EDUCACIÓN VS "TRAUMATISMO"

GRACIAS A LAS LEYES DE «PROTECCIÓN INFANTIL»

PADRES PERMISIVOS CREAN MONSTRUOS CAPRICHOSOS E INCONTROLABLES

Por Rafael E Yepes Blanquicett

Desde que ciertos psicólogos y psiquiatras se inventaron el «traumatismo» en los niños por castigarlos física o verbalmente por las faltas cometidas, la autoridad de padres, maestros y adultos, en general, se vino al suelo. 

En mi época, si los maestros nos castigaban en la escuela con unos cuantos reglazos o correazos por alguna falta, los padres nos «remataban» en la casa, «para que aprendan a respetar a la gente grande como debe ser». 

Creo que ninguno de mi generación ni de la que nos precedió, se «traumatizó» por este hecho. Al contrario, estamos sumamente agradecidos porque nos enseñaron a ser personas de bien, muy respetuosas de los demás. 

Hoy en día, los permisivos padres apoyados por las innumerables leyes de «protección infantil» (no me refiero a los maltratos físicos y psicológicos perversos ni a los abusos sexuales de que son víctimas niños y jóvenes por parte de adultos sicópatas) están formando «pequeños tiranos» que se convertirán en «dictadores adultos» o «rebeldes sin causa anárquicos» que no respetan a nadie. 

Los pandilleros y delincuentes no se forman en la calle sino en la casa. De hecho, eso es lo que está sucediendo, pues muchos padres, demasiado permisivos, están formando esos «pequeños monstruos» caprichosos e incontrolables que asisten a las escuelas públicas y privadas. 

Se dice que el hijo del psicólogo norteamericano «inventor» de la «teoría de los traumas» terminó suicidándose a los dieciocho años por no tener ningún referente de autoridad en qué basarse para orientar su vida, lo que hizo que el mencionado psicólogo se retractara de todo lo dicho por él al respecto, pero su teoría ya había hecho «carrera» en la escuela y en todas las personas responsables de la educación de los niños, tales como maestros, orientadores escolares, psicólogos, padres de familia y legisladores, entre otros. 

Con sobrada razón, en la mayoría de los países desarrollados de Europa, se está reconsiderando esta situación que se les ha salido de las manos y los tiene al borde de una crisis institucional por esta nueva generación de niños y adolescentes «sin Dios ni Ley» que no respetan a nadie y quieren hacer lo que les venga en gana. 

Cuestión que también debería reconsiderarse aquí en nuestro país, en vista de los numerosos casos de delincuencia común, pandillismo y matoneo escolar en los que se han visto involucrados muchísimos menores de edad de todos los estratos sociales. 

LC

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