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martes, 15 de enero de 2019

De un descendiente de Nostradamus


…Y LOS CUERPOS DE AGUA SE SECARÁN
«Nostradamus, es indiscutiblemente aquel que, post mortem, mayor cantidad de tinta ha hecho correr, sobre todo en el siglo XX, objeto esencial de su visión profética». Jean- Charles de Fontbrune.
 Por Juan Vicente Gutiérrez Magallanes

En manuscrito de letra corrida por manos de Juan Gómez, leían los pobladores de Chambacú por los años de 1945, un relato de uno de los descendientes de César Nostradamus, hijo de Michel Nostradamus, de quien se desprendieron varias generaciones, entre una de estas, estuvo Marcial Belmonte, quien vino como marino en una de las embarcaciones que trajo el Barón De Pointis, en 1697, cuando el pirata atacó a Cartagena y ésta estaba defendida por Don Sancho Jimeno.  
Marcial, logró refugiarse en uno de los asentamientos cercanos a la isla de Tierra Bomba, gobernada por el cacique Karex, en aquel asentamiento se enamoró de una de las descendientes del cacique, llamada Antonia, de esta unión nacieron tres hijos, uno de estos logró entrar a la ciudad que había sido tomada por su ascendiente como marino del Barón De Pointis. Este descendiente de Nostradamus, llevaba el nombre de Luis Calvin, quien hacía un relato maravilloso de su ascendencia y para justificarla, hacía uso de «cuartetas» (La obra que dio fama a Nostradamus es una colección de enigmas y profecías en verso, publicadas en cuatro «centurias» o volúmenes de cien cuartetas cada uno. Wikipedia). Calvin se atrevía a vaticinar algunos pronósticos que con el paso de los años se dieron, como aquel donde dice:                                                                                             

                              «De la Isla Elba saldrán,
                                       hombres de cuello blanco
                                       con falsedad la ocuparán
                                       Y a la Periferia volverán».

Este pronóstico, se cumplió, cuando entre los años 1968 y 1971, salen los chambaculeros de la isla y más tarde estos terrenos son usurpados por un sector de la élite cartagenera. 
Calvin, quedaba admirado de ver cómo los relatos que había escuchado de su abuelo en Tierra Bomba, oralidades que pronosticaban como en la urbe de Karamairi, se morirían los cuerpos de agua y edificarían pequeñas moles que impedirán el juego del viento con el vuelo de los alcatraces, las palmeras se cubrirán de sales y parirán frutos secos que se abrirán para mostrar sus corazones carbonizados. 
Calvin preguntaba por la ciénaga de las tortugas que salían en las noches a recorrer los alrededores del baluarte de San Miguel de Chambacú. Ahora aquello que fue un cuerpo de agua, llamado Matuna, se convirtió en un campo de arena. En las noches se escuchaban aleteos de peces y llantos de tortugas calcinadas por el sol.
Los descendientes de los españoles, llamados criollos, habían resecado muchos cuerpos de agua. Estaba próxima a cumplirse uno de los vaticinios de Luis Calvín, quien contaba que al cumplirse cinco siglos con dieciséis años del nacimiento de su ascendiente Michel Nostradamus, «los principales Cuerpos de agua de la ciudad que acogiera a uno de sus descendientes se secarían y el hombre de báculo de oro, levantaría grandes moles». 
Estamos expuestos a que se cumpla la profecía, pues Michel nació el 14 de diciembre de 1503, y en este año de 2019, se cumplen los 516 años de su nacimiento. Calvín, hacía énfasis en sus narraciones sobre la corriente de agua que atravesaba el sector de Chambacú y se unía a la Ciénaga de la Virgen y al mar que bordeaba a la ciudad. Su argumento era muy válido cuando recordaba lo que había sucedido con La Matuna y el secamiento de las aguas (Caño de San Anastasio) que circulaban por el frente de las puertas que daban entrada al centro amurallado, hoy llamado Boca del Puente. 
Calvín, decía que: «Las autoridades harán oído sordo a las voces que dará un hombre preocupado por los Cuerpos de Agua». 
Han pasado muchos años, y así como se muestra el avance de la desecación del Caño Juan Angola, creo que se va a cumplir el vaticinio presentado por Calvín, y el poco aprecio de las advertencias que hace el ecologista cartagenero. 

«Era el Caño Juan Angola
fuente de jureles y meros
así lo dice el canto de Lola
secado por los cartageneros»

Juan V Gutiérrez Magallanes
Es importante la conservación de los Cuerpos de agua y del mar, por la existencia de la flora en sus senos, donde se realiza el fenómeno de la fotosíntesis, el cual suministra la mayor cantidad de oxígeno que tomamos los seres vivos. Pero desgraciadamente los cartageneros, damos muestras de odiar a los cuerpos de agua, los invadimos con objetos de plástico, siendo este compuesto químico el mayor enemigo de la vida orgánica.
El hombre está agotando el proceso de desarrollo y conservación de la vida que posee el mar. En las Instituciones Educativas, debe existir la Cátedra sobre el Mar o al menos una unidad que sea fundamental para la aprobación de la ética humana. En el Mar se originó la vida (Oparín).
   

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