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viernes, 2 de junio de 2017

DE LOS RITUALES DE UN OFICIO


     SECRETOS REVELADOS A LA HORA DE ESCRIBIR

Por Dora Berdugo Iriarte

                     
        Ernest Hemingway, Premio Nobel de Literatua               
"La invitada no es la poesía sino la indagación que hace la escritora argentina Graciela Paoli, sobre los rituales particulares que rodean a los escritores en su acto creativo. Graciela hace uso del correo electrónico para reunir testimonios de escritores, en los que ellos describen sus rutinas sacras para llegar al acto creativo. Publicamos apartes significativos de su ponencia: “Rituales Que Rodean El Acto De Crear”, expuesta en el marco del VIII Foro Internacional de Narradores y Poetas del Mercosur, celebrado en Rosario Argentina en el 2014", nota de la autora. 
Graciela Paoli. Nació en la Argentina el 21 de diciembre de 1949 en la Federación E. Ríos. Es maestra y ha laborado en la enseñanza primaria, ha sido vicedirectora y directora de la Escuela N° 64 José Hernández de la Federación. Además ha dado clases en Lengua y Matemáticas ciclo 3° de la Escuela de Nivel Medio y Superior D. F. Sarmiento.

Entre sus libros se cuentan “Crujarasca de miel azul”. Poemario (1997) y varias publicaciones en las que ha sido antologada en la Argentina y en el exterior. Su obra literaria ha obtenido premios y distinciones. Como artista plástica obtuvo Mención Especial en el Encuentro Anual de Pintores Paisajistas (Federación E. Ríos 2007). Ha sido invitada a eventos académicos internacionales en representación de la República Federal de Argentina. Es jubilada y está dedicada a la producción literaria y académica.

GRACIELA PAOLI Y LOS RITUALES QUE RODEAN EL ACTO DE CREAR 
         
            Graciela Paoli, Escritora Argentina
Gracias al correo electrónico pude reunir valiosos testimonios de colegas contando sus propias experiencias. De las respuestas recibidas hice una primera lectura tratando de encontrar puntos de encuentro y diferencias. Una de las primeras cuestiones que aparece bien diferenciadas en este oficio es cómo se encara la tarea cuando es prosa y cuando es poesía. Hay concordancia en lo que respecta a la metodología de trabajo. En la prosa, hay mayor elaboración, quienes trabajan en este género dicen que generalmente parten de un borrador con un primer esquema temático o argumento, en el que luego se introducen detalles secundarios. Frente al ensayo coinciden que éstos nacen en la computadora directamente y el texto final es el que sobrevive a muchísimas lecturas y correcciones. 
Antes dije que iba a citar autores cuyas respuestas fueron más allá del mero formulismo y comenzaré por Tuky Carboni de la ciudad de Gualeguay de quien cito: “Cuando La poesía está bajando hacia mí (primer análisis, al decir está bajando hacia mí considera a la poesía como extracorpórea o de otra dimensión)- me paseo por la habitación, hablo a solas, repito mil veces los vocablos, me emociono hasta las lágrimas, me enfurezco por no conseguir el resultado que quiero... gasto hojas y hojas de papel... cualquiera que me viera en ese estado pensaría: “Esta mujer está loca.” Luego dice, “Creo como el gran Enrique Molina, que se escribe en un estado de incandescencia del espíritu. Y debe ser verdad porque en ese estado no siento calor ni frío, hambre ni sed, cansancio ni sueño; pierdo la noción del tiempo y a veces amanezco con la birome en la mano”. 
Mariví Martene de la ciudad de Chajarí. Dice: “En mis permanentes monólogos interiores suele aparecer como en un “flash” una palabra, un verso, una oración, a veces toda una estrofa. Ese momento es indescriptible desde lo vivencial, realmente me siento tocada por algún ser mágico, creo que estoy siendo partícipe de una maravillosa voluntad que desde otra dimensión ha pensado en mí....”, y agrega, ¿te imaginas? 
            
        Julio  Cortázar, Escritor Argentino     
Teresita Guignard confiesa que escribe indistintamente en papeles, o en la computadora; Silvia Rossi, quien dice que escribe teatro sólo en manuscrito, no puede hacerlo en otro formato, no le nace, no sabe explicar por qué. Orlando Brito confiesa con respecto al nacimiento de sus obras de teatro: “Una vez elegido el tema, tengo que desarrollar el argumento”.  
Jorge Landó expresa: “Alguna vez intenté hacerme la obligación de sentarme todos los días a la misma hora a escribir, como si fuera un trabajo; pero ocurre que para mí es un placer”. Con respecto a la narrativa confiesa que madura la historia en la mente por mucho tiempo y habla de un caso extremo, de haber pasado un periodo de diez años desde el momento en que le contaron la anécdota y el momento en que la escribió. 
Miguel A. Federick se auto define como caso clínico y enumera manías que le fueron y le son habituales a la hora de escribir, que van desde la distinción de una máquina para escribir y otra para trabajar, hasta del entorno que necesita para hacerlo. 
Luis Alberto Salvarezza de Uruguay dice que es un proceso alquímico.
Mirna Landa es una escritora federaense afincada en Buenos Aires. “Me gusta escribir con música clásica, sobretodo Chopin, a veces Bach o algún otro solista actual que interprete clásicos como “Claro de luna” o “Sueño de amor”.  
Alejandro Bekes de Concordia en un monólogo afirma: “había trabajado durante años...” Advirtió con asombro que tal imaginación era absurda. A diferencia de Shelley (autor que citaba anteriormente en el texto original) él era, en ese momento, uno de los últimos en advertir la condición profundamente ambigua del poeta. Su condición inexistente en nuestra cultura”  
Marta Pimentel Álvarez de Paraná reflexiona: “De extravagancias no me preguntes, alguna vez suceden hechos que uno no se los había imaginado. Juan Emmanuel Ponce de León declara: “un poema sale cuando me siento a escribirlo. Siempre he querido toparme con una de esas musas que te visitan y te hacen latir un texto. Lo mío, podría decirse, tiene más que ver con un oficio”.  
Marta Schettini del Uruguay escribe: “Soy madrugadora, así que antes del amanecer ya estoy instalada frente a la “compu”, con el mate caliente recién preparado, junto a la ventana por la que asoma la ciudad y el cielo. El documento en blanco es una inspiración que la calma de esa hora enriquece, y me transporta a mi mundo interior”. 
Gladys López Pianesi dice “Escribo cuando la idea está concretada en mí cabeza. En la pintura el acto creativo nace del ojo, que recibe la impresión, que mira, observa, guarda, esquematiza, fija los colores, los agiganta, los diluye y va dando la imagen que pretende transmitir. En mi caso, en la escritura, en estos momentos, es lo habitual y quizás no me permitiría decir cómo nace”.  
        
        Isabel Allende, Escritora Argentina
En cambio, Elías Galatti dice: “Mi historia literaria es bastante rara, empecé a escribir cuando ya tenía casi 61 años y por alguien que trabajaba conmigo, le dije que no creía que tuviera valor y me contestó con una frase de Heidegger: “si lo que has hecho no lo das a conocer nunca lo hiciste”, fue como un sablazo en medio del pecho. Envié el poema a un concurso y salió segundo y me llamaron para otro concurso y así siguió. Creo en la inspiración, en cualquier lado, en casa, en la calle, donde sea, creo que "Mnemosina" me revolotea permanentemente. Puedo escribir de día, de noche, viajando o sentado. Por lo general hay un disparador interno o externo. Escribo manuscrito o en la computadora”. 
Otras conclusiones que surgen de la investigación: Cinco de ellos confiesan ser desordenados. Catorce dicen corregir sus escritos y seis que corrigen poco. Ocho expresan que escriben en papeles sueltos, siete en cuadernos y agendas, tres en computadoras. Cinco son los que declaran oscilar entre períodos de mayor a menor producción literaria. Tres asumen que pierden papelitos con versos, ideas, etc., seis que lo que pierden son las ideas no anotadas y cuatro aseguran no perder esas anotaciones. Cinco declaran encender la luz y anotar cuando surge algún verso en la noche. Seis son quienes consideran que escriben en cualquier momento, seis más que lo hacen en la noche, uno en la mañana. Cinco declaran preferir la soledad a la hora de crear (muchos no lo indicaron pero creo que esto debe ser común a casi todos). 
       
Dora Berdugo Iriarte, Poeta y Escritora        
Entre los lugares donde les ha surgido algún verso de manera espontánea, algunos de ellos figuran, conduciendo, en el trabajo, en la calle, en la cola de un banco, frente al hogar, en el jardín... a veces en una reunión, y tanto Elías como Gladys, los últimos entrevistados, declaran que surge en cualquier lugar, detallando el primero que hasta puede producirse en una catedral.. Cuatro acostumbran escuchar música mientras escriben, uno lo hace con una taza de té, otro con un cigarrillo y vino, dos con mate (supongo que este último hábito debe aparecer en el acto creativo de casi todos los escritores de la región por el hábito tan extendido de tomarlo) pero los demás no lo especificaron. Cuatro declaran que las obligaciones de trabajo están primero y que los espacios libres son para la literatura. 
CONCLUSIÓN 
Interesante acercarse de esta manera a cada uno de los autores. Creo haber abierto una nueva ventana para escudriñar en la cotidianidad íntima de estos referentes. El objetivo fue demostrar con este trabajo la desmitificación o confirmación de algunas características que la Historia de la Literatura Universal señala como propias de quienes se desempeñan en este campo y que nos acercan al mundo de los escritores y Los rituales que los rodean en su acto de crear. 
AUTORES QUE HICIERON POSIBLE LA PONENCIA 
Tuky Carboni (Gualeguay), Arangui Augusto (Los Conquistadores), Chavez Dora (Concordia), Guignard Teresita (Chajarí), Landa Mirna (Federación), Landó Jorge (Gualeguaychú), Palet José (Chajarí), Lissi Susana (Gualeguaychú), Lugrin Nelda (Concordia), Martene Mariví (Chajarí), Ferreyra Hugo (Concordia), Rossi Silvia (Chajarí), Britos Orlando (Crespo), Federik Miguel Angel (Villaguay), Bekes Alejandro (Concordia), Salvarezza Luis Alberto (C. Del Uruguay), Miller Silvana (Federación), Álvarez Pimentel Marta (Paraná), Ponce de León Juan Emmanuel (Caseros). Schettini Marta (C. Del Uruguay), Delgado Mabel (Federación). Gladys López Pianessi, Elías

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