El Transcaribe que viaja a “Palos De Ciego”…
Por Álvaro Morales
Así, como “sardinas en lata”, dicho coloquialmente, se está viajando en los buses de Transcaribe, y todo, por las improvisaciones en la administración de las rutas y en el manejo de la operación y la infraestructura.
Hasta ahora, de los citados “pergaminos” con que asumió el señor Gerente de Transcaribe, pocón, pocón. La ciudadanía sigue esperando que los haga valer.
Cierto es también, que ante la intrusión politiquera y corrupta, y la onerosa inversión en este monstruo llamado Transcaribe, no hay “Magnificat que valga”. Es decir, no valen títulos ni pergaminos.
Pero hay cosas por las que debe responder el señor Gerente del SITM, y por las que debe comenzar. Una de ellas es dignarse, por cortesía, responder las llamadas de la ciudadanía para que aclare a la opinión pública la casi nula divulgación del estado y avance del Proyecto.
Pareciera que la operación avanzara a “palos de ciego”, y que por capricho se dieran al servicio nuevas rutas; a propósito, con déficit de cobertura.
El rosario de glosas al Sistema abarca desde el viaje como “sardinas en lata”, el cual tiene su razón de ser en la oferta deficiente de buses por cada ruta; y hasta en el retrasado intervalo con el que rueda un vehiculo detrás del otro; lo que conlleva a la aglomeración de pasajeros en las estaciones y al desorden para ingresar.
Por otro lado, en algunas estaciones, el acceso dispuesto para que se haga por los dos extremos, se hace por uno, gracias a que Coldcard, la empresa recaudadora, así lo ha dispuesto. O también, porque así lo ha querido, o quizás, porque no ha tenido los recursos para instalar los torniquetes que faciliten el acceso por ambos lados y evitar que el usuario se exponga al sol o a la lluvia.
Es común ver las aglomeraciones para adquirir las tarjetas o las recargas. Las largas colas no solo son en las casetas sino, ahora, en los pocos puestos habilitados en una empresa de apuestas.
No se sabe a ciencia cierta cuántos buses hay por ruta, cuántos han ingresado, o cuántos faltan por ingresar.
El acceso a las casetas por parte de personas con discapacidad, por ser inexistente, es difícil. Las rampas no están habilitadas para estos usuarios.
Con nueve meses de entrada en servicio, el mecanismo automático que permitía desde el interior darle apertura a las puertas ya no opera. Ahora permanecen abiertas, exponiendo a que algún “desprevenido” se precipite desde la plataforma a la carretera y ocurra el fatal desenlace.
Álvaro Morales |
Para concluir, poco se sabe del proceso de chatarrización, de la terminación del Patio Portal, de cómo se repondrán los equipos, o de cómo será su mantenimiento.
Además, las campañas pedagógicas de la Escuela de Gobierno, fueron “Flor de un día”.
Recordemos que Cartagena ha transitado por fracasados esquemas de transporte: el de los buses municipales, el de los ejecutivos, el de los Metrocar; y ahora, por este que genera dudas e insatisfacciones, ¿también Transcaribe correrá la misma suerte?
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