Dos Poemas Inéditos de José Ramón Mercado*
ODA A JORGE GARCIA USTA
«También se muere el mar»
Federico García Lorca
I
No nos
veíamos en la ciudad antigua
De pura
jaiba nos encontrábamos
A veces
Sabía
que andaba ganándose el pan
Duro
Con la
gota de tinta clara
Y la
hoja de papel en blanco
Haber
sabido la sentencia a tiempo
-De
su muerte-
Hubiera
sido mejor el tono y la luz
El hilo
de la voz que respiraba la herida
II
La ciudad
de aire envejecido y señas
Mustias
Y de
soles insepultos
Se prestaba
para algunos sueños
Y otros
vinos
Ambos
andábamos por otros caminos
-La
vida es así-
Él
debe andar ahora por otras regiones
Inasibles
No he
vuelto a verlo con su talega de lona
Llena
de poesía y sana prudencia
De humos
claros como sueños
Doblando
las esquinas de la ciudad
Que amaba
III
De él
nos queda su alma clara y la poesía
Así como
la luz amada y el Rocío perenne
Su voz
anclada iluminada en el tiempo
Cartagena, 25 de diciembre de 2010
ELEGÍA A DON JORGE GARCÍA USTA
«Jorge García Usta,
era de Ciénaga de Oro.
Ahora es del mundo y
de todos»
J. R. M
I
La
ciudad quedó muda de su palabra viajera
Las calles
antiguas el horizonte de pájaros
Siempre
iba de prisa su palabra nueva
La barba
elocuente y la sonrisa leve
Los espejuelos
dementes quemados
Y su
bolsa de tela cruda
Sus pasos
en la acera de piedra cortada
Y los
pertrechos diarios
El sudor
de la frente atardecida
La hoja
de papel en blanco
Y el
poema en vilo
II
No sabía
la sentencia del tiempo
El hilo
de la voz la tarde farragosa
La respiración
del mar de fondo
Nada se
pudo entre la utilería
De los
hospitales de tierra y mar
Entre
enfermos moribundos
Y praderas
de algodón y lluvias
De remedios
de última gama
III
La ciudad
cosecha aún su aire envejecido
Los sueños
ahorcados
Los vinos
nocturnos las palabras muertas
La poesía
en los légamos del mundo errante
La fatiga
de los días presurosos inseguros
Las talanqueras
de los sueños truncados
El poema
impreciso el humo de las tardes
Las ciénagas
de oro el monte adentro
Otras
orillas el humor cruzando los semáforos
El rumor
de la poesía el rocío de otros labios
Los ojales
de las camisas a cuadros informales
La voz
anclada en los cinematógrafos
Y el
caudal iluminado del tiempo que huye
*Uno de los poetas más consagrados del Caribe
colombiano y ampliamente reconocido del país.
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