COSAS EN LA VÍA
UN CUADRO DE ANGUSTIA
QUE NUNCA HAS QUERIDO TENER…
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| Por Juan V Gutiérrez Magallanes |
Hoy
se suman al «alguismo» de la farándula de los promeseros, los de El Nadaísmo de
Ayer.
Una
boa constricto da luz en cautiverio.
Los
cerdos miran con desprecio a los famélicos niños.
Pero
es un país de muchos asuetos para los
escolares. Con poco pan por la mala conciencia para atender a la niñez.
«A
Tutela acuden los niños para poder tener derecho a las clases»
¡Que
viva el Congreso de los que pueden usar la lengua!
Este
es mi país, donde los disensos por el derecho a ver brotar la tierra o sentir
el hálito de la libertad, se definen mediante el descuartizamiento de los
débiles.
Y
otras cosas racionalizan y hacen fraterno al hombre colombiano:
¡Una
niña de nueve años digita su alegría en el ritmo de los mejores juglares¡
Sólo a través de
las expresiones artísticas y deportivas podrá el colombiano sentir la
fraternidad del otro.
Sólo
dejando las cosas en el lugar de los momentos de simpleza cotidianidad, podrá
mirarse en la otredad de los que van a
su lado.
¡Hay
catorce muchachos en el semáforo de la
esquina¡
Venden
el primer chicle de la mañana, con ausencia de pensamientos.
Ofrecen
unos segundos de limpieza al vidrio que no porta mácula alguna.
Brindan la bolsa de plástico con el agua de la
samaritana.
Regalan
la sonrisa y una canción de Champeta suave.
Ofrecen
el malabarismo de seis bolas que se detienen en
ingravidez.
Endulzan
el sabor de la mañana con las cocadas de ajonjolí.
Regalan
el cuadro de angustia que tú nunca
has querido tener en casa.
Rapean
con las notas de mayor melodía en la invención de su canción.
Secan
el sudor de los trabajos ajenos con toallas que ocultan el sol.
Vocean
los últimos adioses de las víctimas del raudo mototaxismo.
Mientras, los hombres engañados con las cosas que anuncia
el vendedor de baratijas, se deja
guiar por esas cosas que no tendrán
duración de varias mañanas.
Ayer
salió en la página de los sucesos y hoy enjuaga su conciencia con el aire del
automóvil que conduce.
¡Déjelo
tranquilo, la champeta brava que oye, no le deja escuchar la razón que lleva
al lado…!
LC
Juan
V Gutiérrez Magallanes
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