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viernes, 25 de marzo de 2022

Aún Se Les Continúa Negando La Entrada

JUAN LATINO: PRIMER NEGRO EN
LA LITERATURA DEL SIGLO XVI

Por Juan Vicente Gutiérrez Magallanes

 

Sobre el lugar de su nacimiento, los historiadores no han logrado ponerse de acuerdo, algunos afirman que nació en la provincia de Córdoba (España), y otros lo sitúan en Berbería, África.

Aunque Juan Latino manifestaba haber nacido en Etiopía, en 1518, lo más probable es que hubiese nacido en España, pues no era usual comprar a una esclava con su hijo. (Nuestro protagonista era hijo de una esclava negra, comprada por el Duque de Sessa, sucesor del Gran Capitán Gonzalo Fernández de Córdoba).

Desde muy pequeño fue destinado como siervo al hijo de sus señores, haciendo las veces de «paje» del pequeño Gonzalo. Lo acompañaba al colegio, sin lograr entrar al aula, se quedaba fuera, desde donde podía escuchar y ver las clases que se impartían, de esta forma logró aprender a leer y avanzar en la misma forma que lo hacía su pequeño amo. Sólo entraba para «calentar» la silla de Gonzalo. Logró participar indirectamente en la educación que aplicaban al joven amo, desde fuera del aula.

Pasado el tiempo tuvo que acompañarlo a la Universidad de Granada, y así como había sido antes, no podía entrar al aula, no obstante, esta situación no fue óbice para que no continuara aprendiendo de las lecciones impartidas al joven Gonzalo.

«Su increíble aprovechamiento atrajo la admiración de los condiscípulos del Duque y de sus maestros, de ahí que le fueran conociendo con el sobrenombre de «Latino», por sus conocimientos del idioma, lo cual causó admiración en Miguel de Cervantes Saavedra, quien no sabía latín. Juan tomó este sobrenombre como propio y decía:

«Y como le llamó por eminente
la antigua Roma a su Adriano el griego,
la noble España me llamó Latino»

Ximenez de Enciao pone en su boca también estos versos que confirman su vocación intelectual y que pudieron muy bien haber salido de sí mismo:

«Y hallando que no hay honor
para mí, quise saber,
viendo que para aprender
no ha estorbar el color».

Todos lo admiraban por su gran valía, llegando los Sessa a considerarlo un miembro más de la familia. Recién creada la carrera de Letras, le permitieron continuar en la Universidad, aunque al principio deseaba estudiar medicina.

Cursó las Letras con gran brillantez y los Sessa se constituyeron en su mecenas. En los inicios del siglo XVI él era el primer negro africano, poeta y escritor que redactaba sus textos en latín, además de saber música y griego.

«A Juan Latino le tocó una época en la que en el Reino de Granada se resolvió el problema de los moriscos (Rebelión de las Alpujarras) y en esta contienda fue un testigo de excepción, como lo demuestra en algunas de sus obras. Fue protagonista en esta contienda, don Gonzalo Fernández de Córdoba, quien combatió bajo las órdenes de don Juan de Austria, hermanastro de Felipe II. Juan Latino participó a favor de los anteriores, cantando las glorias alcanzadas por don Juan de Austria y don Gonzalo». 
Juan Sessa o Juan Latino, muestra desde pequeño, que, como esclavo, tenía que aprender a leer y conocer las letras, tener una educación que le permitiera lograr la liberación y a partir de esta ascender en los estamentos de la sociedad. Como esclavo comprendió que el servir, no le impedía estudiar por su temperamento inquieto y una inteligencia despierta, que lo motivaba en todo momento a escribir y enseñar.

Juan Latino fue manumitido en1538 y continuó sus estudios en Granada. Estando allí logró conocer a Juan Boscán, Garcilaso de la Vega y Juan Rulfo, con este último se solía confundir a Juan Latino, pues compuso un poema de igual título: «La Austriada». Esta composición Juan Latino se la dedicó a Juan de Austria.

Por febrero de 1546, obtuvo el título de Bachiller en Filosofía. Por sus conocimientos de música se dedicó a enseñarla, y logra conocer a la pequeña Ana de Carleval, teniéndola como su alumna. El padre de la niña se atrevió ponerla en manos de Juan Latino, pues consideraba que su hija no sería capaz de enamorarse de un negro. Y como el amor no conoce barreras, profesor y alumna se enamoraron y al poco tiempo celebrarían nupcias. Con motivo del matrimonio el Duque de Sessa lo manumitó, otorgándole generosa dote.

«En 1556 alcanzó el grado de licenciado universitario y el 31 de diciembre de ese año recibió en la Universidad de Granada para regirla, de mano de Pedro Guerrero, arzobispo de Granada, la Cátedra de Gramática y de Lengua Latina de la Catedral, convirtiéndose en una de las figuras más reputadas y destacadas en el ámbito culto de la época, cargo que desempeñó durante veinte años».

Era un asiduo a la tertulia poética y literaria que congregaba en su entorno a Alonso de Granada Vanegas, alcalde de Generalife, a la que asistían Luis Barahona de Soto y Pedro Cáceres Espinosa, no era rara la presencia de Juan de la Cruz, con quien Juan Latino mantuvo una estrecha relación, así como también la tuvo con Diego Hurtado de Mendoza.

Es importante detenernos en su actividad múltiple como creador, traductor y comentarista de clásicos grecolatinos, fue lastimoso la desaparición de muchas obras de su autoría. Vale la pena resaltar, las dedicadas a Felipe II, al Pontífice Pio V, a las gestas de Juan de Austria en el poema «La Austriada», o a la descripción del traslado de los cuerpos reales desde Granada al Panteón de «El Escorial», escritas todas ellas en latín.

A Juan Latino hay que reconocerlo como un hombre de El Renacimiento, conocedor de la lengua latina y de su cultura, fiel impulsador del castellano, su nombre trascendió fronteras locales, demostrado por los elogios recibidos por Cervantes y Collado del Hierro y otros genios de la literatura. Cervantes, quien no sabía latín, quedaba admirado ante el conocimiento de Juan Latino y esto lo llevaba a hablar con elogios de él, en la parte primera de El Quijote de la Mancha, en Versos Preliminares: en el quinto de los siete poemas de «Uganda la desconocida», incluido en su introducción, hace referencia a Juan Latino:

Pues al cielo no le plu-
que salieses tan ladi-
como el negro Juan Lati-,
hablar latines rehú-
No me despuntes de agu-,
ni me alegues con filó-
porque, torciendo la bo-,
dirá el que entiende la le-,
no un palmo de las ore-:
«¿Para qué conmigo flo-?»

Y aquí en esta noble Cartagena de Indias, después de tantos años continúan negándoles las entradas a los Juan Latino, a diferentes establecimientos, hoteles y estaderos, por el simple hecho de ser negros.

Juan Latino, fue el primer negro escritor, poeta y gramático en la Literatura a partir del Siglo XVI. Una de las calles de Granada, lleva su nombre en su honor.

«Casado con la bella y noble dama Ana de Cardeval, de cuya unión nacería, su hija Juana, con motivo de su nacimiento, el Duque de Sessa lo manumitó, otorgándole una generosa dote. Murió entre los años 1594 y 1597».

La biografía de Juan Latino, debe ser motivo de estudio en las escuelas de etnia negra, para que se observe que no hay diferencia en cuanto a la capacidad intelectual. Todos los humanos llevan en sus células 46 cromosomas. Sólo hay variación en la pigmentación de la piel.

Bibliografía
Sánchez Marín, José Antonio, Muñoz Martín, María Nieves (1980),
«La Austriada de Juan Latino, teoría y creación literaria épicas».
Estudio de Filología Latina: 211-216.
Muñoz Martín, María Nieves (2009).
«El Maestro Juan Latino en la Granada».

Juan V Gutiérrez M


 

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