GANANCIAS INHUMANAS

Del infortunio de los hemofílicos y 

los mercaderes de la salud

Por Álvaro Morales

“…lo que pa´su vida es mal, bien es pa´ la novia mía…”

                                                                  Adolfo Pacheco

Así como el compositor Pacheco describe sabiamente la manera cómo el sufrimiento del mochuelo enjaulado producía alegría y bienestar a la novia de la canción; así mismo el infortunio de los hemofílicos produce alegría y enriquecimiento desmedido a organizaciones criminales y servidores públicos que disfrutan de las ganancias mal habidas que derivan de tal padecimiento. 

La hemofilia, enfermedad hereditaria, manifestada por  trastornos en la coagulación sanguínea y clasificada como rara y de alto costo, es junto con el grupo de las llamadas catastróficas, las preferidas por los mercaderes y delincuentes de la salud para incrementar indebidamente sus riquezas a costas del sufrimiento del paciente. 

El reciente fraude que por cincuenta mil millones de pesos investiga la Contraloría General de la Naciòn en el departamento de Córdoba recuerda los mismos e inescrupulosos hechos y métodos que detectó el ente fiscalizador en los años 2012 y 2013 en la gestión del llamado “Bolívar Ganador”, el de Gossaín. 

La defraudación al Sistema de Salud que investiga la Contraloría en el departamento de Córdoba, guarda el mismo estilo y esquema utilizado por el la Secretaría Departamental de Salud de Bolívar, cuando de manera indebida e inexplicable pagó una suma superior a los 25 mil millones de pesos a IPS fantasmas por prestación de servicios y suministro de medicamentos a pacientes hemofílicos, los cuales, lo más seguro, y para justificar la fechoría, fueran también fantasmas o se asumieron como del grupo especial de “vinculados” que cubre el Estado. Lo que en verdad se sabe es que los mismos enfermos ostentaban la condición de afiliados al régimen subsidiado o contributivo en sus respectivas EPS. 

Pero lo curioso en el número de pacientes hemofílicos en Bolívar es que la cifra reportada por el ex gobernador Gossaín no se ajusta a los parámetros estadísticos de prevalencia de la enfermedad para Colombia, los cuales siendo de 3,8 casos por cada 100.000 habitantes deberían representar para la población de 2.097.161 del departamento un total de 79 pacientes y no los 109 al consolidar los 67 que dijo Gossaín que existían en Bolívar con los 42 que supuestamente están diagnosticados en Cartagena, desfasándose en 30 el número de la normativa cifra. 

Álvaro Morales

Fácil deducir las razones de la atracción perversa que le producen los pacientes hemofílicos a los que defraudan el Sistema de Salud. Lo son los catorce millones de pesos que vale la medicación mensual para cada diagnosticado. Medicación que muchos no reciben, pero que sí se cobra. 

Por lo anterior, el padecimiento de los homifilicos se ha convertido en el modelo escogido por los oportunistas, incluidos algunos de la Rama Judicial, para generar riquezas indebidas y deshonestas; las cuales disfrutan sin recato y con ostentación. 

Hasta ahora, ni los hemofílicos ni las niñas del Carmen de Bolívar han sido “ganadores” ni mucho menos han “Avanzado” en nada.