EN EL PAÍS DE "EL INQUISIDOR" ORDOÑEZ

¿UNA INTERPRETACIÓN JURÍDICA LATU SENSU?

Rafael E Yepes Blanquicett

Haciendo una interpretación jurídica latu sensu, es decir, en sentido amplio o extenso de la Ley de Garantías Electorales, la cual no permite que tres meses antes ni tres meses después de las elecciones para las corporaciones públicas y las presidenciales se realicen nombramientos, destituciones ni remociones de funcionarios públicos, ni se celebren contratos con la administración pública, con el fin de garantizar la transparencia del proceso electoral, podría afirmarse que tampoco debería permitirse, durante este lapso, la destitución ni la inhabilitación de funcionarios públicos elegidos por voto popular, como es el caso del alcalde de Bogotá Gustavo Petro, por parte del Procurador General de la Nación.

En este sentido, lo actuado por el señor Procurador General, Alejandro Ordóñez Maldonado, en contra del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, podría constituirse en una falta gravísima al desconocer lo contemplado en la Ley de Garantías Electorales, al respecto, además de las posibles violaciones al debido proceso y al principio de igualdad y a la desproporcionalidad de la sanción impuesta al extralimitarse en sus funciones, según el Fiscal General de la Nación, Eduardo Montealegre, quien ya anunció la apertura de una indagación preliminar contra el "Inquisidor" Ordóñez. 

Por otro lado, para nadie es un secreto el interés del señor ex presidente de la "Seguridad Democrática", AUV, por manejar a su antojo la Alcaldía del Distrito Capital-el segundo cargo público más importante del país después de la Presidencia de la República- para darle un contentillo a "Pachito" Santos, su más fiel escudero y zalamero, quien está resentido con "su patrón" por haber sido desbancado de la "cuasi segura" candidatura de "su partido", el "UCD", a las elecciones presidenciales del próximo año.

En conclusión, tanto al señor Ordóñez como a su "Máximo Jefe Político", AUV, parece que les está saliendo "el tiro por la culata", debido a la maquiavélica decisión del primero de suspender e inhabilitar por quince años para ejercer cargos públicos a Gustavo Petro, el primer alcalde elegido por votación popular que se ha enfrentado "de verdá, verdá" a la maquinaria política corrupta enquistada en todos los rincones, pueblos y municipios de este país del "Sagrado Corazón de Jesús" y del "Divino Niño".