¿VAN
A LA POLÍTICA LOS ESCRUPULOSOS?
SE BUSCA CON LUPA UN ALCALDE Y UN GOBERNADOR
«…Pero la clase política, en gancho con un capitalismo electoral mellizo de la elección popular de gobernadores y alcaldes, impuso un voto mercancía que revirtiera las inversiones con negocios exclusivos entre los candidatos triunfantes y su respectivo banquero político, y alejara de las lides políticas a la Gente Escrupulosa». Carlos Villalba Bustillo.
Por Juan V Gutiérrez Magallanes
Eufilio siempre defendió la honorabilidad de su compadre Polícrato Atencio, un hombre puesto a prueba en miles de oportunidades, en el cargo que desempeñaba como Concejal de la ciudad, él conocía bien las intenciones de los hombres, sabía diferenciar el saludo del que adula y el desinteresado del hombre justo y cabal.Polícrato recitaba con voz de trueno un texto que él había inventado para crear adeptos:
El Político es:
Estadista para conocer necesidades
Y repartir las bonanzas entre los humildes
Ministerial sabedor de las cosas buenas y
guiador de multitudes a bondadosas metas
Astuto para rechazar a los disfrazados de mansos
corderos con diplomacia de valientes urbanos
Cortés
en el trato con el pueblo que dirige
Con
fina atención hace su labor de ser humano
Polícrato caminaba las calles con una libreta en las manos, donde anotaba los entuertos que iba encontrando en su recorrido, no hacía diferencia en la atención a la gente, a todos los atendía con igual esmero e interés.
Cuando terminaba el año, colocaba en la entrada de su casa una urna para que depositaran las quejas o recomendaciones hechas por los ciudadanos, las cuales él se comprometía a tratar en asambleas en el Concejo, con la comunidad interesada en su trabajo político y en su evaluación. ¡Ah, tiempos aquellos!
Con el paso del tiempo y la evolución en la administración política, con nuevas leyes, estábamos esperanzados que las cosas mejorarían con el voto popular, porque así se escogerían a los hombres escrupulosos y seríamos gobernados con esmero y precisión. ¡Pero no! Ahora llegan hombres que desconocen el escrúpulo, como bien lo analiza el doctor Carlos Villalba Bustillo, (en su columna Malecón .4-1-2015).
Esos seres que llegan a la política, quizás ignoran que la acepción «Escrúpulo», significa, según la Real Academia Española: «Duda o recelo inquietantes para la conciencia sobre si algo es bueno o se debe hacer desde un punto de vista moral».
«Exactitud o rigor en el cumplimiento del deber o en la realización de algo».
Ya se muestran los aspirantes a la Gobernación del Departamento y a la Alcaldía de la noble Cartagena, de ellos se espera que desmientan el pensamiento que se tiene del político que ha llegado a estos cargos.
Debe ser un hombre cuya vida pública resista el análisis más severo de los diferentes medios, tanto en la gestión pública como privada, que muestre excelentes relaciones y don de gente con las personas que lo rodean.
Esto es un sueño angelical ante la «compraventa de votos» en una sociedad de poca conciencia, acosada por el hambre y el abandono.
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