Y LAS PALABRAS QUE EL VIENTO SE LLEVÒ
Por Álvaro Morales
Se avecinan elecciones parlamentarias, y probablemente atípicas en Cartagena, por renuncia, destitución o revocatoria del personaje que 127.440 cartageneros escogieron como su alcalde.
Si para la próxima oportunidad de elegir vuelve la ciudad y el departamento a caer en los mismos errores, entonces habrán sido en vano, o como palabras al viento, todos los esfuerzos de los operadores de justicia y los entes de control para limpiar de indeseables a los que con engaños, deslealtad y delincuencia han alcanzado el favor popular para llegar a las respectivas primeras magistraturas de la ciudad y el departamento pero no para trabajar por la derrota de la «injusticia social» que históricamente nos afecta y nos avergüenza, sino para de manera indolente llenar sus bolsillos y el de sus compinches con los recursos de la inversión social, especialmente, los de la salud, educación y deporte, entre otros.
Si todo el desgreño y corruptela que de manera insidiosa ha venido ocurriendo en la administración de la ciudad y el departamento no ha servido para redireccionar el pensamiento para la escogencia de sus alcaldes, concejales, ediles, diputados y gobernadores, entonces, vano e inútil habrá sido todo; y será como palabras que el viento se llevó.
Si los ciudadanos vuelven a votar por concejales que se eligen con votos fraudulentos, con sabidos impedimentos, con dineros de la corrupción y la delincuencia común, que se roban el dinero de los alimentos para los niños, que irrespetan el recinto dándose de puñetazos, que confeccionan irregulares resoluciones y reciben dineros sucios para elegir a una Contralora, a un Personero y aprobarle cuestionados proyectos al alcalde; y que al mejor estilo de la hija del magistrado Malo Fernández se despachan fraudulentamente y constriñen la burocracia para sus propios beneficios; entonces, todo habrá sido en vano y será como palabras al viento.
Si los ciudadanos vuelven a votar por alcaldes que de par en par le abran las puertas a la corrupción y a la criminalidad; despilfarran los recursos públicos en inconmensurables órdenes de prestación de servicios y presentan dizque macroproyectos para beneficio de la ciudad; entonces…todo lo denunciado y perseguido no habrá servido para nada y habrá sido como palabras al viento.
Si los cartageneros vuelven a elegir en su Localidades a ediles que en vez de procurar el bien y el progreso en su jurisdicción se dedican a las patrañas y al amañamiento para manipular los dineros del Fondo de Desarrollo Local y postular bajo la condición de prebendas a sus alcaldes locales, nada habrá valido y habrá sido como palabras al viento.
Si los bolivarenses se vuelven a equivocar eligiendo a gobernadores que desangran los recursos de la salud y la educación; que descaradamente imponen como Secretarios de Despacho a parientes y consanguíneos de parlamentarios, a ex convictos y a fracasados aspirantes que por ellos votaron; entonces, todo seguirá perdido…y habrá sido como palabras que el viento se llevó.
Finalmente, si las exhortaciones del Papa no logran por lo menos, mínimos cambios, …entonces sus mensajes habrán sido como palabras al viento.
Àlvaro Morales
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