Nostalgia por el Olor de la Pimienta
«Los olores, los sabores, las audiciones de una melodía
nos retroceden en el tiempo y nos hacen vivir el pretérito»
Por Juan Vicente Gutiérrez Magallanes
Aquello se había vuelto recurrente y aparecía siempre en nuestras conversaciones. Hasta el punto de llegar a empaparle completamente las papilas gustativas. No veía a las bolitas, pero los recuerdos se le hacían muy familiares y placenteros.Fue un instante muy singular y conmovedor, cuando le pregunté:«¿Qué quieres que te lleve a Roma?»«Unas bolsitas con pimientas de olor», suspiró.De inmediato, vinieron a mi mente las leyendas de las grandes travesías que había realizado el nauta mercader Marco Polo, para la búsqueda de las «especias», allá, en el Lejano Oriente: «El origen de esta ruta tuvo lugar en la anterior Ruta de la Seda que abrió el propio Marco Polo, a través de Asia Central para llegar a la China, y al Imperio de los Mongoles».Reitero, aquella solicitud de mi hija, la sentía muy humana e impactante. Ahora, debía convertirme en el emulador de Marco Polo. Yo, un suramericano, atravesaría el océano Atlántico para llevar la Pimienta de Olor (Piper Nigrum) a la Italia del veneciano Marco Polo.Todo aquello para que mi hija reviviera la esencia de estas latitudes en la pimienta de los guisos italianos.
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