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lunes, 23 de marzo de 2020

El Coronavirus vs La Avaricia

Tiempo Del Sentido Humano y la Sensibilidad Social
Por Orlando Periñán Lombana

Empecemos por definirlasCorona Virus: Extensa familia de virus causantes de numerosas enfermedades, (Si no se combaten a tiempo llegan a ser mortales). Avaricia: Es un afán desordenado de poseer y adquirir riquezas para atesorarlas. 
En estos momentos a nivel mundial, estamos azotados por la pandemia del coronavirus y el daño que está causando en la Humanidad, es tan grande que paradójicamente ha despertado hasta en los avaros, el sentido humano de la sensibilidad social y esto lo aseguro, porque la avaricia después de la envidia, es el más estéril de los pecados, pues da pocas satisfacciones en la vida personal y nada que ver en lo social. Y es que a estos personajes solo les interesa atesorar, amontonar y acumular riquezas, lo cual no es complaciente, pues la avaricia es fría como las monedas e insensible como los billetes. 
Los avaros viven constantemente sobresaltados, con miedo de perder dinero y en el peor de los casos la vida. 
El celo al avaro le produce ansiedad, lo cual deteriora y mina su salud. La avaricia entonces se convierte en una pasión desenfrenada, en un afán desmedido por acumular dinero,  para ellos es su Dios y al mismo tiempo su Amor… 
Se entiende que el dinero es protección para asegurar la vida presente y futura. No obstante, la avaricia en nuestra sociedad se convierte en tortura. Algunas personas de los estratos cinco y seis, siempre tratan de conservar los bienes, (lo que no es malo), pero niegan poseerlos por la codicia misma, haciendo sacrificios personales y familiares en algunos casos (lo que sí es malo, pues los priva voluntariamente del dinero para subsanar necesidades), avanzando en un primer peldaño hacia la cima del Egoísmo. (El individuo trata de justificar su estatus de persona no adinerada). 
En cambio, en los estratos tres y cuatro ocurre lo contrario, se despilfarra al máximo los ingresos llegando a sobregirarse en sus compromisos, para aparentar ante la sociedad que tienen «la facilidad económica» para que se cumpla en ellos, la frase: «El que tiene dinero es el que vale». 
En los estratos uno y dos, hay una expectativa por conseguir el sustento diario y al acostarse se oye mucho la expresión: «Mañana será otro día y cada día trae su propio afán…» Este esbozo o radiografía de los estratos sociales, se da como anillo al dedo en la fábula de Rafael Pombo: 
/Érase una pobre viejecita/

/Sin nadita que comer/

/Si no carnes, frutas, dulces, tortas, huevos, pan y pez…/  
Para los avaros, ser rico es un principio y no piensan que a la hora de su fallecimiento, el tesoro no puede acompañar el cuerpo.La Biblia en este sentido afirma: 
«¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde el alma?». Son enemigos de la Cruz de Cristo, por eso su final será perdición, cuyo dios es su vientre, y cuya gloria es su deshonra, porque solamente piensan en las cosas terrenales. La cita mundana de Vero Dussat lo reafirma: 
«Es preciso comparar el avaro con el cerdo. Ambos no son útiles sino después de muertos». Por último, es frecuente oír que el dinero es un medio, no un fin; si el individuo resulta ser esclavo de él podrá llegar al triste final de Romero, a quien la copla popular canta: 
«/…Ahí va Romero en su ataúd/
/En su juventud gastó su salud/
/Buscando dinero/
/Y cuando anciano/
/Gastó su dinero buscando salud/
/…Ahí va Romero en su ataúd/»
En estos momentos, la crisis del coronavirus ha sido tan marcada, que los ricos del país se han interesado en aportar de sus riquezas el faltante económico en los estratos 1,2 y 3, (al mantenerlos en sus puestos de trabajos y en aliviar los pagos de sus obligaciones bancarias con plazos más extendidos).  
Así que hasta ahora la intención de los ricos es buena, ¡Gloria a Dios!

Orlando Periñán L

  





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