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domingo, 2 de abril de 2017

Buscando Identidades En La Diáspora

“El arte no es una diversión, no es un lujo, es tan vital como respirar, como comer”: Nicolás Buenaventura

                                                    Por Omar Ardila*   

El Encanto de las Imposibilidades (2007) de Nicolás Buenaventura, es una obra de autor que reflexiona sobre el quehacer artístico desde las vertientes del documental. Aunque la producción es francesa y el tema pareciera no tener nada que ver con nuestra realidad, la génesis del proyecto tiene lugar en Cali, la ciudad natal del director.  
Allí el realizador tuvo su primer encuentro con el “Cuarteto del fin de los tiempos” de Olivier Messiaen, y desde ese momento sintió un encantamiento que en adelante fungió como deseo para profundizar en la reflexión sobre el poderío del arte y en la fuerza de la imagen artística que no es exclusividad de lo visible.  
En cuanto a la identificación del filme con Colombia, Buenaventura es enfático cuando dice: la obra "fue escrita y pensada en Cali, tiene una mirada que es de acá y el público así lo siente, me lo dice. Siente que la película habla de ellos, de este país, de lo que aquí pasa" (1). Esto me lleva a recordar la pregunta de Luis Ospina en Oiga Vea (1971) referente a “¿qué es el cine oficial?”. Y es, entonces, cuando se puede evidenciar que en el cine colombiano ha existido un canon que define una manera de investigar, de analizar, de generar discursos; en última instancia, de legitimar una forma de ver el país. 
Retomando a Jacques Ranciére, para quien las imágenes del cine son ante todo, “operaciones; relaciones entre lo decible y lo visible, maneras de jugar con el antes y el después, la causa y el efecto”, (2) se nos facilita sentir de manera especial la entrada del filme, con el encuadre de una mola (tejido indígena) y la ubicación del lugar desde donde surge la búsqueda: “Vivía en Cali, Colombia, hace muchos años… la guerra ya estaba presente”. Con la mirada de este país que se ha hecho a tiros como fondo, el director nos lleva a pensar la Guerra en la política internacional. Recordemos que el arte se ha venido consolidando como el tema central de la filosofía política, debido a su carácter emancipador de las masas que, desde la modernidad, se han convertido en sujeto político, tal como lo exalta Peter Sloterdijk.  
         
         Nicolás Buenaventura, Director De Cine
Aquella música de Olivier Messiaen era un acontecimiento para el director Nicolás Buenaventura. Tenía, mientras la escuchaba, la sensación de escuchar una historia bien contada. Y al indagar, descubrió que fue compuesta por cuatro prisioneros en la II Guerra Mundial. La pregunta casi obvia que enseguida surge es ¿cómo se puede crear una pieza tan profu nda y mística en semejantes condiciones? Quizás Godard nos pueda aportar algo desde sus Historias… cuando nos habla de la existencia de la imagen en dos movimientos: como una “singularidad inconmensurable” que tiene su vida autónoma, su presencia visual; y como una “operación de puesta en comunidad”, de establecimiento de puentes para darle vida a una historia común (3). 
Buenaventura inicia el recorrido hacia Silesia, el lugar donde quedaba el campo de prisioneros de Görlitz, y se adentra en las ruinas con la ayuda de un exprisionero que trata de ubicar el lugar y de revivir las huellas. Los cortes nos ponen de cara a la interpretación del cuarteto que sucede en una sala de conciertos y se intercalan con imágenes de archivo de la guerra y la entrada en off de la voz de Messiaen que nos cuenta cómo, en una salida al bosque y tras escuchar el ímpetu del canto de los pájaros, decidió escribir la pieza musical.  
Desde ese momento, los pájaros serían una presencia permanente en su obra, pues para él, ellos eran el “símbolo de la libertad”.  
Otros exprisioneros describen el encarcelamiento y Messiaen vuelve para decirnos que “si compuse este cuarteto fue para evadirme de la nieve, de la guerra, de la prisión y de mí mismo”.  
Tratando de revivir ese particular episodio creador, Buenaventura intenta una reconstrucción de la primera presentación que tuvo lugar en el campo de concentración ante los otros detenidos. Los músicos son vestidos con el uniforme de los prisioneros de guerra y se tratan de adaptar los instrumentos a las condiciones que debieron tener allí.  
En fin, se intenta una interpretación casi imposible, pues además de las difíciles condiciones materiales, no hay que olvidar que se trata de una obra que produce un sufrimiento obligatorio para quien la interpreta, al ser o muy lenta o muy rápida.  
Messiaen hizo una asociación con el tiempo que aún le quedaba por estar en el encierro, a sabiendas de que era indefinido. Buscaba borrar los tiempos idénticos para producir un ambiente de intemporalidad similar al del estado del sueño. 
       
Omar Ardila, Poeta y Crítico de Cine          
El filme está construido a partir del ritmo que le da el cuarteto. Es una evocación dictada por la fuerza de la música, por la complejidad de algo que parece tan sencillo. Y busca pensar la guerra, pensar el arte, pensar la vida y sentir la ausencia (nuestra identidad en la diáspora), como en el último plano, donde desaparecen los músicos, los espectadores, las sillas y solo queda la música: la imposibilidad vencida.
El mismo director nos dice sobre su filme: "Yo quiero que hable de cómo los seres humanos necesitamos del arte, el arte no es una diversión, no es un lujo, es tan vital como respirar, como comer. El mundo no lo podríamos pensar, no podríamos pensarnos a nosotros mismos sin el arte. Si estamos en una situación tan compleja en este país es porque hay poco interés en el arte, en la cultura, en la educación, que son esenciales"(4).

Notas


1. Buenaventura, Nicolás, en entrevista publicada por el periódico El Tiempo (versión virtual), 20 de septiembre de 2009. Web: 
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-6155987
2. Ranciére, Jacques, El destino de las imágenes, Buenos Aires, Prometeo libros, 2011.
3. Godard, Jean Luc, en su filme Historias del cine (1988-1998)
4. Buenaventura, Nicolás, Ibídem.

*Omar Ardila Murcia. Poeta, ensayista y analista cinematográfico. Ha publicado: Alas del viaje en un instante (2005), Palabras de cine (2006), Corazón de Otoño (2010), Espejos de niebla (2012), Antología de poesía anarquista –Tomos I y II (2013), Cartografías cinematográficas (2013), Esquizoanálisis y pensamiento libertario (2015), Devenires menores (2015) Luces sobre las piedras (2016), y Las cinco letras del Deseo –Antología latinoamericana de poesía homoafectiva del siglo XX (2016). Es creador de los blogs: Cine Sentido y Pensar, crear, resistir. Tomado de Con-Fabulación. No. 450



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