LA CRISIS EN LAS ESCUELAS OFICIALES

      UNA«CONCURRENCIA DE CULPAS» EN LA QUE

          CADA QUIEN TIENE SU PARTECITA  

Por Rafael E Yepes Blanquicett

La mayoría de las instituciones educativas oficiales, como se les llama ahora desde la entrada en vigencia de la Ley 715 de 2001, que fusionó las escuelas de primaria con los colegios de bachillerato dizque para «racionalizar recursos», la mayoría, repito, se encuentra sumida en una crisis total que parece no tener solución.

Los actores involucrados en el proceso educativo, tales como el Estado, el gobierno de turno, los docentes, directivos-docentes, padres de familia, estudiantes y personal administrativo, se acusan mutuamente de ser los responsables de tan calamitosa situación, cuando, en realidad, se trata de una «concurrencia de culpas», en la que cada uno tiene su «partecita» de responsabilidad, que, en su conjunto, se convierte en una «partezota».

En vez de estar ahondando en las diferencias, lo mejor sería trabajar en los puntos comunes para procurar que la educación pública vuelva a la calidad de antaño, cuando el glorioso y recordado Liceo de Bolívar, por ejemplo, competía «de tú a tú» con el Colegio de la Esperanza -el mejor de los colegios privados de la época- por el Premio «Bachiller Coltejer» (hoy, Medalla «Andrés Bello» del ICFES) ganándoselo en numerosas ocasiones en justa y franca lid.

Y eso que no existían los afamados «pre-Icfes» de hoy–que «preparan» a los estudiantes de Grado 11 para las «Pruebas Saber»–y que más bien parece un «jugoso» negocio para poder entrar al exclusivo y codiciado «ranking» de los «mejores colegios del ICFES», que casi siempre «favorece» a los colegios privados, salvándose uno que otro público, mas por el empeño de los docentes que por cualquiera otra cosa, razón o motivo.
LC