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jueves, 27 de febrero de 2014

NOTICIAS DE LA GENERACIÓN DEL 49:

YO VOTO A CONCIENCIA

                                                                           Orlando Periñán Lombana
De nuevo se pone a consideración del ciudadano, el constitucional derecho a elegir sin presiones ni trabas a las personas que nos representarán en el Senado  y la Cámara para un nuevo periodo de cuatro años en el Congreso colombiano.  
En la oferta publicitaria, hay un abanico de posibilidades para escoger a los candidatos. 
Aunque es conocido que un alto porcentaje de ellos, se trazan como modelo de conducta «mentir y engañar». 
Para ellos hacer el juramento, poniendo la mano sobre la Sagrada Biblia y jurar ante Dios,  se convertirá en un juramento demencial a cumplir al pie de la letra: «No decir jamás la verdad...» 
Yo soy el primer convencido, que se puede votar con absoluta libertad, aplicando el principio libre de la conciencia. 
La experiencia ha demostrado que los partidos políticos no sirven para fortalecer la democracia, pues acumulan tanto poder que la «prostituyen» de una.  
La  sociedad está sumida en una crisis de principios y valores, no hay confianza en sus mal llamados «Líderes».  
Lo cual obliga a recordar cuando estudiábamos en nuestra juventud las políticas que aplicaban «Los Romanos». Ellos exigían a sus dirigentes para avanzar en la carrera política cursus honorum pues tenían que superar constantemente pruebas para demostrar valor y virtud en las funciones respectivas, además de someterse a rígidos controles y juicios exigentes.  
Si en las próximas elecciones votamos a conciencia, conseguiremos una verdadera democracia—ética, decente y responsable—desplazando a la actual que es un disfraz soportado en la mentira y el engaño, cuyo único fin es reconquistar el poder de la élite usurpadora y tramposa, que llama Democracia a la «dictadura»  de partidos y en donde las normas y estatutos no se respetan.  
Yo soy de la generación del cuarenta y nueve y desde que tengo uso de razón, he oído decir a los políticos a voz en cuello: 
«Querido pueblo: acabaremos con los grandes males y déficits que hostigan a la raza humana: Hambre, enfermedad,  pobreza, desigualdad, injusticia, inseguridad, violencia, corrupción,  abuso de poder, insolidaridad, guerra, etc...»  
Y me pregunto: ¿Qué han corregido con eso? Cero huevitos cero pollitos.No seamos siendo majaderos: Votemos a conciencia. 
                                                            OJO A LA CULTURA…! 
                                                           Por Don Arsenio Cruz  de La Calvaria
DE LA ESCUELA TALLER DE CARTAGENA Y CIUDAD MÓVIL
CORREDOR CULTURAL, EL VIERNES 28 DE FEBRERO
Afiche promocional del corredor Cultural
El «Corredor cultural» es una iniciativa de la Escuela Taller de Cartagena en colaboración con el Centro Cultural Ciudad Móvil que cada mes propone a la ciudad una programación multidisciplinaria de calidad, diseñada según los principios de democratización del acceso a la cultura y el diálogo intercultural.

Es una jornada enteramente dedicada a la creatividad, en la que el talento se apropia de las murallas de Cartagena proponiendo al público local, nacional e internacional espectáculos de diferentes disciplinas artísticas en los sugestivos escenarios ofrecidos por los antiguos baluartes. 
FEBRERO: ARTE Y CREACIÓN COLECTIVA 
Febrero es el mes de las experiencias basadas en la experimentación colectiva y el compartir artístico como herramientas de creación. 
Los participantes se caracterizan por las dinámicas grupales que representan la fuerza de sus puestas en escena, brindando reflexiones acerca de la vivencia del arte y sus procesos. 
Así, a partir de diferentes géneros de danza y música, reconocidos por su carácter colectivo, tales como: el Break Dance, la Danza Urbana, la música coral y las percusiones, el Corredor Cultural de febrero propone al público cuatro espectáculos que reflejan la belleza de las manifestaciones culturales locales, creadas a partir de sinergias y lenguajes compartidos. 
Prevé la realización de las siguientes intervenciones artísticas. 
INTERVENCIÓN DE BREAK DANCE: 
GRAVEDAD CREW
Agrupación fundada en 2002 y dirigida actualmente por el Bboy Breyder Villalba Caraballo. 
Gravedad es una Organización Cultural de carácter juvenil que desarrolla procesos artísticos a través de la danza, específicamente Breaking: la danza oficial de la cultura Hip-Hop.  
El colectivo está enfocado en dinamizar procesos sociales en la ciudad de Cartagena, proponiendo el Break Dance como una oportunidad y un estilo de vida.
Escenario: Baluarte S. Pedro Mártir
Horario: 4:30 pm.
Duración: 15 minutos. 
ESPECTÁCULO MUSICAL:  
CORO SOCIAL DE LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA 
Coral Societas es una agrupación creada bajo la dirección de Rafael Gómez Osorio. Cuenta con 25 integrantes, entre los cuales hay sopranos, contrabajos, tenores y bajos.  
El coro ha participado en diversos concursos y ha sido ganador en varios, entre ellos el Regional de Coros Universitarios en Sincelejo.
Escenario: Baluarte S. Lucas
Horario: 5:00 pm.
Duración: 15 minutos. 
PERFORMANCE DE DANZA URBANA: 
Agrupación infantil LAS ESTRELLAS DE RAWAD 
Agrupación infantil dirigida por la maestra Inírida Escorcia y conformada por once niñas y adolescentes del barrio Nelson Mandela de Cartagena. 
La Estrellas de Rawad se destaca por el talento de sus jóvenes en la interpretación de géneros diversos, tales como: dancehall, pop, champeta, shandé, cumbia, currulao, porro y fandango. 
Escenario: Baluarte S. Catalina
Horario: 5:30 pm.
Duración: 15 minutos. 
ESPECTÁCULO MUSICAL: 
LOS TAMBORES DE CABILDO 
Experimentada agrupación dirigida por Rafael Ramos que se destaca por sus puestas en escena explosivas, recreadas a partir de la mejor tradición de las percusiones del Caribe Colombiano. 
Escenario: Baluarte S. Clara
Horario: 6:00 pm.
Duración: 15 minutos.

miércoles, 26 de febrero de 2014


PARTICIPARÁ EN EL XII PARLAMENTO NACIONAL DE ESCRITORES

*ANDRÉS FLOREZ BRUM: LA FLOR ETERNA DE PLATERO Y YO

                                   ¡Cuánto nos vale! ¿Cuánto nos vale y
                                    cuánto nos ganamos si leemos un clásico?
                                    Un clásico universal es Platero y yo,
                                    del español Juan Ramón Jiménez,
                                    un clásico de nuestra lengua.

Andrés Florez Brum, en el Parlamento
Desde la publicación de las primeras muestras del libro, cuando el poeta escribió unas notas de prólogo–que siguen siendo incluidas en las buenas ediciones—dijo: «suele creerse que yo escribí Platero y yo para los niños, que es un libro para niños». Más adelante le advierte a los mayores que lo lean: «Este libro, en donde la alegría y la pena son gemelas, cual las orejas de Platero, estaba escrito para… ¡qué sé yo para quién! … para quien escribimos los poetas líricos… Ahora que va a los niños, no le quito ni le pongo una coma. ¡Qué bien!». Pero… acaso, Juan Ramón sabía que los niños y las niñas, jóvenes y mayores, se iban a apropiar de este libro. Que a pesar de su sencillez y de su colorido iba a perdurar como la eterna flor de sus páginas.


Tiene este libro, o tienen sus viñetas, delicadeza y dulzura. Seda y color. Como la seda que tocamos en la falda de una niña. Como la madera lacada. La textura de la piel de una hoja. O el viento del atardecer que nos sacude las pestañas.


Me ha invitado a Cartagena de Indias, el escritor Jocé Daniels, a una tertulia sobre Platero y yo (motivo del Parlamento de escritores del Caribe este año). Ahora que esta obra cumple un centenario de su nacimiento (1914). Y uno que siempre tiene alma de niño, como si aún estuviese en la edad de oro, lo relee con un apetito voraz, con el encanto y la pasión de una primavera en enero. Vale aclarar que cuando fuimos niños no lo tuvimos en casa, pues no teníamos libros… ¡Qué lástima! Aunque, ¿Por cuál escuela no ha pasado Platero y yo?

El burrito más célebre del mundo
Sin embargo, este libro apareció en el pregrado de filología entre las obras que nos recomendaron. Hoy, en la relectura, he vuelto a jugar con los elementos cromáticos de Platero. Con las motas de su piel de algodón, con la dureza marfil de sus grandes dientes y con todos los colores que brillan y ven cuando van por el camino –el poeta y Platero–. Como si uno, en compañía, tuviera ahora enredado en los dedos, el arco iris. Como si ahora el lector se rodease de párvulos y les explicara a buen tono que las palabras en nuestro idioma español nacen algunas, muchas, por derivación: ¡Platero!, ¡Platerón!, ¡Platerillo!, ¡Platerete! ¡Platerucho!, dice La niña chica al ver a Platero, como si ella supiera que todas son derivadas del nombre del asno por su color plata.


Este libro, en esta época, en que los jóvenes no leen en las hojas, sino en pantallas táctiles, fácilmente se podría proyectar una de estas viñetas en nueve o catorce puntos para que aparezca como el fondo de los íconos de la primera ventana:

                                 LA FLOR DEL CAMINO

                  ¡Qué Pura, Platero, y qué bella esta flor del camino!
                  Pasan a su lado todos los tropeles —los toros, las
                  cabras, los potros, los hombres —, y ella, tan tierna
                  y tan débil, sigue enhiesta, malva y fina, en su
                  vallado solo sin contaminarse de impureza alguna.
                  Cada día, cuando, al empezar la cuesta, tomamos
                  el atajo, tú la has visto en su puesto verde. Ya tiene
                  a su lado un pajarillo, que se levanta —¿por qué?—
                  al acercarnos; o está llena, cual una breve copa, del
                  agua clara de una nube de verano; ya consiente el
                  robo de una abeja o el voluble adorno de una
                  mariposa.


Esta flor vivirá pocos días, Platero, aunque su recuerdo podrá ser eterno…


¿Qué podríamos decir de esta página si jugáramos a hacer una clase de Español y Literatura?


Que la primera frase es una frase exclamativa… Y que en ese primer párrafo toda la carga semántica recae en flor. Los elementos, —toros, cabras, potros, hombres— giran o se mueven alrededor de un núcleo central que es la flor. De entrada, el poeta invoca o llama a Platero para que advierta que en el camino aparece radiante una flor. Es una descripción en movimiento. Con un entorno voluble y tangible y un símil o una comparación con la naturaleza y la vida.


En la postal, mientras pasa el tropel, la flor florece y la visitan una abeja que le roba el néctar y una mariposa que la adorna, un pajarillo que se posa y vuela de sus ramas. Pero en el pensamiento del poeta la flor se eterniza en la primavera y en la vida como algo paradójico: lo efímero y lo eterno, el universo y la vida.


Narración, lectura que no tiene edad
Cuando armamos el retablo de Platero y yo nos tropezamos con el Puerto de Moguer. En las mañanas y al anochecer y, sobretodo, en el atardecer, cuando el poeta, vestido de negro, sale a caminar montado en su burrito. Pasan los dos, el poeta y el burro, entre labradores y caminantes. Lo acolitan y lo acompañan y lo aplauden los niños que se entretienen con Platero. Una cabra y Diana, la perra, y otras cosas que van apareciendo por la vera del camino. De esta manera Juan Ramón Jiménez nos presenta unos cuadros de Moguer que universaliza en las postales.


El canto del poeta que habla con su burro se inmortaliza en las delicadas estampas de vida y ensueño al deambular por el entorno del pueblo, en un ir y venir en esta serenata de amistad y encuentro con lo bello. Hay en su vaivén carboneros y gitanos, niños pobres y niños de la casa. Un loco y un cura. Darbón, el médico de Platero, Diana, la perra, y una cabra y la cotidianidad de la vida en Moguer. «¡Qué ilusión, esta noche, la de los niños, Platero! No era posible acostarlos».


El poeta reconoce que en Platero y yo el canto al pueblo de Moguer lo eleva a lo universal. En los elementos que describe encontramos las cosas que el hombre hace: la azotea, la verja, el aljibe, la carretilla, el pozo, el castillo, el molino, la torre… Los seres que tropieza: la mariposa, el loco, las golondrinas, el potro, el niño, el loro, el perro, el canario, los gallos, el toro… Y, además, elementos de la naturaleza: el árbol, el río, el camino, el arroyo, la colina… A éstos y otros espacios con lo atmosférico del tiempo y la vida de Platero—aparición y muerte—el escritor crea la historia de este burro en su compañía, como si fuesen una pareja de amantes: «Mira, Platero, este árbol que, verde y susurrante, cobijó, no hace un mes aún, nuestra siesta».


Juan Ramón Jiménez, Premio Nobel 1956
Se recuerda que a Juan Ramón Jiménez siempre lo hemos relacionado entre los poetas modernistas. Para el poeta, el modernismo era una actitud. Un gran movimiento de entusiasmo y de libertad hacia la belleza. «El modernismo —dijo— no fue solamente una tendencia literaria: el modernismo fue una tendencia general». Considera, entonces, que el modernismo fue un movimiento envolvente que tiene sus inicios a finales del siglo XIX y principios del XX y que en su conjunto abarca el parnasianismo, simbolismo, dadaísmo, cubismo, Impresionismo… «Todo cae dentro del modernismo porque todo es expresión en busca de algo nuevo hacia el futuro». Y menciona a los integrantes de la generación del 98 como los españoles más sobresalientes: Unamuno, Valle Inclán, Azorín, Machado, Pío Baroja, Ortega y Gasset. Con los integrantes de esta generación se codeó desde que tenía 17 o 18 años. Más tarde, en España, conoce a Rubén Darío y con él se entera de la existencia de Guillermo Valencia, José Martí, José Asunción Silva y Leopoldo Lugones.


En la cátedra que dictó en la universidad de San Juan de Puerto Rico menciona a los españoles de nuevo y a los hispanoamericanos Rubén Darío, Silva y Martí como los pilares de esta tendencia. Y en sus clases reconoce de alguna manera que: «Hasta el modernismo casi sólo podría hablarse de literatura española, ya fuese escrita dentro o fuera de la Península; a partir de él la realidad es otra: surge la literatura hispánica, con divergencias saludables, pero también con integración genuina».


Se podría reafirmar, sin lugar a equívocos, que Juan Ramón Jiménez perteneció en su quehacer poético al modernismo. Y que aprendió de la Generación del 98, pasó por la Generación del 14 (Ramón Pérez de Ayala, Gabriel Miró, Gustavo Pittaluga, Manuel Azaña, Gregorio Marañón…) e influyó directamente en la Generación del 27 (Pedro Salinas, Jorge Guillén, Federico García Lorca, Rafael Alberti…).


Que todo estudioso de la poesía hispanoamericana debe pasar por los poemas de Juan Ramón y que la manera más conveniente de llegar a los libros de este maestro es empezar por las sencillas y poéticas páginas de Platero y yo.


La sencillez y lo lírico del tema y del lenguaje, lleno de colorido y ternura, hacen de esta obra un juego con las palabras como si se estuviera adornando un pesebre de animales, niños y flores. ¡La naturaleza se crece y Platero se ha humanizado en ese diálogo íntimo con el poeta!


En Platero y yo, se reitera, todo es color y movimiento, sonido y canto, alba y libertad: «La mañana era clara, pura, traspasada de azul. Caía del pinar vecino un leve concierto de trinos exaltados, que venía y se alejaba». El poeta y Platero van y vienen, como si, por la puerta del corral, salieran y vinieran de la huerta más próxima.


Las ciento treinta y ocho estampas de las doscientas ochenta y siete páginas están escritas en prosa. En prosa poética. Llevan en su seno un inconfundible lirismo. Acaso, Platero y yo, las más puras viñetas del modernismo.


Edición de Platero y yo, un Clásico Universal
En la red es fácil encontrar colgado este clásico de la literatura nuestra. Allí están estas ideas también incluidas en el prólogo del autor: «Yo nunca he escrito ni escribiré nada para niños, porque creo que el niño puede leer los libros que lee el hombre…»


Es Platero y yo, por hoy y por siempre, el libro más leído y más conocido de Juan Ramón Jiménez, premio nobel de literatura de 1956. Acaso, más que Piedra y cielo y que sus lecciones y opiniones sobre el modernismo. Pues con Platero y yo juegan y cantan los niños Y los mayores se entretienen en una tarde de enero.


¡Qué suerte, tener en el canon de la literatura del idioma español un libro como Platero y yo!


Esta flor, Platero, podrá ser eterna.


BIBLIOGRAFÍA: 
JIMÉNEZ, Juan Ramón. Platero y yo, Club Bruguera. Barcelona-España (1980).

JIMÉNEZ, Juan Ramón. El modernismo, notas de un curso (1953). Aguilar-Madrid-México (1962). 
SAINZ DE ROBLES, Federico Carlos. Diccionario de la literatura: Términos, Conceptos Ismos literarios. Aguilar S A de ediciones (1972).

lunes, 17 de febrero de 2014


Matices en la Tertulia

Juan V Gutiérrez Magallanes
Magallanes, Julio y Daniels los protagonistas 
En las calendas del mes de febrero de 2014, Joce Daniels y yo nos encontramos con Julio, en la calle de San Agustín Chiquita, él abrió sus astas de campesino letrado y nos llamó al asombro de una foto en la acera opuesta a la sombra de la calle, pues necesitábamos cubrirnos con el sol para fijar bien los minerales que habíamos consumido en el desayuno, recomendación que hizo el amigo Ruderico,  quien se sumaba a la tertulia a las diez de la mañana,  en plena calle, asomado a la casa que había sido visitada por el libertador Simón Bolívar. 

¡Era tanta la satisfacción que no sentíamos el fuego del sol! 

La efusividad  se acrecentaba, cuando por esa cosas de las llamadas por Manuel Zapata Olivella, «Fiestas de las Casualidades», se iban apareciendo compañeros que en el momento se convertían en contertulios para expresar la alegría por el encuentro en plena calle. 

Evocábamos la Cartagena de hacía años. Llegó Simón y de inmediato Julio lo atrapó con su cámara de mediana tecnología. Aquello era una fiesta de encuentros, donde se miraban las cosas con el asombro que produce el Caribe, (olvidándonos que estábamos en Espacio Público). Pero nuestro inconsciente parecía ser contestatario a la invasión que hacen los nuevos restaurantes del Gran Set, sin que por otro lado se nos  permita hacer un encuentro como el que en ese instante estábamos disfrutando. Sólo consumíamos los rayos del sol, de ahí de que soltábamos expresiones de alegría hacia las páginas que a diario imprimen los pocos residentes  del interior del sector amurallado. 

Miramos hacia la izquierda y, caminaba hacia nosotros el amigo Antonio Prada Fortul, se amplió la audiencia y ahora podíamos hacer evocación de los ascendientes  de  alguna población cartagenera.
Este encuentro, se ha constituido en motivo para rememorar las esquinas de tertulias pasajeras, especialmente cuando el Liceo quedaba en la calle  del Cuartel. Simón y yo  egresamos en el 1962.
Cuatro de los convocados por la casualidad, están marcados por la «Carimba» del Liceo de Bolívar: Ruderico, Simón, Julio y Juan. 


En el centro Simón A, de la Tertulia
El conversatorio, sin cita previa, tenía la autorización pre agónica de Julio, extendía su voz en acorde a sus brazos de hombre filial, lo que permitía el crecimiento de aquella Asamblea en plena calle de San Agustín Chiquita. Los que pasaban quedaban expectantes ante la concurrencia  y amenidad de las voces que hacían alusión a la alegría del reencuentro. El último en concurrir fue Narciso Castro, quien preguntaba los motivos de la reunión. Más yo pensaba, «todo esto, es una fiesta de casualidades o una muestra  inscrita como una estampa del Caribe», lo cual le da la razón a Julio, cuando en el reposo, en vuelto en  la salinidad marina elabora varios mensajes en el vuelo de los  alcatraces: 

«Qué fortuna nuestro encuentro de hoy. Estuvo lleno de matices: la espontaneidad, la concurrencia, los amigos,  la alegría, nuestro abandono absoluto  por pasarla bien, la conversación de gran altura, el sentido del humor, los amigos que se iban agregando al grupo con gran complacencia, la felicidad  e inocencia de niños y adultos. En fin, nos divertimos mucho, la mañana soleada, un encuentro iluminado…». 

Más tarde Julio evocará los sabores del encuentro para recitar una especie de oración: 

«Yo más bien asevero que son fiestas de casualidades, y sin comillas ¿Por qué?  Me le mido así naturalmente a esos encuentros, porque son generados por lo bueno que siempre llevo por dentro para los amigos. Todo ese despliegue de cariño, mostrado en los encuentros casuales, lo llevamos los amigos quienes tenemos similitud y diferencias que nos atraen». 

«El momento de ayer fue inolvidable,  alimento y soporte del día, modelo a seguir,  entrará a formar  parte del arsenal de los buenos recuerdos. Por nuestro rico potencial de la vida en el mejor de los sentidos. Hechos como el de ayer seguirán repitiéndose. Un abrazo con el mayor de los afectos para todos». 
Antonio Prada, se había retirado  de la tertulia matutina, en la búsqueda de los últimos sabores de una «alegría de millo», porque con el avance de la Globalización, tratan de elaborar la «alegría» con maíz «Pira», lo cual  sería un exabrupto y un atentado a la gastronomía ancestral del pueblo de Palenque. 

Joce Daniels, Primitiva Padilla, Magallanes, Ruderico Trujillo y Antonio Prada F
 Nos quedamos un poco más de  tiempo, contando las cosas que pasan en Cartagena de Indias, y el temor que agobia a nuestros contertulios, pues no está muy lejos el día en que llegaremos a ser un desplazado más, en nuestra propia ciudad..









domingo, 16 de febrero de 2014

DEL LIBRO DE CUENTOS "LA OTRA CARA DE EVA"

LAS ABUELAS NO SIEMPRE SON BUENAS

Por Gilberto García Mercado*

Jamás imaginé que esto terminara así. Todavía lo recuerdo. Claritico. Mi madre se ha levantado. Y ha abierto las ventanas de la casa. Menos la de mi cuarto. De alguna manera la luz se la ha arreglado  para penetrar en él. Es un día veraniego, pero eso poco importa. Porque desde que trajeron a la abuela, es el caos. Nosotros éramos felices. Sin ella, claro. Éramos una familia modelo. Pero apenas llegamos aquí­—a esta ciudad del mal— la familia sucumbió. Pero a pesar de todo, conservábamos la calma. 

En mi cuarto siempre anidaba el buen clima. No es que fuéramos ricos. Ni que viviéramos en la mayor opulencia. Pero uno es pobre, y como tal no debe vivir arrastrado. Hay que vivir en la pobreza, pero con dignidad. Fue así que para que antes de que trajeran a la abuela, toda la casa tenía acondicionadores de aire. Y no teníamos apuros económicos. 

Antes de mi abuela, dormíamos hasta las ocho. Y los sábados y domingos íbamos a misa. Después, un poco más tarde, la familia se descomponía. Y cada quien tomaba un rumbo distinto. 

Mi padre, quien gozaba de una pensión de la Empresa de Puertos, se iba a pescar con Teófilo Beltrán, amigos desde la infancia. Eran «dos gallos jugaos» como les llamaban sus amigos porque no revelaban sus secretos, para afrontar, sin dificultad, cualquier vicisitud de la vida. El deporte favorito, era subir de madrugada—todos los domingos—el Cerro de la Popa. Ambos hacían sus predicciones, para Año Nuevo. Y para finales de año las dos familias—la de mi padre y la de Teófilo Beltrán—apostaban sobre quién coronaría el alto del Cerro de la Popa. 

Mi madre, siempre dedicada al hogar, aprovechaba, los domingos, para visitar a sus amigas. Y siempre hablaban de telenovelas. De moda. De cuál o tal actor, era el más, o la más guapa.

Yo me la daba de intelectual. Y ya me habían puesto un alias. Me decían «El Sabio», porque todos los temas—someramente pensaba yo—los dominaba: política, literatura, deportes, etc. 

Mis dos hermanos, Patricio y Jonás se iban a jugar fútbol, mientras Dayana tomaba sus clases de guitarra, en la Academia de la Calle San Juan de Dios, en el centro de la ciudad. Dayana era una muchacha tierna. Y nosotros la queríamos, porque era la única hermana. Aunque a veces nos revelábamos contra ella, porque decía que los futbolistas de nuestra familia jamás alcanzarían la gloria. Que era la de jugar en el Real Cartagena. De mí, encerrado casi siempre en mi cuarto, decía que era un iluso. Y que me pondría viejo buscando ganarme un concurso de cuentos. Que fuéramos realistas. Y que pensaran como ella. Y no viviéramos de grandezas. 

Dayana tenía ambiciones, pero sabía medir sus posibilidades. Quería ser cantante de baladas y componerlas ella misma. 

Todavía recuerdo. Claritico. 

A pesar de que mi madre no ha abierto la ventana, un rayo de luz— que entró no sé por dónde— acabó por espantarme el sueño. Entonces—de repente— nos hemos encontrado, todos, en la sala espaciosa de la casa. 

No han dormido en un siglo. Uno se acuesta y duerme feliz, si no hay ruidos. Cuando la abuela no estaba, nos levantábamos a las ocho. Y nos poníamos—después de desayunar— a estudiar, porque íbamos a la Universidad por las tardes. Eso era al principio. Porque ahora hemos sucumbido ante la abuela. Y ella es un Fidel Castro. Y nosotros el país de Cuba, a quien ella gobierna. 

Vino muerta de vejez: ochenta y siete años. Pero nos engañó a todos. Se ha sentado en esa poltrona—al principio— y no hubo poder alguno que la haya hecho parar de allí. Claro, nosotros no sabíamos. Ahora, hay que llevarla al baño, rodando la poltrona. Bañarla en la poltrona. Y sacarla en la poltrona. 

Pero de noche todo cambia. La casa ha sido invadida por fantasmas. De pronto sentíamos que alguien corre por los corredores. Violentan y abren con gran estropicio las puertas y ventanas. Y nosotros—presurosos—prendemos las luces, pero la casa está más sola que nunca. Corremos, afanados, hacia el cuarto de la abuela. Y ella duerme, apacible, como un angelito. Así han aprendido a vivir. Sin pegar los ojos. 

Dos meses, antes del desenlace, no pensé que esto terminara así. Durante los dos meses, la abuela mostró, una vitalidad asombrosa. Se levantó de la poltrona que la aprisionaba, y caminó ella sola al baño. Arrojó a un rincón de su cuarto el bastón obsoleto con el cual caminaba antes de llegar a la casa. Y recorrió los aposentos golpeando las puertas y ventanas. 

No dejaba dormir a nadie. 

«Hay que llevarla al médico»—dijo mi madre—«Terminaremos locos, si no lo hacemos». 

Entonces la abuela sonreía. Y se perdía de la casa. Cuando ya la habíamos olvidado, resurgía con su estropicio de puertas y ventanas. Y riéndose a carcajadas y muchas veces tarareando canciones, de un tra, la, la desconocido. 

En la sala, todos nos hemos mirado a la cara. ¿Quién tiene la culpa de que tengan el rostro descompuesto y pálido—profundas ojeras por las noches de insomnio— y de que no seamos la familia de hacía poco? 

Ahí están mis padres. Y nosotros, menos Dayana, quien no quiso correr la misma suerte y se marchó adonde una amiga, hasta que pasara la borrasca. Y la abuela, sonriendo —feliz—porque era el preludio de que de toda esta familia, sólo quedaran vivos, Dayana y yo. 

Todavía recuerdo la escena. Todos mirándonos a la cara. Sin musitar una palabra. De pronto—con dolor en el alma—la abuela suelta la carcajada. Y, demente, ordena: «Suban todos a sus aposentos, carajo». Y suben todos, menos yo. La abuela agarra el bastón obsoleto de cualquier rincón de la casa, y me persigue por toda la vivienda, buscando golpearme con él. No sé por qué conmigo no funcionó su temperamento. 

Aquella noche no dormí en casa. Tengo que decir que a mí nunca me molestaron los estropicios de las puertas y ventanas. Tenía el sueño pesado. Y dormía como un lirón. 

Hoy, hace un mes que encontraron a la abuela, a mis padres y hermanos, pendiendo, del techo de cada cuarto—ahorcados— hoy, no logro comprender, quién era aquella anciana. Pues que yo sepa nunca escuché decir a mis padres si ellos tenían la madre viva o no. La que destrozó la vida de Dayana y la mía, por la que hoy—pasado cinco años— odiamos la palabra abuela. 

Y cuando una viejecita se nos acerca en alguna avenida de Cartagena y nos dice: «Joven, ¿me cruza la calle?». Entonces Dayana mira fijamente a la anciana. Y le dice: «Es que somos ciegos, abuela». La anciana extrañada los ve cruzar la acera. Y hace un comentario. Pero ya nosotros vamos lejos.
          *Director de La Calvaria Literatura. Este texto figura en el libro de cuentos "La Otra Cara de Eva".
           Publicado por la Alcaldia de Cartagena en el 2000. Además Jorge Gastía Usta lo publicó en Solar
           de El periódico de Cartagena.

sábado, 15 de febrero de 2014

Abierta la Convocatoria

DEL 13 AL 16 DE AGOSTO LA LITERATURA
SE TOMA A CARTAGENA

          XII PARLAMENTO NACIONAL DE ESCRITORES

Redacción La Calvaria Literatura
A partir de la fecha se abre la convocatoria para los escritores nacionales e internacionales que deseen participar en el XII Parlamento Nacional de Escritores de Colombia, presentando una Propuesta que verse sobre «Platero y Yo», Julio Florencio Cortázar Scott, Nicanor Parra, Marvel Luz Moreno Abello, Antonio Botero Palacio o Antonio Mora Vélez. 
La Asociación de Escritores de la Costa, que preside el escritor Joce G. Daniels G, desde el año 2003 realiza el Parlamento Nacional de Escritores, cuyos presidentes son los poetas Gustavo Tatis Guerra y Fernando Cely Herrán, que como es tradicional este año rinde homenaje a grandes figuras de las letras del país y del Continente y a la obra cumbre «Platero y Yo» del escritor Juan Ramón Jiménez.

Los escritores y escritoras pueden leer el instructivo en la página:http://parlamentodeescritores.blogspot.co y bajar el formulario en donde hallarán las bases para parrticipar en el Certamen. O pueden escribir al email: prensaparlamentoescritores@gmail.com. El Parlamento Nacional de Escritores, este año realizará Asambleas Preparatorias en las ciudades de Magangué, Montería y Barranquilla, como una manera de vincular a las ciudades de origen de los escritores Antonio Botero Palacio, Antonio Mora Vélez y Marvel Luz Moreno Abello, respectivamente. 
El Parlamento este año ha querido celebrar los cien años de PLATERO Y YO, el centenario del nacimiento de Julio Florencio Cortázar Scott y los cien años de vida del poeta chileno Nicanor Parra. 

Juan Ramón Jimenez, de Platero y yo
También le rendirá homenaje a la escritora barranquillera Marvel Luz Moreno Abello (Barranquilla, 1939 – París, 1995) y hará un Reconocimiento Internacional a los escritores colombianos Antonio Mora Vélez (Barranquilla, 1942) y Antonio Botero Palacio (Mesopotamia, Ant. 1927). 
El Parlamento, que cuenta con la cofinanciación del IPCC, Ministerio de Cultura, Cámara de Comercio de Montería, Club Unión de Cartagena y el Almacén la Finca, y el apoyo de las Instituciones de Educación Superior, Colegio Mayor de Bolívar, Universidad de Cartagena, Universidad Jorge Tadeo Lozano, Cámara de Comercio de Cartagena, Casa Museo Rafael Núñez y el teatro Adolfo Mejía, entre otras, se realizará del 13 al 16 de agosto del 2014 en la ciudad de Cartagena. 



Juan V Gutiérrez, Asociación de Escritores

domingo, 9 de febrero de 2014

ESTILO PROPIO

Las miserias humanas expuestas en público
 DE LA TECNOLOGÍA QUE ROBA NUESTRA INTIMIDAD


Orlando Periñán L

La época moderna nos ha donado cosas buenas  y malas. 

Por consiguiente, la tecnología ha llenado nuestras vidas de experiencias que treinta años antes ni siquiera hubiéramos podido imaginar. 

Ahora con la aparición de los chips de silicio y conexiones de fibra óptica, como medios por donde navegan los secretos y miserias de la humanidad, en ellos quedan atrapadas para siempre nuestras confesiones en esos centros de datos. 

Entonces, a la frase cristiana «Allá arriba está el ojo divino de Dios, que todo lo vigila», le salió competencia con el «Señor Google», quien navega por el universo manipulando la intimidad del planeta. 

Por esas razones, ahora estamos a merced de cualquier espía, policía, chantajista, estafador o pervertido sexual, que te quiere sacar  «Los trapitos al sol». 

Y uno de los ejemplos más sonados fue el "caso Snowden", individuo de treinta años, ex consultor de la (NSA), Agencia Nacional de Seguridad Estadunidense, quien filtró espectaculares revelaciones sobre el espionaje en comunicaciones telefónicas e internet en Estados Unidos y en el extranjero.  

Así que la situación que está viviendo el Presidente Santos y la que vivió  el ex presidente Uribe, no debe sorprender a nadie, pues de todos es sabido que las «Chuzadas», existen, son reales y quienes las ignoran, producen en el ciudadano menos desprevenido mera «Risa Loca», y más cuando uno los escucha hablar de la inseguridad en el país; olvidando que la inseguridad empieza justo cuando se violan nuestros derechos y libertades  y, en este caso, es el Estado, el primer violador de tales derechos.   

Lo cierto es que el espionaje jamás ha vivido esplendor como el de ahora y por eso se escucha por doquier: «!Espiar está de moda!» 

Los gobiernos consumen los recursos en espionaje y no tienen tiempo para gobernar.  

Además teniendo en cuenta el mal desempeño de sus funciones, que pueden ser fiscalizadas y controladas, imagínense «los entuertos» que deben de cometer si se trata de un trabajo secreto... 

Todo lo que ocurre hoy en nuestra sociedad es el resultado vivo de los avances de la tecnología.  

Así que, estemos tranquilos: Algún día podremos «comprar» hijos, que no se enfermen...






jueves, 23 de enero de 2014

En el salón Aldunia del Club Unión de Cartagena

EL VIERNES 24 DE ENERO LANZAN "MITONARIO DANIELS
ASOCIACIÓN DE ESCRITORES DE LA COSTA

Diccionario Mitológico

“El MITONARIO DANIELS”, obra del escritor e investigador Joce G Daniels G será presentado este viernes 24 de enero a partir de las 7 de la noche en el Salón Aldunia del Club Unión de Cartagena en el sector de Castillo Grande.  

Aunque la entrada es libre, al evento han sido invitadas autoridades Departamentales, Distritales, historiadores, investigadores, políticos, escritores, rectores de Instituciones Educativas del Distrito, docentes y amigos del autor. 

En el evento que es organizado por la Editorial Nacira Encantada y el Club Unión de Cartagena, intervendrán como oferentes el narrador Jairo Gómez Ayola, en representación del Dr. Miguel Raad Hernández, director de Cultura del Club Unión, el investigador y lancero de Getsemaní, licenciado Juan V. Gutiérrez Magallanes, la folclorista Marcela Nossa, gerente del Fondo Mixto para la Promoción de la Cultura y las Artes de Cartagena y el poeta y Sacerdote Richard Nieto González, de la Parroquia San Antonio de Padua.  

Oficiará como maestra de ceremonia la licenciada Liliana de Arco Tilvez.  

Joce G. Daniels G., conocido como «El Marqués de la Taruya», (Talaigua Nuevo, 1948), es fundador y presidente de la Asociación de Escritores de la Costa y fundador y organizador del Parlamento Nacional de Escritores de Colombia.  

El MITONARIO DANIELS es una obra densa, llena de mitos y leyendas, con un largo recorrido de más de cuatro mil años que se suma a otras obras del mismo autor que enriquecen el ambiente cultural del Caribe Colombiano. 

El MITONARIO DANIELS es editado con el apoyo de la Editorial Nacira Encantada, El Fondo Mixto para la Promoción de la Cultura y las Artes de Cartagena y la Cooperativa Yolier.  

A partir de las 7 de este viernes 24 de enero, quedarán sueltos por voluntad de Joce Daniels los mitos que estuvieron represados por siglos y siglos en las páginas de los libros que reposan en anaqueles, baldas y plúteos de nuestras bibliotecas.

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