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jueves, 16 de marzo de 2017

Adiós a un Grande Del Boxeo


“RODRIGO LE DIO UN NOCAUT A LAS PENURIAS DE SU POBREZA” 


“El si podía decir que venció a los mejores, en ese barrio de Getsemaní”

                Por Juan V Gutiérrez Magallanes 

Este Campeón, descendiente de los últimos cimarrones, nació un 22 de diciembre de 1946, llevaba el sello de Benkos Biohó y los cantos del poeta Jorge Artel, eran del mismo barrio, Getsemaní, eran íconos de los lanceros que sellaron la Independencia de Cartagena de Indias, un 11 de Noviembre de 1811. Rodrigo, El Rocky, desde pequeño, aprendió a tirar el anzuelo en las aguas de la Playa del Arsenal, litoral sagrado, de donde partió el Almirante Prudencio Padilla en la búsqueda del triunfo de los Patriotas. 
Rodrigo adquirió a través del manejo del canalete en la guía del bote de pescar, fuerte resistencia y amplitud pectoral. 
En plena adolescencia, era el pescador de vista rápida para el cardumen de sábalos. Allí en el antiguo mercado de Getsemaní, era de mucha popularidad, por los asomos de su nobleza, y de mucha valentía. 
Su madre era de Ararca, un pueblo cercano a Pasacaballos, con fácil acceso al Canal del Dique, llegó a Cartagena, en búsqueda de mejores oportunidades, se estableció en el barrio de Getsemaní, cerca al Mercado, donde hoy está el Centro de Convenciones, Julio César Turbay Ayala. 
Perfecta Hernández, mujer trabajadora, instaló una mesa para vender el pescado, ya había nacido Rodrigo, quien hacía parte de ocho hermanos, que fraternizaban en esta zona del pescado y de goletas que llegaban de los pueblos de las aguas de las Antillas. 
Rodrigo, se inicia con un triunfo sobre Orlando Pineda, en el 1963, estaba en plena adolescencia, tenía 17 años, de allí en adelante comprendió que su vida estaba enmarcada en el boxeo, donde debía abrirse camino con sus puños, para darle un Nocaut a las penurias de la pobreza. 
Rodrigo, un hombre con facilidad para reír y con buen temperamento para aceptar un consejo. Es acogido por Melanio Porto Ariza(f), quien comenzó a guiarlo con paciencia y prevención para un buen futuro, porque el boxeo, para el deportista, es una actividad de corto tiempo, y por eso debía aprovechar en bien, el dinero ganado. 
El Rocky le ganó a los mejores, en la clasificación  de los medianos, muy a pesar de no poder vencer a Carlos Monzón, pero lo hizo tocar la lona con sus rodillas. Además, venció a un titán, en la más grande de sus batallas, cuando derribó a Bennie Briscoe. Volvió a vencerlo en una segunda pelea, el 5 de noviembre  de 1977, por el título mundial de los medianos  en Campeones de Ítalia, lo vence por decisión. Ya el Rocky estaba en los 31 años, y seguía peleando con la fiereza del felino y su combate de fajador. Se enfrenta a  Hugo Corro, argentino, y pierde el título  el 22 de abril de 1978, en San Remo. 
El Rocky, boxeador en el “dame y toma” sin temor alguno, donde  los golpes van minando el organismo y dejan secuelas. 
Un día decide el retiro, y dedicarse a encuentros con sus amistades,  volver a mirar las películas para recordar los tiempos de los viejos teatros, Padilla y Rialto, de la calle Larga del barrio de Getsemaní. 
En muchas tardes frecuentaba las tertulias de la Plaza de los Coches, del centro de Cartagena de Indias. 
Después de ganarle a Gilberto Amonte, se retira, eran los años de 1980, tenía 34 años. Era un hombre que había subido al ring para boxear en 73 encuentros, de estos ganó 68 combates. 
El Rocky Valdes, en su senectud
“Era un hombre de gran nobleza”, como lo manifiesta su compadre el licenciado Gabino Hernández Cassiani. Siempre estaba dispuesto a ayudar, como lo hacía con sus amigos del mercado, a quienes nunca olvidó y contribuyó para que tuvieran un hogar propio, como lo había hecho con sus ocho hermanos, a todos les compró  casa, donde ellos quisieran vivir. 
Cuando regresaba del extranjero, traía un baúl lleno de vestidos para sus amistades y familiares. Tenía el don de la solidaridad, siempre estaba dispuesto a compartir su alimento. En su bondad de hombre prolífero y apegado a la familia, llegó a tener doce hijos. 
Ha muerto El Rocky. Viva el Campeón. 
Hoy, estará en el seno del Creador al lado de otro noble boxeador, como lo fue Mohamed Alí. 
          Cartagena de Indias, 16 de marzo de 2017 

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