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ORILLAS DE UN RÍO: SEDIENTO MUERE UN PUEBLO COLOMBIANO
Por Juan Vicente Gutiérrez Magallanes
Colombia posee un territorio con más de ciento quince ríos, entre estos se cuenta el hecho de tener riberas en el río más caudaloso del mundo: el Amazonas. Sin embargo, encontramos pueblos que agonizan por la falta de un acueducto, como le ocurre a San Juan y San Jacinto, Tierra Bomba y muchos otros pueblos que se hallan a la ribera de un río.«Un caso lo aprecié en la población de Magangué, donde una iguana en un parque se moría de sed».Colombia es un país bello que padece las paradojas más alarmantes: a diario vemos morir de hambre a niños, sobre un suelo que tiene las minas de carbón más grandes de América (Guajira).Son inconcebibles las situaciones lamentables que se presentan en Colombia, un país con la mayor biodiversidad del mundo, donde el hombre podría vivir tranquilo aplicando la reciprocidad con la naturaleza, como lo han hecho los Arhuacos.En Colombia se hace difícil encargar a una familia el programa PAE (Programa de Alimentación Escolar), porque no garantiza honestidad para la gerencia del Proyecto. «10,8 % de los niños y niñas menores de 5 años sufren desnutrición. De acuerdo con un informe realizado por la Gran Alianza por la Nutrición en la que se encuentran la ANDI, Banco de Alimentos y Alimentando Sueños, entre otros que buscan luchar contra la malnutrición».«Las cifras más recientes son de tal gravedad que el 54,2 % de los hogares en Colombia presentan inseguridad alimentaria con mayor impacto en Chocó, Sucre, Vichada, la Guajira y Putumayo».En el informe se establece que los menores de 18 años se alimentan básicamente con arroz y pastas, seguido por el grupo de tubérculos.«La proteína de mayor consumo en este sector de la población es el huevo y en segundo lugar los granos secos».
En Colombia se puede morir de hambre, paradójicamente cuando se tiene abundantes alimentos a una distancia de varios kilómetros, difícil de recorrer por la falta de vías. El campesinado se muere de angustia al ver la imposibilidad de trasladar los productos de su cosecha a los centros de acopio. Situación que se ha venido presentando con los años, inclusive, data desde la Colonia.La culpa ha sido de los gobernantes con pensamientos centralistas, donde un país de grandes regiones, no ha podido ser direccionado sino por mentalidades colonialistas. Gobernantes que han olvidado los principios, las normas culturales de los aborígenes, de los que nacieron en esta región llamada Abya Yala, antes de llamarse América.Veamos cómo se ordenaban o se gobernaban los Incas:«La población inca basó su conducta y convivencia en las decisiones del Estado, el cual gobernaba con autoridad sobre la sociedad. Las fuentes históricas no dan cuenta de quién fue el gobernador que instauró el código moral y los valores en «El Incanato». Se presume que éstas fueron transmitidas oralmente desde la época de Manco Cápac, el fundador de la Dinastía Inca. Los preceptos incas eran cumplidos por la mayoría de la población.
Las 3 leyes que regían de manera primordial la convivencia de los incas fueron: «No seas ladrón. No seas mentiroso. No seas ocioso».Había otras normas de mucha importancia: «Se honesto. Se limpio. Se vivaz. Se digno. Respeta la vida. Se dadivoso».Según los cronistas, además del trabajo, los incas enseñaban 3 principales valores:«El Saber. El Amor. El Trabajo».Los incas creían que los dioses eran los encargados de impartir justicia y que los hombres solo eran un medio para hacer llegar la voluntad de la divinidad. Uno de los castigos más impartidos en «El Incanato» era el llamado ‘Hiwaya’, el cual consistía en dejar caer sobre el infractor varias piedras desde una pendiente. Se creía que si el acusado sobrevivía, los dioses lo protegerían.En Colombia los gobernantes deben elaborar Proyectos para bien del ciudadano y velar porque se cumplan a través de los diversos periodos de gobierno. Nuestra nación está conformada por seis grandes regiones como Amazonía, Andina, Caribe, Insular, Orinoquía y Pacífico. De modo que, se podría gobernar con fraternidad hacia la naturaleza.
No hay razón para no tener un acueducto de agua potable, si tenemos múltiples ríos.
Los gobernantes deshonestos, desde los tiempos de la Colonia han dirigido este país, proclamando y anunciando proyectos que nunca terminan y solo sirven para estafar el Erario de la Nación.
Imagen de javier álamo rodríguez en Pixabay Imagen de dae jeung kim en Pixabay
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