«FUE EL SIMBOLO DE LA ALEGRÍA EN ELLICEO DE LA PROMOCIÓN DE 1962»
Por Juan Vicente Gutiérrez Magallanes
El amigo Nando era un ser privilegiado, apadrinado por Euterpe, la Diosa de la música, quizás por eso llevaba en el corazón una réplica de la Lira que Hermes le regaló al Dios Apolo.Nando percutía la Lira armonizando las notas musicales. Entonaba, ya fuera el Himno Nacional o El Puente sobre el Río Kwai, aquellos arpegios musicales nos henchían de orgullo cuando marchábamos detrás de la Banda de Guerra de El Liceo de Bolívar, dirigida por la batuta de Armancio Bustamante.Mirábamos a Nando, como un privilegiado de la música, esto lo complementaba con la digitación de su acordeón, era el maestro que sabía imitar a la perfección al gran Aníbal Velásquez. Nadie como Nando, con él fuimos por todo el Interior, cuando salimos de excursión en el último año de estudios de 1962. El acordeón de Nando, fue escuchado en Bogotá, Medellín, Bucaramanga y otras ciudades.Era el símbolo de la alegría de nuestra Promoción de 1962, por eso, siempre que escuchábamos una de las interpretaciones de Aníbal Velásquez, recordábamos, con mucha alegría, a Nando tocando su acordeón en la compañía de Lucho García y Gene Malo. «Guaracha en España», era uno de los himnos de la cancionística de Aníbal.Con el tiempo, Nando se acordó del regalo que le hizo Apolo a Hermes, el «Caduceo», una especie de bastón. Entonces, lo sacó de su escondite adoptándolo como su compañero de sostén, así lo vemos en la foto.Fue un compañero privilegiado de la música, amante de la «madre Tierra», estudió Agronomía para poder alegrarla tocando el acordeón y algunas veces el piano.Hoy, Nando acompaña a Landero y a Pacheco en su canto de Gloria perpetua al Señor Nuestro Dios.
2 comentarios:
Paz en tu tumba Nandin, como yo te llamaba siempre y tú me decías Araquez, recordado e intrañable amigo, muchos años sin saber de ti, Dios te tenga en la compañía de los amigos que partieron hace muchos años, estarás siempre en mis recuerdos. Miguel Alberto ARAQUE PÉREZ.
Excelente y merecido homenaje. Era un experto con la guitarra. Recuerdo que una vez nos acompañó - con la orquesta del maestro Villanueva, creo - en la grabación del porro " Pájaro loco borrachón". Siempre fue alegre y un buen amigo de mi esposo, con quién en sus años mozos se dió una que otra escapadita. Paz en su tumba
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