LA SANTERÍA YORUBA A FAVOR DEL FÚTBOL COLOMBIANO
Juan V Gutiérrez Magallanes
Difícil ha sido para los brasileros olvidar la derrota en el Maracaná, frente a Uruguay.
Se ensombrecen las ideas, cuando afloran los recuerdos de aquel día, «Maracaná sigue llorando la derrota brasileña en el Mundial del 50; se estrenaba el estadio más grande del mundo…los jugadores brasileños, recibieron en la víspera, relojes de oro que al dorso decían: Para los campeones del mundo. Las primeras páginas de los diarios se habían imprimido por anticipado…se había vendido medio millón de camisetas con grandes letreros que celebraban la victoria inevitable…
Al primer gol del brasilero Friaca, un trueno de doscientos mil gritos y muchos cohetes sacudieron al monumental estadio…`pasado un tiempo Schiaffino, uruguayo, clavó el gol del empate y un tiro cruzado de Ghiggia, estalló el silencio en Maracaná, el más estrepitoso silencio de la historia del fútbol, acabó ganando Uruguay 2 a 1… Ary Barroso, el músico autor de Aquarela do Brasil, que estaba trasmitiendo el partido a todo el país, decidió abandonar para siempre el oficio de relator de fútbol… los comentaristas brasileros definieron la derrota como la peor tragedia de la historia de Brasil…quedó en el bolsillo de Jules Rimet, el discurso que había escrito en homenaje al campeón brasileño» (Eduardo Galeano ).
Esta vez, después de 64 años, los brasileros están haciendo fuerza para ver perder a Uruguay frente a Colombia, no aceptarán que se oiga el tango Dandy, que fue cantado por Gardel, en ese año de 1930 en que ganó Uruguay. Sólo se permitirá la fuerza de los Caracoles, el coco, el Tablero de Ifá y el Ékuele de los Yorubas, lanzados por los santeros y babalawos. Son en total 132 participantes que en siete días han estado lanzando diferentes medios de adivinación.
Todos los santeros concuerdan en el triunfo de Colombia sobre Uruguay, sin contar con la asistencia de la Pachamama, ella ha permitido la intervención del dios Elegguá o Echú, quien es llamado de primero a todos los actos festivos. Como dios que cuida los caminos, los santeros creen que éste debe guiar el balón, para hacerlo entrar en la portería de Uruguay. En la oralidad se ha encontrado que es el dios de la Suerte y tiene que ver en el destino de los seres, Elegguá, puede cambiar el destino.
Según, el anciano, los santeros, desde hace siete días y siete noches, vestidos con collares de cuentas rojas y negras, colores preferidos por Elegguá, juegan a la vez con los juguetes preferidos por el dios. Trompos, papelotes y bolas, están últimas las han marcado con los colores del uniforme que usa la Selección Colombia.Los santeros, aseguran que Elegguá estará en la puerta del equipo Uruguay, «abriéndole el camino a los colombianos», porque él es el guardián del templo. Allí estará haciendo travesuras, bailando y amenazando con su garabato, para que se permita meter el gol de los colombianos.
1 comentario:
Seguramente, Elegguá impulsó a Suárez a que mordiera al italiano, para propiciar su expulsión del Campeonato.
Publicar un comentario