«Pito
Y Plata»
El Lenguaje Cifrado de Los Agentes de Tránsito
Por Álvaro Morales
Es probable que usted crea que he errado al titular esta nota como «Pito y Plata» en vez de «Pico y Placa», el modelo de restricción vehícular.
Pero no, no he errado, lo he escrito bien, y lo he hecho de tal manera porque pareciera que fuera este, el modelo «Pito y Plata», el sistema operativo que a principios de año se ha apoderado de manera descarada de los guardas de tránsito en Cartagena.
Hace alusión este título a la «desviada manera» como no pocos agentes del tránsito en Cartagena, violando procedimientos educativos y preventivos contemplados en la ley 1310 de 2009, abordan de manera grosera y casi delincuencial, al conductor que de manera a veces involuntaria incurre en una infracción de tránsito, aunque sea de poca monta, significación o trascendencia.
Se ha puesto de moda en los agentes de tránsito, esconderse o camuflarse entre árboles o edificaciones en las áreas próximas donde es probable que se puedan cometer faltas; dejando de ejercer con este comportamiento la misión de prevenir y educar.
Después del ensordecedor sonido del pito lanzado contra el «atortolado» infractor, ordenándole que estacione el vehículo en la orilla de la carretera, lo primero que hace el agente de tránsito es no hacerle conocer al conductor la incursión en la falta, y por consiguiente la correspondiente multa, sino proponerle bajo «un lenguaje sofisticado», que el monto de la sanción equivale a un salario mínimo legal vigente, y que puede arreglarlo de «cincuenta mil maneras». Entendiéndose en este lenguaje cifrado que las «cincuenta mil maneras» de obviar la falta estarán condicionadas a que salga del bolsillo del conductor, la cifra que de manera disimulada ha pedido el agente en medio de la diligencia.
Se dice que la razón de los «trancones» que se originan en Bazurto, se dan por los efectos «aliviantes» producidos en algunos agentes de tránsito, el «árnica» como ellos lo llaman, que les llega de las manos de los famosos «Sparrings».
En el imaginario de la gente se cree que tales situaciones se deban, y que se han exacerbado, por el no pago de los salarios a muchos de estos agentes de tránsito contratados a través de órdenes de prestación de servicios; o porque aún no han podido suscribir contrato con la actual administración.
Alvaro Morales
Porque nada justifica el comportamiento de los agentes de tránsito, hacemos un llamado al Alcalde Distrital, Manuel Vicente Duque, y a su Director de Tránsito y Transporte, para que solucionen estas irregularidades que desdibujan las buenas intenciones de un gobierno que apenas comienza.
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