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lunes, 1 de agosto de 2022

Retratos de Una Infancia

LUIS: EL OTRO AMIGO DE PAMBELÉ
Por Juan Vicente Gutiérrez Magallanes

Llegó muy pequeño, tenía aproximadamente seis años, su familia venía de Turbana y encontró un espacio para levantar un amplio refugio, una casa de madera donde se recibía la brisa abundante que venía del brazo del Caño de Juan Angola, eran los tiempos en los que la Ciénaga de Chambacú y el Cabrero recibían las aguas del mar Caribe, no había ninguna interrupción, y los peces libremente, pasaban a las aguas del Caño de Juan Angola. No era extraño agarrar en la pesca, jureles, pargos y robalos.

La vivienda de los turbaneros quedó ubicada en frente de la de Cato Reyes, la palenquera tía de Pambelé, era aquella una casa amplia, donde llegaban la mayoría de los palenqueros que no se alojaban en el barrio Antonio Nariño. En aquella casa se cocían bollos de Mazorca y Alegría. Cato era experta en la elaboración del Millo o Mijo.

(Un día a la casa de Cato llegó El Jack Hernández, padre de Dorina Hernández, actual congresista en el gobierno de Petro…).

El primer amigo que hace el niño proveniente de Turbana, fue Antonio Cervantes, Kid Pambelé, a quién matricularon en la Escuelita de bancos que estableció la señora Juana, una exigente y austera turbanera.

En la escuelita, Pambelé aprendió las primeras letras, que él repasaba con su amigo Luis, nombre de nuestro personaje turbanero. El tiempo fue transcurriendo, Luis fue al colegio oficial, después de aprender a observar la naturaleza y describir las diferentes clases de algas que observaba en las orillas del Caño de Juan Angola. De igual manera hacía con los diferentes crustáceos que hallaba en su recorrido de todas las mañanas.

Luis, durante los cuatro años de estudio se dedicó a escribir poemas sobre la naturaleza, de igual forma hacía con respecto a las personas del Antonio Nariño.            
Las mariamulatas de color negro brillantino
Atrapan el sol en su plumaje
Y trinan un canto de alegría
Que llena de goce a los peces del Caño

Luis no aprendió a boxear, era bueno haciendo amigos y se ganaba el aprecio de sus compañeros con puros versos:

Soy turbanero, residente en Chambacú
aprecio con grandeza la amistad
Te brindo mi mano para hablar de tú a tú
Soy un buen amigo que cree en la igualdad

Hago honor a la Paz en este barrio tugurial
donde encuentro muestras de fraternidad
como se puede apreciar en esta zona barrial.

Pambelé, mi amigo, campeón mundial
boxea con el estilo de mucha grandeza
como lo hace en su propio patial
con mucho estilo, sin ninguna rudeza…

Luis tuvo que salir del barrio, como todos los que fueron expatriados, sometidos a la Diáspora de Chambacú. Continuó escribiendo sus poemas sobre la realidad social de la ciudad. Siempre cargando con los recuerdos del barrio que lo acogió y lo vio crecer con la amistad incondicional del niño Pambelé.
                              
                                                                                                                                    


 


 

      

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