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jueves, 27 de marzo de 2014

Las indias Boutique Gourmet: de la mano de Laureano Licona

EL CARBON: LA REVERENCIA DE NUESTROS
ANCESTROS POR UN FUEGO PURIFICADOR

Por Gilberto García M               
LAUREANO LICONA
Se venía anunciando con antelación. Pero uno de los fascinados con la idea era Laureano Licona, joven publicista y propietario del restaurante Las Indias ubicado en pleno corazón de Getsemaní. Desde aquel día que descubrió que los alimentos son más "naturales" si se cuecen en carbón un impulso interior lo doblegó hasta el punto de que todo en la vida en Cartagena de Indias girara en torno a la fundación de su restaurante pero con una característica muy singular: El Carbón como elemento primordial en la elaboración o cocción de los alimentos. 
Al hombre entonces le brillan los ojos cuando explica las bondades del carbón y las anécdotas que de una u otra forma guardan alguna relación con él. Fue tanto el despliegue de retórica aquella vez que cualquier obstáculo que pretendiera atravesársele en el camino, sufriría la humillación de la derrota. Aquel febril entusiasmo se concretó desde que a través de la Asociación de Escritores de la Costa, con una semana de antelación, se convocara a sus miembros a una cena especial en que todo girara hacia lo que hacía posible la misma: El bendito carbón. 
Así que esta tarde fueron llegando los protagonistas de la cena de uno en uno. La Plaza de la Trinidad a esa hora de la tarde era el refugio preferido para quienes luego de haber explorado los afanes de la vida, venían a solazarse aquí. Alguien tomaba una foto, el muchacho que vende minutos a celular bromeaba manifestando que su compañero de la esquina «es un rarra» pues casi siempre está comiendo. 
El cronista fue el primero en llegar. 
5:30 de la tarde y en la Plaza del Pozo la brisa levantaba la hojarasca hacia ninguna parte… 
­— ¿No han llegado los escritores?—interrogó el reportero al hombre que vigilaba los autos aparcados. 
—No, señor. Pero espérelos, no tardan—dijo el vigilante. 
EN LAS INDIAS, SE COCINA CON CARBÓN
Mientras esperaba, el cronista deslizó la vista por los alrededores. Getsemaní tiene la facultad de hacer sentir a quien viene a conocerlo, como si el tipo estuviera en familia. El viento seguía jugueteando, ahora alrededor de un monumento construido a punta de libros de la Bienal de Arte que se desarrolla en Cartagena. Desde la Plaza de la Trinidad llegaba el alboroto de algún muchacho que comenzaba a experimentar los efectos de la cerveza. 
Cuando ya el cronista comenzaba a desesperarse, se recortó contra la Plaza el Pozo, en la distancia, la figura de un hombre vestido de blanco. Era Jocé G Daniels, quien venía sin el entusiasmo de otros días. Luego de saludar el hombre reveló el motivo de su naufragio.
«Es un fuerte dolor de cabeza», dijo, «Pero no hay de qué preocuparse, ya pasará…»
 
Detrás de Joce Daniels, casi pisándole los talones, irrumpió de repente, como si saliera de la nada, su amigo de siempre Enrique Jatib. Ambos acompañados del periodista ocuparon la mesa del restaurante del lado con el semblante de quien en pleno desierto se tropieza con un oasis. Sólo que la voz fuerte de una mujer pequeña, la encargada del lugar, los devolvió a la realidad. 
—¿Qué desean tomar los caballeros?—dijo la mujer. 
—Danos tres jugos—manifestó Enrique Jatib entendiendo que la mujer lo había hecho porque en cualquier establecimiento te cobran la sentada. 
La conversación giró, mientras esperábamos a los demás miembros de la Asociación, y el reloj se acercaba al filo de las seis de la tarde, hacia los titulares que encabezaban los medios nacionales: El caso Petro, la situación de María del Socorro Bustamante y su elección por las negritudes, temas de cultura, Venezuela con sus problemas agudizándose, y la suerte del avión desaparecido de Malasia, entre otros temas. 
Juan V Gutiérrez Magallanes, quien había venido acompañado de su esposa, apoyó la iniciativa de Laureano Licona, quien amablemente invitaba a los presentes a que pasáramos al interior de Las Indias y experimentáramos un reencuentro con el carbón, las brasas que de una  u otra forma marcaron nuestra existencia…  
EL PASEO ALUCINANTE POR LAS ATMÓSFERAS DEL CARBÓN 
Escuchar a Laureano Licona es descubrir el asombro, la reverencia de nuestros ancestros por un fuego purificador, convocando a la familia, a los pueblos en torno a una actividad que la modernidad ha ido desplazando hacia otras formas de ritos pero sin la fecundidad del carbón de Dios, ese que surge de la leña y da a los alimentos un tratamiento especial. Esa misma condición que se desborda en entusiasmo, en reverencia para un carbón salvador, el que nos muestra con precisión y sonrisa de chef profesional, el que debería estar dirigiendo una sección de «cocina al carbón» en algún programa de televisión, Laureano Licona. 
Y quienes asisten a la cofradía del carbón, jamás olvidarán la manera como el profesor Juan V Gutiérrez Magallanes hace referencia a él, con el texto que lee sobre los pregoneros que en algún lugar de Cartagena gritaban «el carboooón, el carboooón…» 
HABLARON DE CARBÓN EN LAS ISLAS BOUTIQUE
Pero mientras Laureano habla, invita al mismo tiempo a sus contertulios a que pasen a la cocina y vean el proceso y tratamiento que se le da a una «viuda de pescado». Sus empleados explican los derroteros que deben cumplir los distintos menús cuya gran peculiaridad consiste en que en Las Indias Boutique Gourmet sólo se cocine con carbón. Así que es un honor y privilegio cenar en este restaurante no sólo porque es el único en Cartagena en que se cocina con carbón sino que Laureano, el anfitrión, hace que el visitante se halle como en casa.      


martes, 25 de marzo de 2014

 Buzón Político
EL CASO BUSTAMANTE

 Por Rafael E. Yepes Blanquicett
Las numerosas voces de protesta contrarias a la elección de María del Socorro Bustamante como Representante a la Cámara por las negritudes, con el aval del «partido» FUNECO, es explicable porque sencillamente ella no es afrodescendiente, a pesar de haberse autoproclamado como tal en 2011, hecho que no es suficiente para ser considerada como digna representante de las comunidades negras de Colombia.  
Pero también hay que cuestionar y responsabilizar, mucho más, a los dirigentes del movimiento que la avaló, pues sin ese reconocimiento no le habría sido posible alcanzar dicha curul.   
Al parecer, pudieron más los apetitos burocráticos y las ansias de poder de FUNECO que los principios ideológicos del movimiento afro en nuestro país, quedando claro, entonces, que para ellos lo más importante era llegar al Congreso como sea, así fuese traicionando sus propios ideales, por lo que la protesta no sólo debe dirigirse contra la  representante electa, sino también contra dicho movimiento, para evitar que en las próximas elecciones legislativas se repita la historia. 
Y la sanción de parte del Consejo Nacional Electoral, de igual manera, debe ser para los dos: pérdida de la curul para la doña, y pérdida de la personería jurídica para el movimiento. 



MUJERES EN SUS ZAPATOS

EL CASO VENEZOLANO

«TODA  FIERA TEME AL FUEGO Y NO EXISTE MEJOR FUEGO QUE DEFENDER LO QUE AMAS»

Por María Elena Aldana 
Los efectos son devastadores, un país antes pujante, cuyas mujeres eran frecuentes ganadoras en concursos de belleza y posteriormente entregadas a colaborar con fundaciones de todo tipo, incitando la ayuda ante las carencias, un país de hombres luchadores, es ahora el marco de lo que significa el poder, cuando es el mal quien se apodera de todo.
Y todo comenzó bajo la inconsciencia de un presunto líder, que supo cómo tocar en la llaga y el dolor de un pueblo, que ya venía en constantes sometimientos y abusos, como ocurre en toda América Latina, el poder y abundancia en exceso de unos pocos, siempre implicará el mal de muchos y a la larga el mal de todos. 
Lo supremamente inquietante, es que puede suceder en cualquier país, en cualquier parte del mundo y acentuadamente en nuestro continente, donde las luchas no son religiosas o en culto al petróleo y tantas mezquinas motivaciones más,  es demasiado complejo, demasiado simple: un reducido y corrupto grupo que se apropia a costa de lo que sea y aprovecha el culto a la ignorancia de la gran mayoría, que es la víctima de un organigrama al que no le interesa un sistema educativo y mucho menos de salud, pero hay otras voluntades en el juego, causalidades, donde un mal menor, se enfrenta al mayor pujando por su parte y quizá es lo que ha salvado por ahora a Colombia y  a otros cuantos, una guerra interna de codicia, puede ser a la larga un paliativo, uno entretenido en el otro, neutralizando algunas comilonas, el pueblo en el medio con sus grandes valores luchando, todos entretenidos en lo suyo y la balanza algo armoniosa en un resultado latente: un ligero equilibrio de fuerzas del mal con el bien, lo que a todos debe preocupar es continuar cuestionando sin que callen las voces, al arbitrio de alguno de esos poderes nefastos. 
He conocido gente buena incursionar donde más le resulta cómodo, de hecho en mi programa comunitario, iniciado en Chapacuá, gane muchos adeptos, más de quinientos, esa suma tienta a cualquier político, y logré ver el fondo, lo que significa unirte por ambición a incrementar el dolor de la mayoría y obviamente, continué de forma más modesta con mi trabajo habitual, eso sí con menos dinero, pero con algo más edificante: educar unos hijos que comparten con sus empleados los momentos de abundancia, aunque signifique ser menos dimensionales en riquezas, que nutren su mente para discernir mejor, todos necesitamos saber compartir y abstenernos de acumular excesos, hay muchas formas, en vez de vegetar en el hogar, impulsar a otros pequeños grupos, por eso me gusta face book, porque comunica, porque todos cuestionan y algunas quejas calan y preocupan al grupo dominante, saben que estamos aquí, con nuestros pequeños logros y nuestros grandes ideales, lo que ignoran es del beneficio que todos tendremos, evitar que maten a la gallinita de los huevos de oro, qué haces con todo el dinero del mundo si careces de patria o la que tienes es el resultado de tu desidia, como sucede ahora en Venezuela, ya el daño está hecho y el abuso se tomó el poder, somos vecinos de un gobierno con la mente recreada en el mal, estamos expuestos y por ende debemos estar alertas. 
Aunque sea sólo anunciando nuestra incondicional presencia a otros depredadores, toda fiera teme al fuego y no existe mejor fuego que defender lo que amas.



domingo, 23 de marzo de 2014



BUZÓN POLÍTICO
EL CASO PETRO

RAFAEL E. YEPES BLANQUICETT
PROFESOR Y ESCRITOR

Algunos ilusos estaban convencidos de que el presidente Juan Manuel Santos acataría el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre las medidas cautelares en favor del hoy destituido Alcalde Mayor de Bogotá, Gustavo Petro Urrego, manteniéndolo en su cargo hasta que se diera el referendo revocatorio que decidiría su permanencia o no al frente de los destinos de la ciudad capital.

Era de esperarse pues que Santos se congraciara con los poderosos negociantes de los desperdicios capitalinos afectados por el cambio de modelo en la recolección de las basuras impulsado por Petro —y no con el pueblo bogotano— a quienes, de un momento a otro, se les salió de las manos el apetitoso y jugoso negocio, en especial, a los «príncipes herederos» del «Señor del Ubérrimo», «dueños» del no más apetitoso negocio del reciclaje de las basuras.

En consecuencia, la decisión del Presidente-candidato fue ante todo política y no en derecho, ya que, de haber sido jurídica, lo habría acatado como lo establece el artículo 93 de la Constitución Política, el cual señala que los tratados y convenios internacionales sobre derechos humanos ratificados por el Congreso «prevalecen en el orden interno de nuestro país», integrándose, de este modo, a la Constitución Nacional en virtud del Bloque de Constitucionalidad, y que los derechos y deberes consagrados en la Carta Magna «se interpretarán de conformidad con los tratados internacionales sobre derechos humanos ratificados por Colombia».








sábado, 22 de marzo de 2014

14 AÑOS DE HABERSE PUBLICADO

LA OTRA CARA DE EVA

Por Gilberto García Mercado

2000-2014, ONOMÁSTICO FELIZ
Siempre me daba nervios el primer día de clases. A principios de febrero–cuando ya habíamos dejado atrás el bullicio de Año nuevo–una brisa veraniega soplaba untándonos el optimismo que ya empezábamos a perder tan sólo porque once días antes, la guerrilla masacrara monstruosamente a diez policías. 


Se decía entonces que en el colegio había guerrilleros. 


Pero mis nervios no era por lo que estuviera o no estuviera pasando en el país. Se trataba simplemente de que no me encontraba a gusto ante el nuevo espíritu de alegría que presentaba el colegio: las bromas entre los estudiantes nuevos, que pisaban por primera vez, el colegio. Los viejos, sonreíamos, felices… 


Yo no encajaba en ese ambiente tan solo por mi timidez que había llevado a María Rodríguez—una muchacha de quien vivía enamorado—a decirme, a mitad del año anterior: «¿Y tú estudias aquí?» «Primera vez que te veo». Yo vivía apertrechado en el salón de clases.

Pero este año era distinto. Todo pintaba—aunque la única tragedia que ocurrió fue la de los policías—que, de aquí en adelante, todo iba a mejorar. El Presidente había dicho: «Esta es la última tragedia que toleramos».

Yo la vi conversando con Luís Pinto. Después con Pablo Cañas. Y creo que desde entonces comencé a perder mi timidez. La veía en todas partes: En el salón de actos especiales, en los pasillos, en el salón de clases, en todo el colegio.

Se fue metiendo en mi alma como una espinita que cada vez dolía más.

Luís Pinto le dijo: «Mucho gusto». «Te presento a este muchacho». Ella me dijo que se llamaba Eva. Ya ella le brillaron los ojos al saber—por boca de Luís Pinto—que yo había sido el mejor alumno del salón. «Te felicito»—dijo—«Ojalá nos toque en el mismo salón».

Su perfume de flores me hizo pensar en un jardín.

Días después—cuando ya había pasado la tormenta del primer día de clases: La tormenta del amigo que se había trasladado a otro colegio, la tormenta de la quinceañera de quien no se había vuelto a saber nada, todo esto, recuerdos, y la tormenta de la morena que correspondía a una amplia sonrisa con una picardía que producía cosquillitas en el corazón—días después de conocer que Eva ocuparía el mismo salón de clases, comprendería que había vivido aislado toda mi vida. Yo me esforzaba estudiando. De no quedar mal ante los ojos de la muchacha. En verdad que, la elección como mejor alumno el año pasado, no era simplemente por calentar pupitre no más.

Eva poseía una cabellera negra. Constantemente lucía el cabello suelto, y, algunas veces, iba adornado con una flor de monte, cuyo nombre yo ignoraba. Ostentaba un lunar negro en una de sus mejillas. Y poseía—yo más tarde comprendería por qué todos la buscaban—unos labios finos, rojos y seductores.

Llegaba al colegio como una mariposa feliz, bebiéndose el néctar de la vida. Saltaba por aquí y por allá. Y de vez en cuando soltaba su risa explosiva. Era buena estudiante y se estableció entre los dos una competencia por saber quién izaría, en el Día de la Independencia, la bandera de la república.

Mi mutismo fuera del salón de clases, fue perdiendo su cuerpo hasta convertirse en una sensación pasajera. Ver una cara fresca y juvenil como la de Eva, era iniciar una cacería en que la presa no era el leopardo, sino la timidez: Apenas ésta se sujetara, afloraría en el hombre la sonrisa franca, la impresión por el breve roce de unas manos entre él y una mujer, la picardía inocente por una morena que empieza oler a mujer.

Eva—sereno de la mañana—se fue metiendo, poco a poco, en el corazón sensible de mis quince años. Recuerdo, como si fuera hoy, y en que pongo en tela de juicio a la muchacha, la primera vez en que fuimos los últimos en salir del salón de clases. Todo el alumnado del colegio estaba congregado en el paraninfo, donde la Institución, con gran ostentación, celebraba el Día del Idioma.

El momento fue propicio. Alguien colocó—como bromeábamos los estudiantes—el bolso de Eva, encima de un estante alto. De pronto la joven gritó bestialidades, y, en un instante, me encontré encima de un pupitre de los que se usaban antaño. Cuando alcancé el bolso, por uno de esos resbalones que uno da en la vida, me encontré cara a cara, con Eva, hundiendo mis labios, en su boca fresca y apetitosa.

Hoy no es quiera maldecir a la muchacha. Pero antes me pareció una muchacha sana, y que se reía explosivamente. Llegaba al salón y se paraba en frente de todos los estudiantes: «El 16 de julio es el Día de la Virgen». «Así que habrá rumba». Y después de estas frases todo el mundo apoyaba con las palmas ovacionando a la muchacha.

Muchos días después de que sucediera lo del bolso, y besara los labios de la joven, no la vi más…Era como si me esquivara. La veía dinámica y fervorosa intentando ocupar uno de los puestos para izar la bandera nacional. Yo de cerca la veía sintiendo un sabor amargo en la voz. Era como si un pedazo de mi cuerpo lo hubieran cercenado, y me costara trabajo vivir sin él. Mi pensamiento viajaba con él. Y ese pedazo tenía nombre de mujer: Eva.

Hoy cuando la tengo en tela de juicio, todavía no ha entrado por la amplia puerta del salón. Es como si estuviéramos—los demás alumnos y yo—en otra dimensión. Y de repente entrara Eva, expectante. Volátil. Flotando en el aire. Tan inalcanzable en el sueño que tuve con ella. Y que de ser realidad y no sueño, me permitirá saber —después de que llegue—la verdadera identidad de Eva.

El reloj—cargado con la mole más grande del mundo, y que nunca deja de crecer: El tiempo—palpita lentamente como si de repente pudiera recibir un ataque al corazón. Todos esperamos—todos no porque el único que soñó con Eva fui yo—y me la imagino donde la vi anoche voluptuosa y sensual, hecha una máquina erótica, y moviéndose al son de la salsa, para después encerrarse con un negro recio. Y yo expectante, y yo sufriendo. Mientras imaginaba la cama al son del subiendo y bajando. Mientras la noche gritaba: «Déjenme dormir».

Sólo yo espero, porque fui el único que soñó con Eva. Los demás sólo piensan en que las fiestas del pueblo están próximas. Y hay que hacer—y ya lo dijo la protagonista de mi sueño—fandango este año. El palito pequeño del reloj llegó a las dos. Y el grande a las doce. Son las dos de la tarde y el profesor no llega. Acostumbramos entrar a clases en el colegio a la una y media.

Unas hojas han entrado por las ventanas abiertas del salón. Es primavera y conviene que el aula esté limpia y pulcra. Ramón se levanta y cierra las ventanas mientras hay voces bromistas que apoyan lo contrario.

El tiempo se ha burlado de todo el mundo. Se ha entretenido hablando del tiempo perdido que se le escapó a la vuelta de la esquina: Es el hijo desobediente, y se ha sentado aquí en mitad de la aula—ya sin entretención sólo la que le ofrecemos los estudiantes—como un buda observando imperturbable cómo el reloj mata los minutos.

Esta impaciencia por la demora de Eva, me tiene con sueño. No más soñarla anoche, me costó, hoy, la comezón de las uñas. Me tambaleo en el pupitre y el buda se burla. Si yo pudiera gritar y decirle a todos los estúpidos lo que no sé si sea realidad o ficción. Y encerrarme otra vez en mi mutismo, para volver a ser el de antes. Y no salir durante el resto del año, que apenas comienza, del salón de clases.

El espectáculo ostentoso brilla con los bombillos encendidos y con las miles de lentejuelas de los vestidos en que la protagonista es Eva, es la actriz principal. Contonea su cuerpo al compás de la salsa. Se desnuda ante la euforia de la gente. Y luego sube a la alcoba con un negro recio donde me imagino—el sube y baja—de los cuerpos en la cama.

Cuando anoche desperté, me encontré fuera de El Tamarindo. Sin un peso, con los papeles extraviados y con una borrachera, pero con la seguridad de haber visto a Eva (No fue un sueño). Bailando, bebiendo e imaginando el sube y baja y el baja y sube, con un negro recio.

La borrachera no da para más. Por el establecimiento público se ha asomado—esbelta y más mujer—Eva, la muchacha de los ojos de miel. Trato de despejar la mente turbada por el licor, y decirle a Eva: «Oye cómo estás corazón». «Soy Armando». «Tu compañero de estudio». Trato de incorporarme desde donde busco mis documentos extraviados, pero me voy de bruces contra el suelo. Alcanzo a escuchar—antes de quedarme dormido—las palabras de la dulce Eva: «Que duerma en mi cama». «Es un buen muchacho».

El salón ahora está expectante. Los demás porque quieren saber cuándo habrá rumba, (y eso lo sabe Eva). Y yo recordando mi estancia en el cuarto de Eva.

Vi las mil sonrisas de sus fotografías en las paredes, y una fotografía de un joven parecido a mí. 
Por la tarde—no sé cómo—me levantaré de la cama de mi cuarto, me bañaré y me iré al colegio. Sin saber cómo diablos llegué a la pensión. Y con un suave sabor a menta, que no es la crema dental que uso. Con mil conjeturas que ponen en entre dicho a Eva. Porque si es así no quiero saber nada de Eva. Y aunque quiera o no el corazón, Eva es una prostituta.

Alguien se ha asomado por la puerta del salón, y ha dicho: «Hoy no hay clases». «Asesinaron a una alumna en El Tamarindo». Y me acuerdo del negro recio que subió al cuarto la noche anterior. Y yo expectante. Y yo sufriendo, imaginando el sube y baja y el baja y sube. Y a Eva dándome palmaditas en el rostro, insistiendo que me fuera por la ventana de atrás, y que despertara, porque aquel negro recio estaba fuera de sí, borracho, y energúmeno por la coca.



viernes, 14 de marzo de 2014

BUZÓN POLÍTICO
¿CASTIGO DIVINO O HUMANO?
Rafael E Yepes Blanquicett
Las pasadas elecciones legislativas de 2014, dejaron varias lecciones para algunos partidos que esperaban más de lo que obtuvieron, ultra petita, en términos jurídicos. Veamos dos de ellos: 
1. Para el partido Centro Democrático, del expresidente y ahora senador electo, Álvaro Uribe Vélez, las cosas no le funcionaron como quería, pues de 30 curules senatoriales a las que aspiraba, solo obtuvo 18, casi sólo alcanza la mitad, lo que para él y su movimiento significa una derrota política, por lo que están «llorando y exigiendo» un reconteo de los votos escrutados por un supuesto fraude o una supuesta manipulación de los resultados electorales en su contra. A pesar de su aclaración, de que su partido no era el de la U, Uribe no pudo evitar que sus electores se confundieran y votaran por la U, que fue su partido anterior y el que lo llevó dos veces a la presidencia de Colombia.

2. Otro «gran damnificado» fue el movimiento político-religioso Mira, que perdió su curul en el Senado y estuvo a punto de perder también su personería jurídica. Se salvó, de milagro, por las curules que obtuvo en la Cámara. Al parecer, este movimiento fue «castigado» por las absurdas declaraciones de su máxima dirigente, María Luisa Piraquive, su cofundadora y líder espiritual, en contra de los fieles discapacitados de su culto religioso. 
Daba grima ver a sus «fieles seguidores» defendiéndola y defendiéndose de algo que era evidente y que jamás podrán echar para atrás. 
¿Castigo divino o humano? Cualquiera que sea la respuesta, lo único cierto es que les dieron por donde más les dolía: su representación política en el Congreso.
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miércoles, 12 de marzo de 2014

CUMBRE DE ESCRITORES EN MAGANGUÉ
PRIMERA ASAMBLEA PREPARATORIA DEL XII PARLAMENTO
NACIONAL DE ESCRITORES
También habrá en Puerto Colombia, Sincelejo y Montería
                       ASOCIACION DE ESCRITORES DE LA COSTA
Joce Daniel G  G, escritor  
La ciudad de Magangué, ubicada a orillas del Río Grande de la Magdalena, al norte de Colombia, los días 22 y 23 de marzo del 2014, será sede de la Primera Asamblea Preparatoria del XII Parlamento Nacional de Escritores de Colombia, que este año Celebra el centenario de Platero y Yo, el centenario del nacimiento del narrador argentino Julio Florencio Cortázar Scott y los cien años de vida del poeta chileno Nicanor Parra.
También se rinde Homenaje a la escritora barranquillera Marvel Luz Moreno Abello y hace un Reconocimiento a la vida y obra de Antonio Botero Palacio, narrador y poeta antioqueño residenciado en Magangué desde hace más de medio siglo, como también al poeta y narrador de ciencia ficción Antonio Mora Vélez.
(Consultar información y las biografías en: http://parlamentodeescritores.blogspot.com)
La cumbre de escritores a realizarse en Magangué, el puerto fluvial más importante del país, contará con la presencia de Joce G. Daniels G. presidente de la Asociación de Escritores de la Costa, el poeta Gustavo Tatis Guerra, presidente del Parlamento, los expresidentes Antonio Botero Palacio y Antonio Mora Vélez y los coordinadores regionales Antonio Dumeth Sevilla (Lorica), Manuel Ramón Villarreal (Montería), Alma Rosa Terán (Sincelejo), Rafael Darío Jiménez (Santa Marta), Astrid Sofía Pedraza (Puerto Colombia), Álvaro Maestre (Valledupar), Miriam Castillo (Sahagún), Yajaira Pinilla (Barranquilla), Lindantonela Solano Mendoza (Riohacha), Dagoberto Rodríguez Alemán (Mompox), Juan V Gutiérrez Magallanes (Cartagena) y Delfin Sierra (Ciénaga).
Las sesiones se llevarán a cabo en varios escenarios, especialmente en Casa ‘e tabla.
Los objetivos de estas Asambleas Preparatorias del Parlamento, que también se realizarán en Puerto Colombia (4 y 5 de abril), Sincelejo (2 y 3 de mayo) y Montería, en fecha por definir, es informar acerca del evento, considerado el más importante en el campo académico literario del Caribe colombiano, conversar sobre la obra de don Antonio Botero Palacio y Antonio Mora Vélez, dos de los personajes que este año hacen parte del ramillete de homenajeados, estimular la lectura entre profesionales, estudiantes y docentes de los escritores regionales y motivar a los escritores jóvenes a participar en el evento con propuestas de trabajos creativos.
El programa en Magangué, desde las 5 de la tarde del viernes hasta el sábado en horas de la tarde, entre otros eventos tendrá reunión informal con comunicadores y medios de la ciudad, instalación en Casa e’ tabla, conversatorios sobre la obra de don Antonio Botero y reunión con estudiantes y docentes de las instituciones educativas, oficiales y privadas.
Juan V Gutiérrez M representa a Cartagena
El Parlamento en esta versión, hasta ahora es cofinanciado por el Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena (IPCC), Ministerio de Cultura, Cámara de Comercio de Montería, Fondo Mixto de Cultura y las Artes de Cartagena, Club Unión de Cartagena y Almacén la Finca de Magangué.
También recibe apoyos logísticos de la Universidad de Cartagena, Universidad Jorge Tadeo Lozano, Institución Tecnológica Colegio Mayor de Bolívar, Unicolombo, Restaurante las Indias, Casa de la Cultura de Cartagena, Cámara de Comercio de Cartagena y la Casa Museo Rafael Núñez.

lunes, 10 de marzo de 2014

Rincón de la Magallanería


AHORA, PUEDES DIRIGIR TUS AMORES:
Cántale al hígado y no al corazón

Juan V Gutiérrez Magallanes
Ahora poco temor siento. Puedo cambiar el noventa y nueve por ciento  de mis  órganos, el  uno restante se lo dejo a los dioses…   
Es por eso que mantengo setenta claves para llegar a una perfecta reposición de los diferentes órganos que constituyen el cuerpo de mi armadura. Uno de los más complicados continúa siendo el cerebro, por los miles de arácnidos que lo constituyen, aunque en realidad, poco lo necesito por las recomendaciones que me ha hecho el «Mentor cibernético», todo esto, fundamentado en el estilo de vida que he optado por llevar, una vida  totalmente vegetariana, donde el sistema biótico debe estar regulado por el hígado.  
¡Y parece mentira!, éste geométrico cuerpo de mi lado derecho de la región abdominal, lo puedo sacar de su sitio y someterlo a limpieza permanente, desprenderle la bolsa de la bilis, esa bendita vesícula que tantos muertos llama, y que ya no tiene la condición trágica de la existencia, pues ahora es un recipiente plástico biodegradable, que se puede limpiar o botar las veces que tú quieras.  
 ¡Ah, hígado! ¡Miembro responsable de las tragedias que han agobiado el mundo!, porque, tú, hígado, tienes que ver con la empatía entre los seres que se aman,  por  generar una alterada composición de la  bilis.  
Cuando ese ovalado y sólido soma, no ha desdoblado o descompuesto las hormonas del amor, para activar o desactivar la empatía entre los que se aman, las consecuencias son de naturaleza catastróficas. 
 Razón tengo para afirmar con tristeza para los antiguos troyanos, que el Hepato o Hígado, fue el culpable de la tragedia. Ese órgano por exceso de acumulación de hormonas de secreción interna, activó extremadamente los deseos del príncipe Paris y cantó sus amores a la bella Helena, con biliosa intención de mover al mundo. ¡Y lo logró! 
 Ya sé, por qué el señor que vende los dulces en la esquina del portal, todos los días abre su corredera abdominal, saca su hígado y lo limpia minuciosamente con el palillo que usa para escarbarse los dientes.
 Él no piensa caer en las redes de Helena la  que vende las cocadas.         
 

          JUAN V GUTIÉRREZ MAGALLANES

lunes, 3 de marzo de 2014

  RINCÓN DE LA MAGALLANERÍA
 CUARENTA AÑOS DE MAGISTERIO Y UNA  POBRE MESADA…
«Estudia, y no serás, cuando crecido,
 Ni el juguete vulgar de las pasiones
                                                                                                                     Ni el esclavo servil de los tiranos»
                          Elías Calixto Pompa.
             Juan V Gutiérrez Magallanes
DOÑA SUFRIDA PROFESORA
Con la posesión de la avidez más grande por el estudio, llegó a la Escuela Normal Piloto de Cartagena, donde las lecciones estaban impregnadas de la ética del maestro como apóstol de la educación: «primero el niño y después el adulto». 
Se fue labrando como maestra, con inmensos deseos de transformar la mentalidad de  sus futuros discípulos, en hombres cultos y buenos ciudadanos, para una Colombia grande y pujante. 
Que comprendieran la riqueza de la tierra que les había tocado como Patria. 
La letra entonces se hacía redonda y clara con la luminosidad de la luz, sin los meandros de las malas lecciones. 
Los años se fundieron en una sola línea, y los estudios le permitieron dar los primeros pasos en una escuela de barrio. 
Con la intención de dar lo mejor de sí,  continúa los estudios en jornada libre preparándose en la enseñanza de la música, lo cual permite que dicte clases de Artística en una Institución de Enseñanza Media, motivada ahora en el proceso de la pedagogía, y observando cómo las ciencias del arte, actúan como catalizadoras del proceso intelectual en el educando, así que logra titularse como licenciada en Artes Plásticas de la Universidad de la Sabana. 
Cada día es más grande el amor por su trabajo, continúa queriéndose como maestra. 
Y no como simple «obrera de la educación», remoquete de afiebrados  creyendo cambiar el mundo con pura bla bla… 
Analiza cómo a través de las artes (consideradas por el director analfabeto, «como simples costuras») puede intervenir en el pensamiento del educando y guiar vocaciones escondidas. 
Razones que la impulsarán a buscar estudios complementarios en Artes y Folclor en la Universidad de El Bosque. 
Cada avance la compenetra con sus estudiantes. Estas condiciones en una de las escuelas, en donde se han conservado muchos parámetros axiológicos, como la Institución Educativa Soledad Acosta de Samper le han valido a la mujer para su experiencia y,  para que a la Soledad Acosta de Samper la hayan catalogado como  la mejor Institución Pública de Cartagena. 
Debía buscar la forma de mejorar su escalafón, y fundamentada en esta idea, se dedica a estudiar para acceder a la categoría de un salario digno.   
Luego apreciará cómo las condiciones de los maestros continúan siendo las descritas por  Nicanor Parra:
                            …Después de todo o  nada 
                         Hago cuarenta horas semanales.  
Con los esfuerzos derivados por un salario escaso, logra hacer otra especialización en Gerencia de Instituciones Educativas en la Universidad del Tolima, estudios que la dejan asombrada en lo trascendente de la Educación, especialmente cuando le toca hacer un análisis sobre la Educación en el Siglo XXI y comparar los alcances de la Ley 115.
 
 
Con relación a esta Ley,  muestra la ironía del Presidente Santos, quien se presenta como un desconocedor de ella, para prometer cosas que han debido cumplirse en vigencia de dicha Ley. 
 Treinta y ocho años han pasado de que se graduara como maestra, y su sueldo apenas llega a cuatro salarios mínimos, lo cual no disminuye el amor por sus estudiantes y los deseo de continuar estudiando, pues ahora debe encaminarse con paso firme en busca de la categoría catorce, al borde de alcanzar la edad de retiro obligatorio. 
 Vuelven entonces las energías acumuladas, en su labor magisterial de madre y esposa (tiene cuatro hijos con estudios de posgrado), se matricula en la Universidad del Área Andina y cursa la especialidad de Pedagogía para Docencia Universitaria.
 
 
Y culmina el posgrado cantando con sus nietos,  a pesar de los cuarenta años de docencia, los trinos de los pájaros aún no opacan  la dulce melodía de su voz.  
Hoy con la categoría catorce y la pared copada de diplomas, después de cuarenta años de servicio, está a la espera de una mesada que no llega a cuatro salarios mínimos.  
Así como esta profesora de categoría máxima, que formó estudiantes preparados para pasar las Pruebas Pisa (Programa Internacional para  la Evaluación de Estudiantes), existen muchos docentes con la mínima mesada.
 
 
Además, sometidos al engaño de un gobernante que no les cumple con los pagos retroactivos que les adeudan. Y que irónicamente busca la reelección!
 Juan V Gutiérrez Magallanes      

sábado, 1 de marzo de 2014

LOS VERSOS DE FIDEL ESCALONA
ADIÓS A UN GRANDE 
DEL FOLCLOR 
DIOMÉDES DÍAZ











                   I
Paz en tu tumba cacique
Nos dejas un gran legado
queda tu pueblo asombrado
ya todo se ha ido a pique.
Pero cruzamos el dique
con un profundo dolor
recordando con amor
todas tus composiciones
lindas y bellas canciones
gran ícono del folclor.

                  II 
Herido quedó el folclor
el gran folclor vallenato
hay legado para rato
el que nos deja el cantor.
El ídolo, fue el mejor
de un cerebro pudiente
con su cantar excelente
lleno de mucha hidalguía
adiós Diomedes Díaz
muy triste queda tu gente.

                   III
Ya voló el cantante estrella
de este folclor vallenato
a quien llamaron chivato
decires, de época aquella.
Pero hoy en la epopeya
con su estilo Mozambique
siempre cruzo bien el dique
con entusiasmo de amor
magnífico compositor
reconocido cacique.

                   IV
El cantor Diomedes Díaz
nos deja un gran legado
lleno de amor consagrado
y de dignas melodías.
Le cantó al hermano Elías
en el último Cidi
con amor y frenesí
en su estilo acostumbrado
porque él nació dotado
e ilustrado por Rabí.

                  V
Difícil que haya otro igual
cantante y compositor
que domine este folclor
en una forma genial.
Nació con don natural
el cacique de la junta
hoy la gente se pregunta
con el alma entristecida
porque se apagó esa vida
en forma fugaz y abrupta.

                    VI
Un hombre de gran carisma
en el folclor vallenato
mantuvo un estilo innato
deja huellas y paradigma.
Hoy su pueblo se abisma
al verlo inanimado
ya todo se ha consumado
por el poder de la muerte
lo que llega de repente
pá llevarnos a otro lado.

                 VII
Tu huella quedó grabada
dentro y fuera del país
porque tú hiciste feliz
a toda tu fanaticada.
Con tu alma en alborada
cantaste cada canción
tu espíritu en recreación
se paseaba en tarima
el público dio estima
a tu noble corazón.

              VIII 
Te dedicaste al folclor
lo hiciste a gran altura
para bien de la cultura
dándole a tu pueblo honor.
Hombre fuerte y de valor
cuando se ponía a cantar
hacía a su pueblo llorar
pero a llorar de alegría
Diomedes Dionisio Díaz
Sencillo y noble juglar.

                 IX
Gran lujo se dio el cacique
con tantos acordeonistas
grabó en distintas pistas
cruzándose bien el dique
también tuvo algún pique
con uno y otro colega
pero el arte no delega
cuando el don es natural
el cacique fue especial
eludía toda friega.

                  X
De luto está la Guajira
y todo el país entero
en parte del extranjero
se ha enmudecido la lira.
No sé si es dolor, o ira
lo que embarga el sentimiento
que nos produce tormento
por pérdida irreparable
Ya se nos fue para estable
Un hombre de gran talento.
                  XI
lloraron los acordeones
Lloro tu fanaticada;
Con el alma arrodillada
Rodaron los corazones.
En tarima las canciones
Allí se daban tope a tope
Que cada lágrima toque
La mejilla entristecida
Dándole la despedida
En la plaza Alfonso Lope.

                 XII 
En ese cóndor herido
Reclamas fuerte y con gana;
Y en la primera cana
Queda todo concluido.
Bendito juglar querido
Que vas a la tumba fría
Tocando la celosía
Los perfiles de tu traje
Hoy me sumo a tu homenaje
Desde aquí, con mi poesía. 



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