La Calvaria Literatura

              Palos Por què Bogas, Palos Por què no Bogas... 

  EL SINCRETISMO: 

RELIGIÓN -POLITIQUERÍA.

¡QUÉ DIOS NOS AMPARE!
Por Álvaro Morales

Mas qué peligroso, preocupante es el sincretismo que se ha venido dando entre unos llamados pastores y la politiquería, ejercicio desvirtuado del noble oficio de la política. 

No es la primera vez que en Cartagena y Colombia se hace evidente esta complaciente asociación que tras bambalinas comparten algunas vertientes de denominaciones religiosas no-católicas y la politiquería. 

Si recientemente el extinto alcalde Campo Elías Terán cumpliendo compromisos electorales generó espacios burocráticos a un buen número de miembros de una congregación religiosa de la ciudad; en otrora, otro Pastor evangélico de esta misma Urbe no sólo falló en su decidido intento de ser Alcalde de Cartagena sino en ser elegido como Representante a la Cámara como miembro de un cuestionado partido político. 

Pero cierto es, en Colombia, muchísimos “líderes” religiosos, habiendo logrado escaños en Corporaciones Públicas, han terminado declinando en su incursión política viendo acabado su presunto liderazgo cristiano. 

A partir de la Constitución del 91, diversos movimientos religiosos han mezclado y “negociado” de vil manera los sagrados principios bíblicos con apetitos burocráticos y personalísimos dividendos politiqueros. 

El sábado pasado, día de la cuestionada marcha contra el proceso de paz que lidera el Presidente Santos, volvieron a salir a flote las ambiciones politiqueras de un llamado Pastor Evangélico de la ciudad. 

Es inconcebible y llama poderosamente la atención que conociéndose muy bien el estado de degradación de la política en Colombia, doctrinalmente, no pocos mal llamados líderes religiosos de la ciudad violan los divinos principios anexándose ellos y sus feligreses a dirigentes políticos guerreristas y prevaricadores sin tener en cuenta lo que escrito está en el Sagrado Libro del profeta Jeremías: “…si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos”. Queriendo decir, que el político se convierta a Dios; pero que el Pastor no se convierta a la politiquería. 

Indiscutiblemente, la ambición del dinero, y del poder, han dañado el corazón de muchos pastores de la ciudad. 

Pero todas estas cosas, para nuestro contentamiento, constituyen señales próximas al fin, a la segunda venida de Cristo, dentro de las cuales dijo Jesús: “–Mirad que nadie os engañe, porque vendrán muchos en mi nombre…y a muchos engañarán…si es posible, aun, engañarán a los escogidos”. (Mateo 24) 

Dijo también Jesús a sus Apóstoles: “Vayan y anuncien que el reino de los cielos se ha acercado. Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien de su enfermedad a los leprosos y expulsen a los demonios. Ustedes recibieron gratis este poder; no cobren tampoco por emplearlo. (Mateo 10). 

Álvaro Morales

Ahora, el sincretismo religión–politiquería se ha aunado al desmedido afán de enriquecimiento de muchas denominaciones seudoreligiosas no-católicas, acumuladoras de riquezas obtenidas bajo presión a sus incautos seguidores, lo cual se debe en gran parte a la inoperancia de las autoridades fiscales del país. 

“¿Cuál, pues, es mi recompensa? escribió el Apóstol Pablo…que, predicando el evangelio, presente gratuitamente el evangelio de Cristo…”

¡Qué Dios nos ampare!