SENTADO A LA DERECHA
DE DIOS PADRE…
Por Gilberto García Mercado
En el umbral de la vida el hombre se encuentra con dos personajes a quienes hay que guardarle respetable reverencia: Uno es el Creador de todo y, el otro por desprenderse de la magnanimidad del primero, es un personaje inherente a la existencia del hombre. El Trabajo. Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza pero también se las ingenió para que no se muriera de aburrimiento. En un escenario sin nada que hacer, con unas mentes despiertas e inclinadas al mal, el permitir que el hombre orondo permaneciera cesante contribuiría a un desorden de tal magnitud en que la violencia, el caos y, el ciudadano retrógrado sería el pan de cada día. Dios le salió al paso a tal eventualidad y es por eso que el trabajo está bien representado en sus diferentes formas. Así las cosas, el hombre cohabita entre médicos, abogados, científicos, deportistas, investigadores, curas, cantantes, militares, personajes del común y grandes celebridades, etc, etc.Las sociedades desarrolladas son aquellas que han implementado una relación recíproca entre gobierno, trabajador y, empresa. No se puede aislar un elemento de otro, debe primar una organización tripartita pero unificada.Sin embargo, a espaldas de las naciones democráticas o aquellas en donde el oscurantismo se escuda tras gobiernistas de índole fascista o cualquier dictadura parapetada tras leyes «amañadas», muchas veces diseñadas e impuestas por el dictador de turno, el trabajo al igual que otros derechos del hombre se ve vulnerado.Al ciudadano se le aumentan las horas en su faena o se le reduce el salario en detrimento de una sociedad menos tolerante.Paralelo a ello, organizaciones como la OIT (Organización Internacional del Trabajo) y la puja de sindicatos y todo tipo de agremiaciones convocan movilizaciones en pro de la defensa del trabajo y del trabajador.Los Indignados (en el país ibérico colocaron el grito en el cielo) son un ejemplo de ello…Con la irrupción de nuevas tecnologías, la oferta laboral se ve restringida. Si un carreteable empleaba 200 hombres en un año, hoy ese mismo carreteable emplea 50 hombres y la obra la finiquitan en un lapso de seis meses.Las máquinas y las computadoras además de contribuir al desarrollo son también una guerra no declarada contra la integridad del hombre. Amen de que el que no se adapte al Siglo del Internet termine engrosando la lista de los desempleados.Con las crisis económicas en el Orbe, gobiernos como el de España se ven abocados a reducir nómina en las empresas oficiales con repercusión en la sociedad en general. Algunas prebendas ofrecidas al trabajador foráneo se ven reducidas y todo se direcciona al control en la documentación y miles de inmigrantes dejan el suelo patrio por las restricciones en la movilidad del ciudadano extranjero.Una de las preocupaciones de los gobernantes, es el desempleo que como tentáculo se va apoderando de la cotidianidad de los pueblos y las naciones. Es de pleno conocimiento que un espíritu ocupado, ya sea laborando, estudiando o haciendo deporte está cerrando las puertas a los malos pensamientos que incuban trastornos mentales, perversidad, delincuencia y ostracismo.No es extraño entonces que el futuro presidente de una nación ascienda en las encuestas utilizando entre sus banderas de campaña la propuesta de la creación de nuevos empleos y la flexibilización de las normas laborales.El fenómeno del pandillismo está muy circunscrito a la ausencia de un trabajo digno, la drogadicción en los adolescentes, la delincuencia y alguno que otro reducto de alzados en armas.Sin embargo, se observa en el ámbito del trabajador algunas consideraciones en la parafernalia que origina la simbiosis entre lo que implica trabajo, trabajador, gobierno, empresa y, demás. Algunos lunares se repiten con ventajas en esta o aquella república.Defiendo la idea de que un profesional puede ganar lo atinente a su profesión, pero me opongo a que un técnico de selección de futbol nacional se esté ganando cifras astronómicas cuando hay trescientos técnicos desempleados y esperando una oportunidad.Ahora bien, habría que legislar para que futbolistas como Leonel Messi, o beisbolistas como Rentería, estrellas de cine como Jennifer López o corredores como Montoya o cantantes como Shakira no se pudran en plata mientras otros no tienen en donde caerse muertos. No quiere esto decir que no merezcan ese dinero premio a su esfuerzo y talento, estoy de acuerdo que deben hacer su trabajo pero tras normas que beneficien a la colectividad. Y no a unos cuantos. ¡Y de qué manera!La gran fisura en los hogares, causante de que las reglas de convivencia se violen lo están consiguiendo los despidos masivos, las talanqueras que los gobiernos colocan a las pequeñas empresas y el beneficio a las multinacionales que terminan absorbiendo a las empresas chicas. Con este telón de fondo, el individuo siente que está desprotegido frente a ese pulpo representado en un primer ministro o presidente quienes aprueban en el Legislativo nuevas leyes para devolver los favores recibidos en campañas.Queda entonces todo reducido a una atmósfera pesada, a amenazas de lluvias torrenciales tras los relámpagos, el ciudadano se acostumbra a trabajar seis meses y, a permanecer desempleado un año o más, en el que tiene que soportar la violación de los contratos y el acoso laboral, amenazas que van y vienen de parte del patrón, que si no haces lo que él te dice, te pondrán de patitas en la calle…
Gilberto García M Si en tiempos anteriores el trabajo era una bendición hasta el punto de ser reverenciado al venir de Dios, hoy la ausencia de él confina al ciudadano a presenciar eso con cierto escepticismo.Sin embargo, es una realidad que se percibe en carne propia, los humanos frente a los computadores estamos perdiendo la batalla.Ojala veinte años transcurran y yo esté equivocado.
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