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sábado, 24 de febrero de 2018

Pura Bla Bla Bla…

"Nadie Quiere Ganarse El Sustento
Con El Sudor De La Frente"

Por Gilberto García M

A la ciudad llega un hombre que pasa desapercibido. Es un poco hermético, usa espejuelos y la severidad en el rostro traducen su gusto por la lectura. El individuo podría morir mañana y a nadie le importaría, si abordara un bus de transporte masivo y tropezara con una rubia de ojos verdes, la mujer no se detendría un instante en las facciones del hombre culto que desde esta mañana es su vecino. 
Día a día la humanidad se va sumergiendo en un océano de indiferencia, cuya patología está produciendo seres hoscos e insensibles, en las redes sociales asombra que una mujer por la mañana abra su cuenta con un mensaje alusivo a las cosas de Dios, pero por la tarde contradictoriamente despotrique en contra de alguien, dejando en “entre dichos” su fingida  espiritualidad y el estupor en la gente, cómo de un estado de bendición por la mañana pasa a otro de perdición por la tarde, con las consabidos interrogantes que originan tales comportamientos. 
¿Y a quién echarle la culpa de que esta Sociedad Fría cada día vaya evolucionando hacia gustos cada vez más recalcitrantes e inhumanos? Si hay un ser difícil de comprender ese es el hombre, no en vano el individuo navega entre corrientes de envidias, vanidades y avaricias. Poco a poco las universidades y los gobiernos van formando el hombre moderno, que está aquí y allá al mismo tiempo, con horarios de trabajo que no cuadran con el ambiente familiar, hay más espacios en los hogares para perros y gatos, nuestras mascotas que para la propia familia.  
Paralelo a ello, en el colombiano se ha ido formando la cultura del dinero fácil, nadie quiere ganarse el sustento con el sudor de la frente. Qué nadie me diga que un gran empresario construyó su imperio económico vendiendo confites en los colegios, o con algún modesto trabajo. Si hubo alguno, esa fue la excepción a la regla, es decir, cuando en el hombre aún existían valores y prejuicios y era temeroso de Dios. 
¡…Pero en esta época, a otro con esa carreta…! 
Pero, ¿es que nunca nos pondremos de acuerdo? Mientras subsista en nuestra sociedad la cultura del dinero fácil,  será una labor condenada al fracaso. Porque si usted analiza amable lector, quien está acostumbrado a vivir del narcotráfico lava sus dólares, convence a sus testaferros, abre oficinas de nuevas empresas, compra palacios, a la justicia y, si por una u otra circunstancia lo detienen las autoridades, soborna, manipula jueces y magistrados, y si no sale libre le dan la casa por cárcel, para que, finalmente expiada la pena, vuelva a aspirar a un cargo público  y el pueblo como un dócil borrego de nuevo lo elija en el parlamento. 
Nadie cree en nadie, (el beneficio de la duda debe estar presente en todas las instancias), se falsifican documentos, el nepotismo está presente en las administraciones, se hacen pugnas secretas por los contratos, las condenas no se aplican en su justa y debida proporción. En fin, las autoridades capturan a diario verdaderas empresas dedicadas al narcotráfico, en las que el confort del dinero fácil se aprecia en todo su esplendor. 
El país polarizado, por la contienda electoral, tiene algo implícito: de un lado, para algunos la cultura del dinero fácil llega a su fin, en cualquiera de los partidos enfrentados. 
Habrá que producir un gran revolcón en nuestras instituciones y grupos políticos y en la sociedad colombiana en general para que el espectro de la cultura del dinero fácil desaparezca y, en cambio, aflore una nueva república en la que se gane la subsistencia diaria con el sudor de la frente. 
        
       Gilberto García Mercado
No extrañará, entonces, que una mañana de verano un pelotón de policías allane la casa del hombre culto y que usa espejuelos por ser testaferro de un narcotraficante, y al día siguiente  a la mujer rubia y de ojos verdes, su vecina, la capturen por tener nexos con una trata de blancas.   
Pero lo paradójico es que a pesar de vivir en el mismo bloque ninguno se haya enterado de quien era su vecino.
    
  


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