DILSON HERRERA Y TONY TROCHA

ORGULLO DE QUIENES AYER SUFRIERON LA DIÁSPORA EN CARTAGENA

Por Juan V Gutiérrez Magallanes

Dilson Herrera : Disciplina

Después del silencio de otras glorias, como Bernardo Caraballo, Pedro Vanegas,  Antonio Cervantes, «Kid  Pambelé », hoy volvemos a sentir el grito inmarcesible en los parlamentos deportivos, y es con la razón taladrando los recuerdos concitando a buscar los sueños de seres en otra dimensión, como Pablo Herrera Nassi, viejo beisbolista que se forjó en el Campo de la Matuna, en los encuentros de «roscas deportivas», entre equipos integrados por sandieganos, getsemanicenses y chambaculeros, Pablo Herrera de  bateo izquierdo, luego de jugar en Santa Marta, retorna a Cartagena y entra a jugar  en  Colpuertos. 

¡Quién sabe cuántas veces soñó con la Gran Carpa del Béisbol de Grandes Ligas! Quizás no se imaginó, que una simiente de sus genes, ese muchacho, Dilson Herrera, de veinte años,  su nieto, hoy estaría haciendo  parte de la novena de los Mets de Nueva York, con muchas posibilidades de recorrer los diferentes diamantes de las Grandes Ligas. 

¡Gloria por quienes hicieron del juego libre, la esperanza de un mañana, sin dolores ni quebrantos!, corresponde entonces aquí pensar en Tonny Trocha, un tataranieto de María de Jesús Díaz de Trocha, una negra de un metro con noventa, residente en El Quinto Patio del Mocho Guzmán en Chambacú. 

María tuvo tres hijos de un metro con noventaicinco: Mariano, Antonio y José Francisco. Ellos por los años cincuenta sabían que podían utilizar su estatura en beneficio propio cuando por la misma se les cerraban las puertas para practicar algún deporte. Eran  piloteadores, los tres introducían grandes  troncos de mangle, en el subsuelo, para darle consistencia al terreno y poder construir las edificaciones que hoy hacen  parte del antiguo  Campo de la Matuna, (o Plazoleta de Telecom,  Plaza de Benkos Biohó o plaza del Joe Arroyo, asi se le conoce…) 

Tony Trecho, constancia

Tonny Trocha, de dos metro con diez centímetro, nieto de Hernando Trocha y biznieto de Mariano, con un metro con noventa y cinco y tataranieto de la negra María de Jesús,  quien sabía adivinar los caminos de sus descendientes y, trenzaba los olores de las comidas para satisfacer los apetitos pantagruélicos  de sus hijos. 

Hoy Tonny, después de pasar por la mirada de muchos observadores, participó en el campeonato de Reebok y Adidas. Ha tenido buena participación como alero  en el Torneo  FIBA  Américan Sub-18. 

Según los scouts, Tonny, es el prospecto número 19 en su posición  y 11 en el Estado de Texas. «Se destaca por su buena movilidad como hombre grande, su habilidad para encestar el tiro a media distancia, además es considerado como un jugador con mucho potencial. En agosto de este año empezó a entrenar con Texas A&M, es el tercer colombiano que juega actualmente en un equipo de División I de la NCAA, los otros dos son: Hanner Mosquera y Freddy Asprilla». 

Tanto Dilson como Tonny, conmueven las fibras de quienes ayer sufrieron la diáspora y se dispersaron por Chiquinquirá, República de Venezuela, Porvenir, Las Lomas, San Francisco  y otros sectores. 

Ellos han vuelto a encender la tenue  llama  identitaria, que nos hace mirar el sol sin el temor de su brillantez.