más grande y peligrosa. 
Tuvo dudas pero entró. Al levantar la lámpara escuchó ladridos cada vez más cerca. 
— ¿De quién es ese perro? ¿No hay quién lo controle? ¡Ayy, mi madre, suéltame la bota! Será que podré subir por aquí ¡Silencio, vete! ¿Tú eres el dueño del perro? 
— ¡No baje es un pastor muy bravo! 
— ¡Llévatelo! ¡Debo bajar, tengo que hacer una filmación en esta cueva! ¡Ayyy! 
Una bandada de murciélagos se despliega y el investigador resbala un poco. El perro ladra con mayor fuerza y no obedece al niño que hace intentos por sacarlo de la cueva. Samuel observa una pequeña caverna y se encamina a ella. 
— ¡Qué oscuridad! 
Enciende la luz infrarroja. Una serpiente se desenrosca rápidamente y se desliza hacia él, viene seguida de otras. Tienen aire de salir de su reposo místico, de su sagrario ancestral. Samuel huye explorando recovecos. 
— Esto es peor que un laberinto, ahora entiendo cómo se sintió Teseo. 
Divisó un río subterráneo. 
— ¿Por dónde entrará esa luz, y el agua?  ¿será profunda? 
Oye un rugido que se multiplica con el eco. 
— ¿Ahora qué saldrá de ésta caja china? No tengo un arma conmigo. ¿Se habrá ido? ¡Ay!, ¿qué me punzó la espalda? 
Se adhiere a los orificios de la pared. 
— ¿Qué es esto? 
Palpa algo blando y un olor nauseabundo se esparce. Se limpia la mano en la pared y se desprenden huevos que se quiebran entre sus dedos. Un chillido hiende el espacio. Busca con la cámara a su alrededor. 
—Allí está, parece un búho, no, es una lechuza. 
Mueve la cámara hacia distintos ángulos. Le parece ver pares de ojos que lo espían por todos lados. 
— Calma Samuel, calma, que aquellos ojos son distintos, pero quieto, que el rugido de hace un minuto, uuuff, ya no se oye. 
Se escucha de nuevo el rugido. 
—¡Necesito salir de aquí, ya! El agua debe llevarme a la salida. 
Escucha un zumbido y siente que la caverna vibra, conmocionada, como si cobrara vida. No lejos de allí, se desprenden rocas. Luego, todo queda envuelto en una quietud misteriosa. 
—Tengo la sensación de haber percibido el desconcierto de cientos de  animales. Creo que la tierra tembló. 
Se toca todo el cuerpo. 
—Gracias a Dios no me sucedió nada. Cuántos temblores debe de haber resistido esta caverna. 
Cuando se aplaca el polvorín limpia el lente de la cámara. 
— Eehhh, ¿qué pasó allá?, se produjo una escisión. 
Entra por la zanja y observa  dos  paredes; una escalera asimétrica parece  conducir a una especie de cámara.  
Baja unas gradas, activa el zoom y encuadra las paredes. Tropieza y rueda por la gradería, cae bocabajo y se golpea la frente. 
—Eso, parecen signos. 
Acerca la cámara. Es una especie de talla sobre la roca. Saca del morral un cepillo de cerdas para el cabello y limpia con cuidado. Descubre un gran mural en alto relieve. 
— ¡Dios!, aquí hay un reno… esto parece un pastor con un cordero en sus manos. ¿Qué dirá esta leyenda? Esto… es un rey, pero su vestuario no es indígena. ¿Será que siempre existió la Atlántida? ¡Dios mío, toda la pared está cubierta de inscripciones! 
Su corazón salta de alegría. Ríe, luego llora y vuelve a reír. Imagina el aporte que ha hecho a la ciencia. 
—Yo, Samuel Spicker Méndez, ascendido a la fama. Esta caverna tendrá mucha, mucha más resonancia que la de Altamira. Ni punto de comparación. Importante descubrimiento, ¿no es supremamente trascendente, acaso?  pasaré a la historia. 
Él, Samuel, corresponsal de la Revista Geographie, apareciendo en todas las planas de primera importancia en el mundo. Se sobrecoge, desconcertado. Es como si a la vez se le borrara de golpe todo ese mundo increíble y maravilloso, que cree ser el primer hombre en descubrir. 
Todo parece inundado por una gran luz. Está encandilado, aparta la cámara de su rostro, cierra por unos instantes sus ojos y mira a su alrededor. 
Sus ojos parecen salirse de las órbitas. Paralizado pestañea repetidas veces; entonces es que advierte una gran paz; han aparecido dos contornos lumínicos: un hombre y una mujer con túnicas largas. No parecen ser monjes ni sacerdotes. No de los que él conoce dentro de la historia universal. Efluvios de amor se esparcen en el ámbito; puede percibirlos; entonces, escucha una voz sin sonido: 
— «A esta hora del tiempo el hombre sigue esclavo de los siete pecados capitales. En ti, aún existen rezagos de orgullo y soberbia, pero ya es tiempo que los científicos, de hoy, confirmen la existencia de la Atlántida, el continente en el que hace miles de años, el hombre alcanzó mayor superación y logros espirituales». 
Samuel movió los labios pero sólo pudo pensar: 
— ¿Quiénes son ustedes? 
—Fuimos Kobdas y aquí vivimos un tiempo acompañados de renos, refugiados, cuando huíamos de piratas terribles, durante una gira de nuestra misión.  
Un rugido como de animal herido hendió el ambiente, desapareciendo la visión. Samuel se frota los ojos. Ya no siente miedo. Son muchas cosas. Ahora meramente desea regresar a la superficie porque recuerda que es de noche y que debe salir en directo en un documental de televisión. 
—Regresaré, sí; claro que regresaré; acamparé en este lugar por largo tiempo. 
Ahora ya no le interesa el protagonismo. Un telúrico sentimiento y deseo de investigación lo envuelve. Avanza guiado por los rayos infrarrojos, sumerge sus botas largas y gruesas en el agua. Un cocodrilo gigante viene hacia él. Vira bruscamente a  su derecha y cae cada vez más hacia el fondo. Hace infructuosos esfuerzos por salir y, se acuerda que no lleva la cámara. 
— Ayúdame, Señor; el casete debe haberse estropeado. 
Siente que una corriente lo saca a la superficie. Percibe de nuevo esa paz que lo inundó en la caverna. 
—Sí, ya no importa nada el pasado. Pero, ¿es que el pasado existe? ¡Otra vez la luz! ¡Cómo mil soles potentes! ¿Cómo es posible palpar tanta luz? ¡Pero, qué digo!, no hay nada qué preguntar, todo es pleno, ni el instante existe; ¡Dios!, qué pesado y largo era un instante, aunque fuera feliz.
Samuel abre los ojos, se encuentra tirado sobre la escalera de piedra, se pasa la mano sobre el ojo húmedo, se lo limpia. Siente un dolor en la frente, encima de la ceja izquierda, desliza los dedos, tiene un hueco. Todo está oscuro. Mira a su alrededor y ve multiplicados los pares de ojos que lo observan con la complicidad del silencio. No encuentra la cámara. 
—No hay más remedio que esperar a que amanezca. Pero, ¿y las serpientes?, ¿y el rugido? ¡Dios mío, los dibujos que hallé en las paredes! ¡La aparición de hace un momento! Sí, he sido tan afortunado. Seguro que no me sucede nada malo esta noche. No haré ruido, buscaré la cámara cuando amanezca. 
El explorador se desmaya. 
Penetra una semiclaridad en la caverna, Samuel está tirado en el mismo lugar donde perdió la conciencia por segunda vez, se incorpora. 
—Me siento mejor. Aquí está la cámara. 
Enfoca febrilmente la hendidura y las paredes, sube y baja las escalinatas, busca y busca sin lograr encontrar rastros de signos, ni dibujos tallados. Un enorme sentimiento de defraude se apodera de él. Oye de nuevo el ladrido del perro. 
— ¡Señor, señor ¿todavía está allí? ¿no le pasó nada?! 
— ¿Qué pasó anoche? —gritó Samuel. 
—Tembló la tierra, yo corrí con mi perro. ¡Salga, lo tengo amarrado afuera, no le va a hacer daño! 
— ¿Conoces estas cuevas? 
—No, señor, nadie de por aquí se atreve a entrar, ayer lo hice por agarrar al perro. 
Samuel sale con una mano en la frente a modo de visera. 
—Debo ir al hospital y ver enseguida qué grabó la cámara. 
— ¿Cómo dice, señor? 
—¡Eh!, no, nada. 
—¡Usted está herido! 
—No es nada, debo irme. ¡Hasta pronto, chiquillo!                                            
                                                                                    

Ciudad de Panamá,  Noviembre de 2000
  

sábado, 5 de julio de 2014

EL HOMBRE QUE ROBABA PENSAMIENTOS A LOS PECES


EL PESCADOR DE CHAMBACÚ

                                                                «Cuando los peces se retiren moriré»
                                                                                                                                                     Magalla

Juan V Gutiérrez Magallanes
Nunca comió un pez que él no hubiese pescado, decía que el pez que llevaba a su casa debía habérsele enfrentado en franca lid. Era una diatriba entre un hombre y un animal maquinando pensamientos universales, cada uno de los pensamientos guardaba una equidad entre la solidaridad y la justicia.
En aquella confrontación el hombre sustraía pensamientos al pez. 
También los peces cavilan para enfrentar sus batallas contra diferentes enemigos en el mundo acuático, y algunas veces contra el hombre, otro animal de cuidado por la forma como piensa y algunas veces traiciona.
Aquel pescador conocía los secretos de los peces, había convivido con algunos, solamente separado por una pared gruesa permitiéndole captar  vibraciones, en especial de  los sábalos.
Describía el corazón de los sábalos como un motor con capacidad para albergar pensamientos de solidaridad,  era un ser que podía vivir tanto en  aguas saladas como las del océano Atlántico, o dulces como las del río Magdalena, en extensiones grandes como pequeñas.El hombre tenía argumentos para combatir a los pescadores de peces pequeños. Decía que a través de la lucha los pequeños engrandecían el orgullo, además los peces que se resistían al adversario, eran valerosos, podían albergar nobles sentimientos en el corazón.
Sentía respeto por la naturaleza, por esto en su recámara, tenía un altar para rendir culto a los peces. Era un hombre sin miedo para ver a los animales de frente, entre estos no ubicaba a los hombres de mirar soslayado, a esos no los invitaba a compartir el pez, guardaba mucho respeto por los animales que habían sido nobles en la lucha por la vida. Para comerlos tenía una sabia explicación, él debía consumir la fuerza del animal,  los pensamientos de ellos los guardaba en el corazón.
Toda su vida pescó con vara o cordel, por estos medios lograba conocer la nobleza del pez, la resistencia para mantener la vida.
Cuando vencía al pez en franca lid, lo miraba y lo llevaba a sus fosas nasales para sustraerle los pensamientos.
Argumentaba que el pez  que más se resistía era el Jurel, pero éste no era un pez inteligente, se extraviaba en los colores de las diferentes algas, lo que hacía fácil vencerlo si se tenía suficiente experiencia en su lidia.
No logré entender por qué decía que el Mero, era uno de los peces más inteligentes, llegando a superar al Pargo, pez de zonas abisales donde se hace difícil atraparlo.
Jamás combatió contra peces pequeños, los miraba con respeto. Buscaba a los peces de pensamientos sabios.
Acumuló muchos pensamientos de peces.
Su niñez la pasó en uno de los compartimientos de las Bóvedas de Cartagena, con la familia, de allí pasó a vivir en El  Boquetillo, donde aprendió los secretos más escondidos de los peces. Tenía  mayor estimación por el róbalo, sin demeritar el aprecio que sentía por el Mero y el sábalo. Más sin embargo,  un día al contemplar la tristeza y el llanto de los peces del Caño de Juan Angola sintió fuerte opresión en el pecho, se le rompieron las fibras cardíacas  para morir al  instante…
Algunas personas han visto su figura de viejo pescador de atarrayas, vagando entre los mangles de Chambacú.
 
  

jueves, 3 de julio de 2014

LAS INTERCEPTACIONES EN COLOMBIA

EN EL RANKING DE LAS CHUZADAS MÁS FAMOSAS  Rafael E Yepes Blanquicett 



Álvaro Uribe Vélez, ex presidente
1.En 1974, el entonces presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon, del Partido Republicano, se vio obligado a renunciar ante las presiones por el más famoso escándalo político del siglo XX en ese país, el «Escándalo Watergate», el cual consistió en una serie de interceptaciones telefónicas ilegales orquestadas desde la Casa Blanca, con el beneplácito del señor presidente, en contra del Partido Demócrata. 

Richard Nixon, ex presidente
La certeza de una acusación de parte de la Cámara de Representantes y de una inminente condena por parte del Senado, destituyéndolo en forma inmediata de su mandato, lo hizo dimitir públicamente ante el pueblo norteamericano, a través de un mensaje televisivo, en una calurosa tarde de verano, el 8 de agosto de ese convulsionado año.
2. Cuarenta años después, en 2014, la historia se repite en Gran Bretaña, debido al escándalo por las interceptaciones ilegales en contra del periódico británico «News of the World», auspiciadas por Andy Coulson, ex portavoz y mano derecha del primer ministro británico, David Cameron, lo que podría provocar su caída inmediata. Las disculpas del «premier» no parecen ser suficientes y tienen muy preocupado al Palacio de Buckingham, pues Cameron, a sabiendas de sus oscuros antecedentes —Coulson fue director del tabloide hasta 2007—lo invitó a formar parte de su gabinete, y, aunque éste renunció al gobierno en 2011, nadie cree en la «inocencia» del «gentleman», por lo que su permanencia al frente del gobierno británico está en veremos.
David Cameron, Primer Ministro
3. Ocho años antes del «Coulsongate», y treinta y dos años después del «Watergate», entre 2006 y 2010, durante el segundo gobierno de Alvaro Uribe Vélez, estalló en nuestro país el sonado escándalo de las «chuzadas» del desaparecido Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), en contra de líderes de oposición, magistrados, periodistas y funcionarios del Estado, el cual fue calificado por la Corte Suprema de Justicia como «una empresa criminal dirigida desde la Casa de Nariño». 
Cuando todas las evidencias apuntaban hacia la responsabilidad de su exdirectora, María del Pilar Hurtado, y de su jefe inmediato, el ex presidente y hoy senador electo, AUV, éste la asiló, o mejor, la escondió, en la vecina República de Panamá, con la complicidad de su homólogo de entonces, Ricardo Martinelli, para evitar que con su testimonio se hundieran los dos. 
En los dos primeros casos, un solo escándalo fue suficiente para tumbar al gobernante de turno o poner en peligro su estabilidad, mientras que en el tercero, a pesar de las chuzadas y los demás escándalos (Falsos positivos, Agro Ingreso Seguro, «yidispolítica» y parapolítica), el señor expresidente de la «Seguridad Democrática» sigue incólume y a punto de convertirse en senador de la república por cuenta de sus fanáticos seguidores, quienes lo idolatran y a quien consideran como «el Mesías Salvador», el «ungido», el «único» capaz de redimir al país de sus desgracias seculares. 

martes, 1 de julio de 2014

JOSÉ RAMÓN MERCADO


«TODO LO QUE SE LLEVÓ Y DEJÓ BAJO EL CIELO DE OVEJAS»

Por Edison Martínez Ramírez*
El poeta como testigo del mundo
José Ramón Mercado, todavía sueña un tren con los colores de un bus de palo que entra a Ovejas, anunciando las doce del día, después de rodear el Cerro de Almagra; cargando con el correo de los obreros de Barrancas, los bultos de panela de hojas del Cauca, las cargas de bagre seco y arroz de Magangué y los driles de Antioquia.  
Lo ve despedirse para seguir pitando alegre y nostálgico entre el reguero de caneyes del Valle de Chengue hasta más allá de Chalán y Colosó, llevándose entre los bultos de tabaco en rama y ajonjolí a los estudiantes que vuelven a sus clases del Liceo Carmelo Percy de Corozal. Ve a los niños y a los burros detenidos en las orillas, mientras el tren se pierde entre las colinas como un chinchilín rugiente. Como ve todavía a su primo Julio César, desde aquella mañana, todas las mañanas, subiendo al cerro más alto de la Sierra de la Peña, acosado por las brisas de la gloria y ansioso de vientos propicios para su modelo de avión a escala de un bimotor Curtis-Douglas, desde el día en que el mismo Julio César Carazo, recibió por el correo, la última lección, el diploma y la placa bronceada de piloto civil expedida por la Escuela Superior de Aeronáutica de California, así como lo narra J.R.M. 
Dueño de su inabatible destino, José Ramón, ve a Julio César, como si fuera ayer, lanzarse por la ladera pedregosa y empinada, detenerse suspendido del pecho, los tres segundos exactos en que Julio César se mantuvo en el aire, suficientes para cumplir, él también, su destino como único espectador del primer hombre que voló en estas tierras, con unas alas de fique construidas por él mismo, según el cuento en donde J.R.M describe esta experiencia con el asombro de la infancia. 
La memoria de José Ramón, transcurre por los mismos caminos del eterno retorno a casa, las sendas del exilio por donde el pueblo se vuelve un cáliz  de recuerdos distantes, los caminos de los adioses y las esperas, donde la vida va dejando sus «témpanos en charcos de olvido».  
Cada palabra es un trofeo recuperado en la senda del peregrino, cada imagen es un aluvión de sueños que viene en el abrazo dulce del agua del tiempo, su metáfora esencial. 
Primero están las cosas contadas, como las nubes de las cabañuelas al empezar enero. Las hojas maduras flotando en la sombra espejeante de los campanos. Las historias que se quedaron penando en los rincones de La Estancia, escapando por las rendijas de las ventanas trancadas.  
Las historias felices de seres inmunes a la tristeza. El amor irreductible a la vida primera y a las esperanzas y a las esperanzas sin fórmula para morir. 
Aún persevera en su asombro el pajarero febril que se llevaba su mejor trampa al cine con la confianza de capturar a la primera calandria que escapara de la pantalla. 
Luego están los días llenos de fantasmas perdonados, nunca olvidados, en las páginas de sus «Perros de Presa». Las mañanas del pueblo con sus calles de panzas hinchadas, de perros y puercos baleados por un tiempo hediondo a gatillos ciegos. Sevicia de sonámbulos en una historia patria sólo derrotada por la contumacia  alada de los goleros, a salvo del estado de sitio en el mal ubicado paredón del cielo.  
Más profundo en la dermis de su universo, la fuerza telúrica deja paso, entre pliegues de señales y caricias, a la presencia efímera del amor eterno. Como poemas de ciruelas brotando bajas en el tronco nada dice que mañana puedan  estar﴿, la luz confiada que arde en la presencia, huye del recuerdo con la muerte. 
La madre entonces una lumbre imperdurable de ansiedad trasegando el paso de los días, tan indispensable como el aire, presente en el tejido de brazos que sostienen la carga temprana de los años. Un tazón de guisantes con su sazón inequívoca, es un florero que su amor coloca en el paladar de la tarde. 
El aroma del pepino biche en las rodajas que saltan de sus dedos, trazan el cotidiano sosiego de los huérfanos cuando la memoria vuela sobre la estela del tiempo ausente. 
José Ramón Mercado, es todo lo que se llevó y lo que dejó bajo el cielo de Ovejas, poco le ha tocado esculcar y recrear del resto del universo. Los libros sólo han sido el pretexto para rearmarse y reencontrarse viviendo desprevenido, sus múltiples vocaciones, cada una con su tono  definido de flagelación.     
El  resto, sólo es regresar. Cada vez como un «forastero de la propia tierra». Volver en un ritual de distancias donde las manos apenas se untan con un tiempo ajeno que traspone los sentimientos; encontrándose cada vez más en la soledad del espíritu poético. La desolación del  escritor que cada martes de infinitas semanas sigue repartiendo en cada casa de Ovejas, dosis letales de lágrimas y bajezas en cada fascículo de «EL DERECHO DE NACER», como un testimonio de su obra literaria.
Ovejas, octubre 18 de 1.993 
                                              

sábado, 28 de junio de 2014

HOY GANAREMOS ANTE URUGUAY

LA SANTERÍA YORUBA A FAVOR DEL FÚTBOL COLOMBIANO
Juan V Gutiérrez Magallanes
Difícil ha sido para los brasileros olvidar la derrota en el Maracaná, frente a Uruguay. 
Se ensombrecen las ideas, cuando afloran los recuerdos de aquel día, «Maracaná sigue llorando la derrota brasileña en el Mundial del 50; se estrenaba el estadio más grande del mundo…los jugadores brasileños, recibieron en la víspera, relojes de oro que al dorso decían: Para los campeones del mundo. Las primeras páginas de los diarios se habían imprimido por anticipado…se había vendido medio millón de camisetas con grandes letreros que celebraban la victoria inevitable… 
Al primer gol del brasilero Friaca, un trueno de doscientos mil gritos y muchos cohetes sacudieron al monumental estadio…`pasado un tiempo Schiaffino, uruguayo, clavó el gol del empate y un tiro cruzado de Ghiggia, estalló el silencio en Maracaná, el más estrepitoso silencio de la historia del fútbol, acabó ganando Uruguay 2 a 1… Ary Barroso, el músico autor de Aquarela do Brasil, que estaba trasmitiendo el partido a todo el país, decidió abandonar para siempre el oficio de relator de fútbol… los comentaristas brasileros definieron la derrota como la peor tragedia de la historia de Brasil…quedó en el bolsillo de Jules Rimet, el discurso que había escrito en homenaje al campeón brasileño» (Eduardo Galeano ). 
Esta vez, después de 64 años,  los brasileros están haciendo fuerza para ver perder a Uruguay frente a Colombia, no aceptarán que se oiga el tango Dandy, que fue cantado por Gardel, en ese año de 1930 en que ganó Uruguay. Sólo se permitirá la fuerza de los Caracoles, el coco, el Tablero de Ifá y el Ékuele de los Yorubas, lanzados por los  santeros y babalawos. Son en total 132 participantes que en siete días han estado lanzando diferentes medios de adivinación. 
Todos los santeros concuerdan en el triunfo de Colombia sobre Uruguay,  sin contar con la asistencia de la Pachamama, ella ha permitido la intervención del dios Elegguá o Echú, quien es llamado de primero a todos los actos festivos. Como dios que cuida los caminos, los santeros creen que éste debe guiar el balón, para hacerlo entrar en la portería de Uruguay. En la oralidad se ha encontrado que es el dios de la Suerte y tiene que ver en el destino de los seres, Elegguá, puede cambiar el destino. 
Según, el anciano, los santeros, desde hace siete días y siete noches, vestidos con collares de cuentas rojas y negras, colores preferidos por Elegguá, juegan a la vez con los juguetes preferidos por el dios. Trompos, papelotes y bolas, están últimas las han marcado con los colores del uniforme que usa la Selección Colombia.Los santeros, aseguran que Elegguá estará en la puerta del equipo Uruguay, «abriéndole el camino  a los colombianos», porque él es el guardián del templo. Allí estará haciendo travesuras, bailando  y amenazando con su garabato, para que se permita meter el gol de los colombianos.  
    

viernes, 27 de junio de 2014

ENTRE LA SOLEDAD Y LA ESPADA


 CONFESIONES DEL ABUELO JUAN...
                                  
                                                                             «Al abuelo Valeriano, hecho de noble  madera»

Por Juan V Gutiérrez Magallanes
Cuando ya has trajinado la dureza del trabajo-tiempo, las páginas se han llenado de vivencias. 
Páginas que han brindado y sabido guardar las respuestas a las situaciones más difíciles de la vida. 
Llegas a sentir reposo en el corazón y puedes regalar sin solicitar tiempo al trabajo-tiempo. Puedes jugar nuevamente al escondido con las nubes que desde el firmamento te invitan, sí, a esas que siempre mirabas de soslayo y las dejabas esperando para cuando el trabajo-tiempo fuera benévolo y se llenase tu corazón de bellos recuerdos. 
A tus hijos los mirabas con la brevedad de los días festivos.  Luego volvías nuevamente a la rutina de halar el hilo de la vida para que los muchachos alcanzasen el estado adulto. Jamás pensabas en detener el tiempo para poder seguir mirándolos como niños. Te agitabas esperando que el tiempo deglutiera los espacios. 
Cabalgabas con el trote fuerte de la rigidez de la vida, te olvidabas de incluir el humor como parte de ese dúo quijotesco reposando en nuestro interior. Había un pensamiento cincelado de difícil movilidad para encontrar eso que llevamos por dentro  y que nos convierte en un ser risible. 
Eras una marcha emprendida con temor al fracaso, en donde a los hijos los mirabas con ojos taladrantes para que no se desviaran de la ruta trazada noche tras noche. 
Todo aquello se hacía vertical, rígido por la inexperiencia y el exceso de trabajo. 
Por una responsabilidad que te habían grabado en el inconsciente. No valía la risa, era un mundo de trabajo lineal, donde se reflejaba una relación aritmética. «Uno más uno dos y punto». 
Allí no eras  abuelo, eras  padre. ¡Gran Diferencia!  El abuelo tiene la experiencia del mundo, ha visto crecer a una generación, ha seleccionado un cúmulo de anécdotas buenas y malas y escoge las mejores en el tiempo que ahora él sabe manejar. Ahora  juega con el espacio-tiempo, ya dejó atrás el trabajo en la  agitación por adquirir cosas. 
 Pero la experiencia es lo que permite sentir alegría y goce, el saber que aquel nieto es responsabilidad de los padres y no tuya. Por eso ahora redescubres lo lúdico de la vida. 
Nunca vas a querer más a tu nieto que a tu hijo, tal vez igual. Ambos llegan a tu mundo en tiempos y circunstancias diferentes. Ahora cuando eres abuelo, las fibras de tu corazón se han tornado sensibles y basta un leve contacto para que vibren como cuando se escucha una dulce melodía… 
Las maderas curadas son de buena sonoridad y materiales predilectos para los lutieres.
  
 

lunes, 23 de junio de 2014

«VOLTEAR LA PÁGINA»

¿LA POSICIÓN CONCILIADORA DE JOSÉ FELIX LAFAURIE?

Rafael E Yepes Blanquicett
El presidente ejecutivo de Fedegán, José Félix Lafaurie Rivera, esposo de María Fernanda Cabal —la que enviara al infierno a García Márquez y Fidel Castro—y declarado uribista del Centro Democrático, manifestó en su columna del pasado domingo 22 de junio, intitulada «Voltear la página», una posición conciliadora que, a mi juicio, es buena y diciente. 
Lafaurie sostiene, entre otras cosas, que, concluido el debate electoral «hay que voltear la página», haciendo «borrón y cuenta nueva», hablando no sólo a título personal, sino también como dirigente gremial y a nombre de los casi siete millones de votantes que apoyaron el proyecto «zuribista», bien por convicción, bien por ir en contra de las Farc.  
En síntesis, afirma José Félix, que «Voltearemos la página pero no cerraremos el libro de nuestras ideas, principios y convicciones... Con el respeto del gobernado hacia el gobernante... con la independencia del ciudadano, a quien cumplir su deber en las urnas, le legitima el derecho al disenso», puntualizando que «queremos creerle al presidente reelecto al anunciar que 'no reconoce enemigos', porque entendemos que pensar diferente al gobierno no es sinónimo de ser su enemigo».  
Concluye, aseverando rotundamente que «Estaremos donde se nos convoque. Trabajaremos con el Gobierno, como lo hemos hecho siempre. Sin renunciar a nuestra crítica e independencia, aplaudiremos lo que lo merezca y objetaremos y exigiremos lo que sea menester».  
Un punto de vista totalmente contrario al de su jefe político, el camorrero expresidente fundador del Centro Democrático, como lo hicieron en su momento Oscar Iván y Martha Lucía al reconocer la victoria de Santos. ¿Será que «El Señor de las Chuzadas» permitirá esta «disidencia» o lo «excomulgará» por su «atrevimiento» como lo ha hecho con todos sus contradictores?







domingo, 22 de junio de 2014

EN SANTURBÁN, COLOMBIA

  
«LA DIOSA HIDRO ES MÁS IMPORTANTE QUE EL ORO»
                                        «La poesía no es un privilegio de clase, nunca lo ha sido»
                                                                                                                                Henri  Böll
Juan V Gutiérrez Magallanes
El poeta tomó el mito y lo ubicó en el Olimpo, lo transformó en verdad para explicar el cosmos… 
Y por el mito se origina la «poíesis» que es la poesía en la creatividad del hombre, y es por esto que Aristóteles, como buen discípulo de Platón, estudia la paradoja de su maestro con respecto a la poesía.  
Porque con ella podía explicar el pensamiento del hombre…  
Aquí citamos la unión mítica del mortal Oxígeno con la divinidad Hidrógeno para felicidad del hombre en el goce del equilibrio. 
La diosa Hidro,  originada por la «intervención» del andariego Oxígeno.  
Travieso, poseía en su estructura el don de Nike, la victoria, simbolizando la felicidad y la diadema del triunfo que le permitía alcanzar las nobles miradas de Filia, divinidad de la amistad que corría por las praderas del Olimpo en sana competencia con la diosa Erinias, la furia, que siempre se refugiaba  en el corazón de los Titanes, capaz de anidar también en los mortales para danzar con la turbia y enceguecedora Némesis, la venganza, la que se guardaba y permanecía escondida en las entrañas de los mortales, fácil de guiar por divinidades que caminaban por senderos escabrosos, llenos de alimañas, escogidos por los que guardaban las llaves del Hades. 
Era fiel compañera de Eric, la discordia, ésta, que siempre pudo servir de mensajera de la divinidad Enio, la guerra. 
Así estaba conformada la estructura síquica del mortal Oxígeno, quien antes del Caos soñó y alcanzó la unión con una divinidad del Olimpo, de aquel amor nació Penía, la pobreza, a quien Platón en su pensamiento mítico, consideraba madre de Eros, hijo concebido a través de la cópula con Poros, divinidad de la abundancia. 
Eros a través del pensamiento de su madre Penía, alentó los deseos del mortal Oxígeno por la divinidad Hidrógeno, también fue ayudado por Tyje, la fortuna, esta última colmó de pasión el corazón de la sílfide Hidrógeno y se realizó el acto nupcial, propio del himeneo de las divinidades. 
Como sublimidad del mito, de aquella unión, no hubo descendencia, sino fusión indisoluble de la diosa Hidro, agua, para que viviera eternamente ornada por las musas: Clio, la de la poesía épica, prestada siempre a los versificadores como Homero; Calíope, esa dueña de la poesía y la oratoria, quien prestó invaluable ayuda a Demóstenes: Erato, ella, la de poesía amorosa, anidó eternamente en el corazón del mismo Eros y tuvo compasión con Bécquer;  Euterpe, de flauta  musical, con la que el dios Pan, por su melodía, pudo olvidar a la bella y  divina Siringa; Polimnia, musa de cantos e himnos, se quedó protegiendo con sus cánticos el lecho nupcial, ayudando con sus himnos para lograr el aprecio  de la divinidad Lethe, la del olvido, esta era necesaria para borrar de  los espíritus a las diosas perversas como Limos, el hambre y a Fthomos, la envidia, debían ser encerradas en los odres que guardaba el dios Eolo para desterrar a sus enemigos. 
Ni tampoco debía permitir que llegase la divina Geras, la vejez,  ésta, estaba llamada a reemplazar a  Caronte en el Estigia. (Río que después en Colombia dejaba flotar los NN). El Concejo del Olimpo, sólo permitió que los poetas dieran vida al dios Momo, el de la burla para a través de ella retirar a Deimos, dios del espanto, que se mutaba en objeto manejable en  los apéndices de los dominadores  del poder y hacía posible la existencia de Fobos, divinidad del miedo, que no podía anidar en el corazón de la diosa Agua. 
Sin embargo cuando la diosa Hidro, Agua, se salía de su lecho, parecía que recordara su origen, ese inicio a partir del mortal comburente, llamado Oxígeno, avivador del fuego para bien de Vulcano y de los hombres; el otro progenitor en sí, era el divino Hidrógeno, combustible, ardiente, que se incinera para mantener encendida las teas de las competencias de los dioses (premonición de las olimpiadas).  
Todo aquello para ser contado por los poetas, quienes acudían a las musas: Temis, la justicia; Homónoia, la concordia y Metis, la prudencia, para envolver a la divinidad Hidro en el esplendor de Irene, la paz, y así poder brindarla a los hombres.  
Pero Lethe no lo permitió, y ahora se hacen plegarias a los dioses que moran en el cieno de los ríos de Colombia, para alcanzar la mirada  de Irene y decirle que aquí en Colombia en Santurbán (Santander del Sur), han erigido un monolítico, donde se lee: «La Diosa Hidro es más importante que el Oro» 
        juanvgutierrezm@yahoo.es 


lunes, 16 de junio de 2014

DE LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES

SE LES QUEMÓ EL PAN EN LA PUERTA DEL HORNO
Por Rafael E Yepes Blanquicett
Luego del triunfo indiscutible del candidato-presidente en la segunda vuelta, el equipo perdedor dio un discurso moderado reconociendo la victoria de su contrincante, aseverando que hará control político a las Propuestas de Santos en torno al proceso de paz y a los demás puntos de su agenda de trabajo para los próximos cuatro años.
Así lo expresaron, el mismo día de su derrota, Martha Lucía Ramírez, asesora de la campaña «zuluaguista», Carlos Holmes Trujillo, su fórmula vicepresidencial y el propio excandidato, Oscar Iván Zuluaga.  
Sin embargo, algunas horas después, el ex presidente y senador electo, Alvaro Uribe Vélez, director-fundador del movimiento Centro Democrático y manejador en la sombra de OIZ, leyó ante los medios de comunicación un fuerte discurso totalmente contrario al de su pupilo presidencial, desconociendo la victoria de Juan Manuel Santos, lo cual, según un reconocido analista político en diálogo con Noticias Uno, la Red Independiente, del Canal Uno, significa ni más ni menos que el descabezamiento de Oscar Iván y el principio de su desgracia política por no seguir al pie de la letra los lineamientos de su jefe político.
Uribe Vélez, como todo «capo» que se respete, no perdona equivocaciones ni que se desconozca su voluntad, de tal manera que, quien se atreva a hacerlo, ya sabe lo que le pasará, pues para él «su gente» le tiene que ser fiel en todo hasta la muerte, aún por encima de su propia dignidad, y el que no lo sea se convierte, en el acto, en su acérrimo enemigo, como le pasó a Santos. 
«El Ubérrimo» está tan dispuesto a seguir en la oposición de extrema derecha, hasta el punto de considerar la posibilidad de no posesionarse como senador «por falta de garantías», según sus propias palabras, las que tendría de haber ganado la presidencia Óscar Iván Zuluaga. 
El «honorable» fundador de las «Convivir» en Antioquia, cuando fue su gobernador, tiene físico miedo de lo que le pueda pasar de ahora en adelante, pues, al posesionarse como senador, pierde el fuero especial que lo protege por su investidura de expresidente, pasando a ser investigado por la Corte Suprema de Justicia y condenado por la justicia ordinaria como cualquier ciudadano del común, de hallarse culpable de algunos de los delitos que se le imputan. 
Por otro lado, la solicitud de extradición de doña María del Pilar Hurtado, exdirectora del DAS, escondida, o mejor, «asilada» en Panamá por el gobierno cómplice de Martinelli, responsable de las famosas «chuzadas», abre la posibilidad de que AUV sea juzgado como autor intelectual del delito de interceptaciones ilegales a funcionarios públicos y opositores políticos durante sus dos mandatos consecutivos.  
Por la misma razón, tiene bien escondido, a su ex «Alto Comisionado para la Paz», Luis Carlos Restrepo, más conocido como «Doctor Ternura» por su extraordinario libro «El derecho a la ternura», testigo clave en las acusaciones que se le hacen por los «falsos positivos», aquellas operaciones militares en las que muchos campesinos humildes fueron asesinados, haciéndolos pasar como insurgentes para mostrar «resultados positivos" por parte de la fuerza pública y, de paso, cobrar las millonarias recompensas ofrecidas.  Ello explica el porqué del temor de Uribe y su airada reacción ante el fracaso de sus intenciones de volver al poder en cuerpo ajeno, a través del partido que él creó y del candidato que él mismo escogió para tal fin, al cual daba como seguro ganador al haber logrado la más alta votación en la primera vuelta. 
Como quien dice, se leS quemó el pan en la puerta del horno y bien quemado, descuido que no le perdonará jamás a su «panadero titular». 
 Glosas yepesianas. 
Los sectarismos políticos no dejan ver con claridad muchas cosas. La gente del Polo que acompañó a Santos en la segunda vuelta, tiene claro que solos jamás llegarán al poder. En todos los países democráticos en donde la nueva izquierda ha triunfado, han tenido el acompañamiento de otros grupos que, sin ser de izquierda, coinciden con sus planteamientos y propuestas. De otro modo, no lo hubieran logrado. 

domingo, 15 de junio de 2014

RINCON DE LA MAGALLANERÍA

          ¡EXTRA! ¡EXTRA!
EL ANTIVIRUS DE LA CORRUPCIÓN, SE  DESCUBRIÓ EN CARTAGENA
 Por Juan V Gutiérrez Magallanes
Tomado de El Republicano Liberal
La corrupción no es de carácter genético, y  así lo demuestra  el genetista  Emilio Yunis Turbay: «Es tan persistente la pregunta que requiere además una respuesta afirmativa, que en los últimos 25 años ha sido la más habitual formulada en un gran número de entrevistas  de radio, prensa y televisión.  Es tal el deseo  de tener una respuesta afirmativa  que aún después de los descubrimientos de la secuencia del genoma  humano… la pregunta continúa». 
Y se responde  que la corrupción no está en los genes y sí en la historia. 
Cuando Yuris, declara que se halla en la historia, es para asegurar que puede hacer parte de la formación primaria de los pueblos, lo que no justifica la declaración del  entonces presidente Turbay Ayala, donde declara que se «debe aceptar en sus debidas proporciones». Salida  más que absurda… 
«El cáncer de la corrupción–que ya ha hecho metástasis en el cuerpo del Estado colombiano- invade la sociedad entera porque a los pícaros diestros en burlar todas las normas  y barreras tecnológicas, no los frenan ni los más sofisticados equipos electrónicos que manipulan para reducir o borrar impuestos, para adjudicar tramposamente los contratos, para hacer bonos ficticios a las arcas del fisco, para incrementar en forma dolosa liquidaciones prestacionales y pensionales, en fin, para saquear los dineros públicos mediante las infinitas marrullas que se inventan» (2). 
Hoy se conoce en Cartagena de Indias que la Corrupción, es producida por un VIRUS,   este microorganismo fue encontrado por primera vez en su estado más rudimentario  en la República Democrática del Congo, de allí pasó a Somalia y se ha  diseminado por diferentes partes del   planeta, cada  día se va mutando y fortaleciendo su estructura molecular de ADN o de RNA. Este virus se impregna con facilidad en el tejido que cubre la palma de las manos, tegumento preferencial para ser  atacado, y allí hacer su proceso de incubación en la enzima que encuentra en las células del tejido delas manos. 
Quizás exista  un breve asomo de la existencia de este virus, en la mentalidad de Pilatos, cuando opta por lavarse las manos ante el pueblo romano para no caer en un acto canalla y cruel como era la condena de Jesús. 
Aquí en Cartagena, se ha reforzado el virus de la corrupción, se ha encontrado un mutante  que  hasta hace dos semanas era difícil de controlar. Pero gracias a la astucia de un bacteriólogo, hombre que transita el sendero del bien, almas sanas que se encuentran en  el pandemonio de esta noble ciudad, (fácil para la chismografía, herencia dejada por el paso de la  Santa Inquisición), el científico ha descubierto que el virus, es fácil destruirlo con una solución de Hidróxido de Magnesio (Leche de Magnesia). Es suficiente introducir las manos en la solución de Leche de Magnesia por espacio de media hora, y lograr  la liberación del virus. 
Pero hay personas proclives al virus y reacias al uso de la  Leche de Magnesia. Ante estas personas el Estado ha dispuesto mediante Ley realizar un trasplante a estos individuos del tejido  de la dermis de las manos por un tejido sintético de silicona antiviral. 
Ahora Cartagena, con la aplicación de esta solución anti corrupción, camina en ascenso para  ponerse a la par de los países  con menor índice de corrupción, como  Dinamarca, Nueva Zelanda, Finlandia, Suecia y Noruega. 
En todas las entradas de los organismos del Estado (Congreso, Gobernaciones, Alcaldías, Concejos, Asambleas, Magistraturas y otros),  hay grandes recipientes con solución de Leche de Magnesia, donde los miembros de estos  organismos deben lavarse las manos por espacio de diez minutos. Hay cámara especiales  para detectar el uso de guantes trasparentes en aquellos proclives a la CORRUPCIÓN. 
«Soñar nada cuesta, y por qué no seguir soñando»    

sábado, 14 de junio de 2014

PREMONICIÓN DEL CACIQUE CANAPOTE

«CARTAGENA DEJARÁ DE SER ISLA PARA
 CONVERTIRSE EN PENÍNSULA»

Por Juan V Gutiérrez Magallanes
Panorámica aérea de Cartagena de Indias
Fue muy famoso el Cacique Canapote, quien generó muchas leyendas en este litoral. 
Por eso, el viejo más antiguo de Karamairi nos dejó en la oralidad lo siguiente: «Ésto era parte de la leyenda del jefe aborigen, quien siempre miraba a los Cuerpos de Agua  con la sabiduría de la esperanza». 
Y se cumplirá la sentencia del cacique Canapote, cuando después de haber sido desplazado por los españoles, vaticinó: «Karamairi, no volverá a ser tierra aislada por el agua, porque el hombre que ha llegado, dejará que se una y morirán los hermanos que viven en su seno». 
El Cacique Canapote miraba a los Cuerpos de  Agua como diamantes que se movían y se retiraban con los cambio de la luna, él  se dejaba extasiar por el reflejo del sol en la superficie del agua, esa era una de las causas de su adoración por los diamantes, en  ellos  mantenía la trasparencia del agua.  
Quizás fue el jefe Caribe, quien poseía el diamante de mayor tamaño en el litoral Caribe. Y agrega la leyenda que cuando vio que el desplazamiento era inmediato por el avance de los españoles, en especial por el desnarigado don Pedro de Heredia, escondió el diamante en uno de los promontorios cercanos al Caño de Juan Angola, sector que más tarde fue llamado «Loma del Diamante», y así se conoce hoy en el barrio Torices. 
Razón tenía el periodista Alfredo Pernet Morales, cuando decía: «Allí en Torices  comenzaba el mundo». 
¡Hoy nadie sabe en qué parte está el diamante! 
Los cuerpos de agua para nuestros aborígenes eran  sagrados. De ellos dependía gran parte de su subsistencia, tenían como dioses totémicos a una serie de animales anfibios donde predominaba la tortuga, la rana y la babilla. 
Se consideraban bendecidos por los dioses gracias a la abundancia de peces. 
A través de sus canoas podían hacer el recorrido por todas las islas de ese archipiélago que era la Karamairi, conformado por Isla Elba (Chambacú), Getsemaní, Manga y Bocagrande. 
Hasta los inicios del siglo XVIII, existía el Caño de Anastasio, que separaba a Getsemaní de los barrios del centro de Cartagena. 
Al paso de pocos años los cartageneros secaron el caño y se unió Getsemaní con el Centro. Dejó este barrio de ser una isla, ya para ese entonces se había secado la ciénaga de la Matuna. Donde se criaban Tortugas y grandes Sábalos, así avanzaba el relleno de los Cuerpos de Agua al mismo tiempo que el brazo que se desprendía del Caño de Juan Angola, y que atravesaba el sector del Papayal para separar a la isla Elba del barrio de Torices y Espinal, lo  trataban de secar con el vertimiento de basuras, hasta cuando lograron su objetivo y Chambacú (isla Elba), dejó de ser isla, en igual circunstancia aconteció con Bocagrande, se unió a los  caseríos de Pueblo nuevo y Pekín. 
Hoy, cuando el hombre ha desarrollado mayor depredación, cuando se inclina ante el Tótem Plástico de la tecnología y mira con extremada indiferencia a los Cuerpos de Agua, en especial el cartagenero, hoy está en peligro lo poco que queda de ellos, en esta ciudad que era considerada archipiélago. 
Ya falta poco, quizás unos sesenta (60) centímetros para que desaparezca el Caño de Juan Angola en el sector que une a Marbella con Torices, en el Puente de Benjamín Herrera. Cuando eso  ocurra, lo que no durará mucho tiempo por los intereses de los usurpadores de terrenos, Cartagena de Indias se convertirá en una Península y se cumplirá la premonición del Cacique Canapote. 
Ya no  podrán decir los empresarios del turismo: «Visite a la Isla de Cartagena de Indias». La desidia de nosotros los cartageneros, ha dejado morir el Caño Juan Angola, donde el Mangle crece con la desesperación de la selva fantasmal, y se escucha el llanto de  los fantasmas del  Mero  y el Sábalo  mallero. 

domingo, 8 de junio de 2014

Y DE LAS LEYES PARA QUÉ


«HECHA LA LEY, HECHA LA TRAMPA».
Por Orlando Periñán Lombana 
Recomiendo a los ciudadanos hacer un análisis serio de lo que esta sucediendo  con la justicia colombiana. 
Cuando estudié el bachillerato me enseñaron en la clase de Cívica, ahora Democracia, que era la Rama Judicial, la encargada de actuar sobre los hechos delictivos cometidos por los ciudadanos. 
Además, es un hecho real que estamos gobernados por la lógica de la trampa y esto se corrobora cuando hasta el común del pueblo volvió refrán aquello que dice: «Hecha la ley, hecha la trampa». 
Es sabido que con la trampa trabaja la clase política corrupta. Recuerden el otro decir que hizo carrera entre estos personajes singulares: «No podemos meter en la cárcel a nuestros amigos corruptos». 
También sabemos que cuando una persona se le acusa de algo lo mejor y más sano es contar la verdad para que la opinión pública quede libre de suposiciones y ubique a los acusados en el lugar que ellos se merecen. 
Ahora que los colombianos tienen conocimiento de las presuntas irregularidades que involucran a los candidatos a la Presidencia de Colombia. Me pregunto: ¿Por qué no exigir a la Justicia celeridad en las investigaciones y los fallos en las mismas? 
A la justicia, uno podría pensar que solo le quedan siete días para pronunciarse sobre las irregularidades que han salpicado las campañas de Óscar Iván Zuluaga y el candidato-Presidente, Juan Manuel Santos. 
En la actual contienda política ha reinado el odio como premisa general filtrándose en las dos concentraciones, quizás porque algunos piensan que los discursos con connotaciones siniestras son los que llevan al primer puesto de la nación a quien mejor sepa hacer uso de ellos. 
Claro que el odio es libre de sentirse, porque es un sentimiento, una pasión que forma parte del arsenal emotivo y destructor de un ser amargado; dispuesto en todo momento a descalificar las propuestas del otro, esperando fomentar la división urdida por el engaño y la mentira. 
Un triunfo presidencial se debe conseguir con confrontación civilizada esbozada por los líderes en la plaza públicas. Y tal parece que esto es lo que han olvidado los candidatos. 
Así que, por las anteriores consideraciones, mi voto será en «blanco», dejando libre mi conciencia que no acolita con los planteamientos hechos por Óscar Iván Zuluaga y el candidato-Presidente Juan Manuel Santos que parece que fueran invisibles e intocables para la justicia colombiana.

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