POLA BERTÉ Y «EL
MONO» BERTEL: DESCENDIENTES DE UNA MISMA ARTERIA ARTÍSTICA
Por: María Antonia Guerra
Vergara.
(Lugar y fecha de entrevista: Magangué, Bolívar. Junio 1998).
(Lugar y fecha de entrevista: Magangué, Bolívar. Junio 1998).
El "Mono" Bertel, el mito hablará de él Pedro Andrés Arrieta Bertel, más conocido como «El Mono Bertel», nació en el municipio de Magangué el 28 de Noviembre de 1917. Hijo de Jesús Arrieta Montes y Juana Bertel Pineda, hermana de «la Pola Berté». Él: maestro constructor de casas de madera. Ella: ama de casa.
El Mono Bertel se casó con Edulfa Rodríguez (fallecida); con ella tuvo 10 hijos, de los cuales sólo vive Franklin.A la edad de 12 años se inicia en el trabajo, haciendo lazos de cáñamo, oficio que le enseñó un señor de Ocaña. A los 18 empieza a trabajar en la albañilería. A los 25 viaja en buques, llevando ganado de Magangué hasta La Dorada, Barrancabermeja, Puerto Wilches y Puerto Berrío.Posteriormente, trabaja con el antioqueño Jaime Yepes Rodríguez, en Magangué. Transportaban en los remolcadores, "La Santa Pabla", y "La Santa Leonor": víveres, combustibles (petróleo, gasolina, A.C.P.) y los llevaban a Bagre (Antioquia), Guaranda, Achí y Guacamayo; para luego regresar con arroz «en concha». Para el señor Yepes laboró cerca de 45 años; es decir, de los 30 a los 75 años. La cuadrilla de trabajo la conformaban unos 15 hombres, y el Mono Bertel coordinaba lo de las cargas.Hoy a los 81 años de edad evoca su entrada al mundo de la música y de la danza folclórica, cuando tenía 12 años y acompañaba en aquellos días decembrinos a su madre; juntos asistían a los encuentros de grupos de tambora, a las cumbiambas y a los fandangos. Así, conoce los primeros secretos de la danza, viéndola bailar a ella. Lo demás «lo traía en la sangre como herencia que venía de generación en generación», como asevera el historiador de sabanas, Manuel Huertas, en los siguientes fragmentos de su libro «POLA BERTÉL: fomento de un porro juglaresco», en los que se refiere a la tía del Mono Bertel. Huertas describe con gran lirismo a ésta artista sin igual, de rostro agitanado y piel blanca:
Fuerza y espiritu hasta el final (…) de ojos pardos que bailaban de alegría cuando en la casa vecina el pito carrúa atravesado reventaba la cumbia tocada por el viejo Cardiles de Colosó, con el tamboreo de un negro de San Onofre y la magia de los guaches de Alberto Aleán…Pola iba entonces al baúl, sacaba la falda jarocha de la madre que también había sido bullanguera y comenzaba a bailar pisando menudito la arena del patio casi sin dejar rastro, jadeando, jadeando su talle quebrado y abriendo en abanico aquella mata de pelo que le caía azabache como atarraya hasta sus caderas. «Tiene el diablo de la música adentro»-decía la madre cuando la sorprendía –«Te voy a mandar a Corozal para que tu hermana te encasille».Daniel Bertel, su padre, contradecía:-«Déjala, Herminia, déjala que zandunguee». (Ps. 9-10)Y la Pola, como en un torbellino interminable del que no quería ni podía salir, bailó de pueblo en pueblo, de fiesta en fiesta, gozando con músicos, garrocheros y manteros. Así, Huertas, recoge ésta anécdota de cuando la Pola con la consigna de ofrecerle un velatorio a San Pachito, el santo fiestero, se desplaza a Ovejas:(…) diez cajas de espermas bailadas durante tres noches sin quitarse el moco derretido que le chorreaba por el codo en un mano a mano con María de los Reyes Contreras—bailadora de Ovejas--,…y por la mañana todavía a pleno sol con los tobillos hinchados Pola y María de los Reyes seguían bailando…,(P. 30)Huertas se extiende gozoso cuando escribe sobre Hipólita o Policarpa Bertel (la Pola Berté):Las corralejas estaban en su peso y el nombre de la Berté corría por todas las plazas. En los fandangos dejó de ser mujer para ser porro, melodía de ave, botella sobre la cabeza de una reina bailando serenita, cabellera en flote con azucena y cucarrón dándole vueltas; escote de cuenco voluptuoso despidiendo vaho de resedad, geranio o flor de amor, y pollera en giro pisando menudito la cumbia de la vida… (Pág. 35). De noche Pola en el fandango y de día Pola en su garito de corraleja rodeada de manteros y garrocheros. ¡Y cuántos eran! (P. 37). (…) se puso a andar toda la sabana y el Sinú de corraleja en corraleja desde San Jacinto y El Carmen hasta Ciénaga de Oro, Pelayo y Montería donde otra mujer, Maria Varilla, bailando también de plaza en plaza comenzaba a darle su nombre al fandango que en el año 18 había compuesto el lorano José María Fortunato Sáez. (P. 43)Se supo que la Pola como si hubiera perdido el gozo de la vida, quería morir y ‘el Señor no se lo permitía’. Impedida por circunstancias especiales y con el peso de la edad y experiencias vividas, ella vende todo y se retira a un rancho alejado, al lado de un arroyo; allí le llevan al músico Jesús María Sierra(2), quien le brinda una “Ustedes me llevarán al cementerio con toda la cuadrilla de garrocheros y manteros. Pero eso sí, con siete bandas, acordeones y gaitas tocando mi porro”. El músico le cumplió su última petición.Una serenata. Es cuando la Pola pide su último deseo:Huertas finaliza el libro pronunciando: “Murió al fin un día de 1937 cuando ya no sabía quién era, si porro, mujer o leyenda”.En cuanto al Mono Bertel, él dice recordar a su hermano tocando 12 guachos uno tras otros; éstos le caían encima. Bertel ha sido un gran tocador de guacho y siempre lo ha hecho con dos porque así lleva mejor ritmo.A principios de la década de los cuarenta funda los Cumbiamberos de Magangué, agrupación folclórica de gran calidad y resonancia en la región. Los gaiteros fundadores ya fallecieron; entre ellos, Bertel recuerda a José del Carmen Mendoza-quien sedestacó como intérprete de gaita hembra-, y al gaitero Juan Cerpa, quien era incansable tocando. Evoca, también, a su suegro que era tamborero. Expresa que nunca interrumpieron sus actividades artísticas.
Tocador de guacho, bailador consumado Actualmente, la agrupación, tiene grabado un long play con ritmos de gaita,bailador porro, cumbia, sones, puyas y fandangos; inédito.(3) Costa Atlántica, realizado en Magangué, en Noviembre del año pasado (1998), el Mono Bertel bailó con la maestría que lo caracteriza, ante una multitud que disfrutó de su magia.En el II Encuentro Cultural CREAVive en su municipio natal atendido por una cuñada. A sus 81 años puede igualmente bailar con emoción, decir piropos y declararle su amor a una gentil dama que le guste. Manifiesta su agrado con los periodistas y amigos.Las taruyas del Río Grande de la Magdalena conocieron del ritmo de sus guachos y de su inigualable gestualidad de bailador consumado; ellas se encargarán de tejerle un mito o una leyenda que tal vez ni la tradición oral logre hacerlo. El mismo río a quien Bertel seguramente le ofreció sus canciones y donde guardó algún sueño para el cual vive.(1). Mª de los Ángeles Contreras, bailadora de Ovejas (Sucre).(2). Jesús Mª Sierra: conformó varias bandas de música en la Costa y el norte de Antioquia, Colombia.(3). Programa del Ministerio de Cultura, Colombia.Las fotografias para el presente artìculo fueron cedidas por el Fondo Mixto para la Promoción de las Artes y Cultura de Bolívar.
BIBLIOGRAFÍAGuerra Vergara, María Antonia. Charla-entrevista con el Mono Bertel en Magangué. Junio de 1998.Huertas Vergara, Manuel. Pola Berté. Comento de un porro juglaresco. Sincelejo:Edición Junta Regional de Cultura Sucre. Diseño e impresión Reprograp. Julio de 1989.LC
1 comentario:
TODA UNA LEYENDA!...LA POLA BERTE Y EL MONO BERTEL!...EXCELENTE ARTÌCULO!
............................LA POLO
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