EL PODER
DE LA RESILIENCIA NO FUNCIONA EN CARTAGENA
"LA SAL DEL MAR PERDIÓ EL ÁTOMO DE
CLORO
Y NO DETIENE LA CORRUPCIÓN..."
El profesor Juan V Gutiérrez Magallanes |
En
«Ingeniería, se refiere al grado en que
una estructura como un puente o un edificio puede regresar a un estado de base
inicial después de ser perturbada».
«En atención de
emergencias, hace referencia a la velocidad con que los sistemas críticos se pueden restaurar después de un terremoto o
de una inundación». Andrew Zolli) y Ann Marie
Healy.
Desde
1544 Cartagena es saqueada y puesta en crisis por Roberto Bahal, pasado el mal
momento la ciudad se vuelve a recuperar y, no se hace esperar de nuevo, el
acoso, cuando en el horizonte aparecen los Hawkins, por los años de1568,
afortunadamente repelidos y rechazados, lo cual no amilanó al pariente de esos
rufianes. Al tal Francis Drake, quien atacó y destruyó parcialmente a Cartagena
de Indias. (Lemaitre, Eduardo).
La
ciudad se yergue nuevamente por su capacidad de resiliencia y, en Acción de
Gracias elogia a la vida, sin dejar de estar a la expectativa por el asomo de piratas
y filibusteros, entre ellos Henry Morgan conocido como «El Alacrán del Caribe»,
quien esquilma a Portobelo y en parte
a Cartagena, entrando en crisis las arcas de la ciudad, lo que no le impide
volver a surgir y quedar en la mira de asaltantes zafios marinos, como Juan
Bernardo Desjeans, barón de Pointis, quien esculca hasta
lo último a la pobre Cartagena dejándola exhausta ante la desidia de Diego de
los Ríos, su gobernante, a quien no le sirvió el carácter y la valentía de
Sancho Jimeno para mostrar el amor por Cartagena.
Diego
fue una premonición de los gobernantes de hoy.
Volvió
a surgir Cartagena de la crisis y brilló con la inocencia de niña virgen.
¡Ah,
poder de resiliencia de la ciudad de Crustáceos!, que nuevamente le tocó
enfrentarse al corsario Eduardo Vernon, mostrando Cartagena el poder de
restablecerse frente a los embates y, resurgir como ciudad de resistencia con
pocos dolientes.
En
el siglo XIX es destruida por el torturador Pablo Morillo, quien la deja
exánime y, desesperanzada, como mujer
estuprada por los vándalos.
No
obstante, la Noble Ciudad se levanta, se vuelven a llenar las arcas y de nuevo queda
a merced de sus gobernantes. Ellos navegan en otros «mares aceitosos» facilitando
el tránsito hacia la «Corrupción». Una crisis
de mayor postración por la pérdida de poder inmunológico. Situación que lleva a
los Cartageneros a conceptualizar de diferentes maneras:
«…la crisis
política, económica y social de Cartagena será mucho peor»
«…la actual
situación de Cartagena es una gran contradicción…atravesamos una de las peores
crisis institucionales y políticas de
nuestra historia». (Alfonso
Díaz)
«…lo que la
ciudad requiere es construir entre todos un liderazgo colectivo e incluyente». (A. Martínez.
M.).
Pero finalmente,
da un grito el edil en el Concejo de Cartagena y dice: «Lo único que funciona
bien es la corrupción, que afecta a la Administración Distrital, y los negocios
monopólicos que benefician a una élite
muy reducida».
Con
lo expresado por el edil, parece que el poder de Resiliencia, no va a funcionar
en esta oportunidad, donde la sal del mar ha perdido el átomo de cloro y no
detiene la corrupción.
Juan V Gutiérrez
Magallanes LC
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