Translate

La Donación de nuestros Lectores nos motivan a seguir hacia adelante. ¡Gracias!

miércoles, 17 de octubre de 2018

Narrativa Local


BALADA DEL HOMBRE QUE HABITA EN UN CELULAR

Juan V Gutiérrez Magallanes

Diego era un hombre de baja estatura, rechoncho, de rostro marcado por la ingenuidad del escudero de Don Quijote, con la diferencia que Diego, siempre estaba sentado sobre una poltrona de acolchonado cojín, para la protección de sus hemorroides desarrollados por la permanente estabilidad, ya que su oficio era numerar a los pregoneros que transitan por la Calle Principal del barrio donde laboraba. Siempre tenía una anécdota, la que narraba con grandes risotadas. 
Por explicaciones del ingeniero electrónico que lo mantenía en aquella labor, se explicaba la conformación somática de Diego, se había  transformado en «un cuerpo masivo acelerado», a consecuencia de estar expuesto a las ondas electromagnéticas de las cien antenas receptoras de los múltiples cuerpos masivos, en el sector donde vivía. 
En Diego no se  observaba ninguna transformación externa, continuaba con su figura de hombre abultado que mostraba la sonrisa de los seres conformes con la vida, agradecidos por mantener el vigor de saber decir un piropo de galán enamorado. Él, por su condición de cuerpo masivo acelerado, algo contradictorio, porque nunca  varió su paso lento de buey cansado y la quietud de su cuerpo, pero como «la procesión va por dentro», poseía cierta perturbación, que lo ubicaba en una estructura doble o binaria: «Espacio-Tiempo», que lo caracterizaba  por ser un «Emisor de Ondas Gravitatorias». 
El escáner que le realizaron, mostró  una composición química de reacciones muy rápidas, de velocidades semejantes a la proyección de la luz. Los físicos que conocían el fenómeno que se presentaba en el cuerpo de Diego, lo relacionaban con la colisión o choque de dos Agujeros Negros, lo que facilitaba  la captación de ondas por las antenas instaladas en el barrio de Diego. 
Todos estos fenómenos originados, donde participó Diego, lo predisponían a ser captado por un medio electrónico, para navegar en el espacio interno de un Agujero Negro. Había mucha razón para aceptar aquella posibilidad, ya que Diego era un cuerpo de alta concentración energética. 
Con el paso del tiempo, Diego se enteró a través del Ingeniero, que los celulares de alta gama le podían  permitir la captación de ondas gravitatorias,  lo  cual le facilitaría la comunicación con una galaxia diferente. Las galaxias, están formadas por estrellas, nubes de gas, planetas, polvo cósmico y mucha energía. 
Nuestro planeta Tierra, está en la galaxia de la Vía Láctea, este nombre está fundamentado en la mitología, porque ella tiene la forma de  una mancha de leche cuando se derrama. El griego consideraba que se había formado por el derrame de la leche de Hera, cuando amamantaba a su hijo Hércules. Existen millones de millones de galaxias. 
No sabíamos que aquel hombre que mirábamos como Diego, era una Onda Gigante de poca velocidad aparente, que en cualquier momento podía ser absorbida, por un medio electrónico. Ya no departía con sus amigos, no podía jugar al dominó, porque adivinaba con facilidad las fichas de los compañeros, no ayudaba en los quehaceres de la casa, tampoco atendía las cuestiones amatorias, sólo tenía tiempo, espacio y voluntad para el celular, que lo transportaba a una dimensión de grandes guerras, donde empleaban como armamento ondas gravitatorias. 
Un primero de enero del 2018, Diego se presentó con un teléfono móvil, de alta gama, diseñado y construido por la firma Johngut, se lo había cedido el ingeniero electrónico, dueño del edificio, donde laboraba Diego, el aparato tenía una licencia especial, por su alto poder de alcance con las estaciones transmisoras extraterrestres. Diego, aprendió rápido el manejo del aparato, lo que le permitió adquirir el hábito de permanecer con el celular pegado a la almohada durante el sueño y, lo llevaba a todos los sitios donde iba. Nunca aceptaba el efecto de la contaminación electromagnética o electro polución, argumentaba que eran cuentos de personas envidiosas y mala propaganda de la competencia. 
        
       Juan V Gutiérrez Magallanes
El 6 de enero, Diego, trató de encontrar el rastro de los pasos, marcados por una onda, de los Reyes Magos, cuando fueron a visitar el nacimiento de Jesús en la población de Belén, se mantuvo durante doce horas manipulando el celular, lo cual permitió que se desarrollara una aureola luminosa a su alrededor y, de manera instantánea, fue absorbido por el celular, al día siguiente, en las emisoras radiales y televisivas, se captaron mansajes, donde lo mostraban con una imagen de modelo pictórico puntillista, por los miles de electrones que lo configuraban, rotaba en el interior de un inmenso Agujero Negro. Los pregoneros lo recuerdan por las anécdotas de su pueblo natal.
  

No hay comentarios:

Seguidores

HAY QUE LEER....LA MEJOR PÁGINA...HAY QUE LEER...

Hojas Extraviadas

El Anciano Detrás Del Cristal Por Gilberto García Mercado   Habíamos pasado por allí y, no nos habíamos dado cuenta. Era un camino con árbol...