¿HASTA CUÁNDO LA CASA POR CÁRCEL PARA LOS CORRUPTOS?
“…sepulcros blanqueados, bien arreglados por fuera, pero por dentro, llenos de inmundicia” Mateo 23: 27
Por Alvaro Morales
Gústenos o no, sin eufemismos hay que admitir la total fragilidad y fracaso de todo el compendio de instancias que constituyen el aparato judicial de Colombia, el cual se encuentra absorbido por toda suerte de irregularidades. La nuestra es una administración de justicia impúdica y fallida, así ha quedado más que demostrado, a pesar de los presuntos y disfrazados esfuerzos que de manera reiterada hacen gobierno y parlamento dizque para reformarla y extirpar la corrupción que la socava y corroe.
Vergüenza le debe dar al Órgano investigador y acusador de nuestro país no haber sido capaz o hacerse el de la “vista gorda” para no haber escudriñado o descubierto los grandes escándalos transnacionales y nacionales que involucran a muchos que nos han engañado posando como ilustres y remilgados prohombres.Si no hubiera sido por la diligente gestión de la Fiscal estadounidense Loretta Lynch, ningún país, y mucho menos Colombia, se hubieran atrevido a triturar la maraña corrupta y perenne enquistada en la multinacional Fifa, la cual por muchos años saquearon sus seudo dirigentes, entre ellos, el señor Luis Bedoya, ex presidente de la Federación Colombiana de Fútbol y miembro del Comité Ejecutivo de tal organización deportiva mundial; inculpado por los delitos de soborno, fraude, lavado de dinero y crimen organizado.Si no hubiera sido por la Administración de Justicia de los Estados Unidos, muchos compatriotas estamos seguros, que ningún país latinoamericano, entre ellos Colombia, hubiera conocido el macabro modelo comercial empleado por la brasilera Odebrecht para ganar licitaciones y contratos que a punta de sobornos y toda suerte de corrupción manejaba desde principios del siglo pasado a través de su siniestra “oficina de relaciones estratégicas”, conocida como “Caja B”.Y el más reciente, y uno de los más deshonrosos hechos que confirman la fragilidad del aparato judicial colombiano, el conocido caso de la captura por corrupción, por parte de la DEA, del señor Luis Gustavo Moreno, fiscal anticorrupción; una verdadera encarnación de los que Jesús llamó como “Sepulcros blanqueados”.
Álvaro Morales En Colombia, pero especialmente en Cartagena, necesitamos con urgencia un aparato judicial que sea capaz de sancionar de manera ejemplar a los responsables de muchas irregularidades que se han venido cometiendo contra la administración pública de la ciudad, del departamento, y de sus corporaciones públicas, y por las cuales a “garganta batida” la ciudadanía clama para que se haga justicia.¿Será que algún día conoceremos a los responsables de la descomposición y la corruptela en el sistema de salud, educación, deporte, etcétera?
Y por último, ¿será que alguna vez nuestra administración de justicia dejará de dar casa por cárcel a reconocidos delincuentes? ¿O dejándolos en libertad dizque por falta de pruebas? ¿O endosando culpas a inocentes?
No hay comentarios:
Publicar un comentario